En nuestro país, apenas el 13% de los estudiantes que inician la primaria finalizan la secundaria en el tiempo previsto y con el nivel esperado en Lengua y Matemática. Esto significa que muchos jóvenes no terminan la escuela, mientras que otros lo hacen sin las capacidades necesarias para continuar sus estudios o insertarse de forma efectiva en el mundo del trabajo. Este indicador ilustra de forma sintética la situación crítica que atraviesa la educación. A su vez, dialoga con otros indicadores que dan cuenta que hoy Argentina está lejos de ser un país próspero, que ofrezca oportunidades de desarrollo para su población.
Educación de calidad: imprescindible para el desarrollo
En la educación el 13% de los estudiantes que inician la primaria finalizan la secundaria en el tiempo previsto y con el nivel esperado en Lengua y Matemática.
En nuestro país, apenas el 13% de los estudiantes que inician la primaria finalizan la secundaria en el tiempo previsto y con el nivel esperado en Lengua y Matemática.
¿Cómo salir del pantano? Una senda hacia el desarrollo debe apoyarse en una macroeconomía estable para ser sostenible, reducir la pobreza para que sea inclusivo y contar con un Estado inteligente para poder resolver de manera efectiva los problemas estructurales que tenemos. Pero el motor para impulsar el desarrollo social, económico y democrático de Argentina es la educación. Por eso, cualquier estrategia de desarrollo debe estar en sintonía con un proyecto educativo.
En ese sentido, un objetivo fundamental es que todos los jóvenes terminen la escuela secundaria y lo hagan con los conocimientos y habilidades para construir su proyecto de vida y ejercer una ciudadanía democrática. Como hemos visto, los desafíos son importantes, pero hay distintas iniciativas que hoy están sucediendo y que vale la pena reconocer, en tanto empiezan a mostrar resultados alentadores para favorecer la terminalidad educativa y el sostenimiento de las trayectorias. Este es el caso del sistema de alerta temprana (SAT) para la prevención del abandono escolar que la provincia de Entre Ríos está implementando desde 2023 y que desde CIPPEC venimos acompañando.
El SAT es una herramienta que -apoyada en los sistemas nominales de información y el seguimiento de algunas variables clave (asistencia, calificaciones, sobreedad, nivel socioeconómico)- permite identificar a los estudiantes en riesgo de abandono escolar y promover acciones para evitar que dejen la escuela y fortalecer sus trayectorias educativas.
En 2023, 80 escuelas a lo largo del territorio entrerriano implementaron el SAT. Iniciado el ciclo lectivo 2024, se empiezan a ver resultados concretos. Los 650 chicos de este grupo de escuelas que finalizaron el año anterior en un nivel alto de riesgo de abandono se inscribieron en sus escuelas en 2024. Este es un dato auspicioso: el punto de partida es que los chicos estén en la escuela. Queda por delante un trabajo importante para acompañar sus recorridos y mejorar los aprendizajes.
Así como venimos trabajando codo a codo con Entre Ríos, también desde CIPPEC estamos acompañando a la provincia de Mendoza en la implementación de un SAT y tenemos la vocación de apoyar a otros gobiernos provinciales. Estamos convencidos de que desde el impacto concreto de las políticas públicas en el territorio se puede construir una realidad distinta para el país. Esta es la impronta del trabajo que realizamos hace ya 24 años.
Evitar el abandono escolar de los 650 estudiantes de sólo 80 escuelas es un primer paso, pero se trata de un paso genuino que ataca un problema estructural de la secundaria y, al mismo tiempo, permite ir reconstruyendo la confianza en que la escuela es el mejor lugar para los chicos. Estos pasos que muestran resultados, además, contribuyen a recomponer el tejido de la comunidad educativa y construir una mirada común de largo plazo. Una educación de calidad es el pilar fundamental para construir con un desarrollo inclusivo y sostenido.
Por Gala Díaz Langou (directora ejecutiva de CIPPEC) y Esteban Torre (director de Educación de CIPPEC)