Sutiles franjas en las barrancas del Paraná, medialunas de paleocauces que abonan la imaginación, bocados del yaguarón: son privilegios de pescadores y embarcados que en junio podrán disfrutar también especialistas del mundo.
Científicos del mundo posan sus ojos en las entrañas del Litoral
Los acantilados, esos tajos desvergonzados, muestran intimidades ocultas por millones de años. A los lugareños nos resultan demasiado autóctonos para apreciarlos, como nos ocurre con las flores del espinillo. Es una prueba de que la colonización está en casa. El entorno padece una condición de atopía en nuestras instituciones, de no lugar, de incomodidad. Sin embargo, de tanto en tanto rompemos lanzas con los prejuicios para darle su lugar a la admiración. Esta Reunión Argentina de Sedimentología –RAS- será una ocasión, sin dudas.
Distintas arenas y arcillas, distintas edades de las islas: unas antiguas, otras niñas; tonos que denuncian climas sostenidos durante millones de años; intrigantes huellas del mar en el llano y en las barrancas: estas y otras riquezas en los estratos sedimentarios de nuestra cuenca coparán la atención de la ciencia durante cuatro días en Paraná, en el otoño que se avecina.
Será una excusa perfecta para compartir conocimientos, debatir sobre las singularidades de nuestros suelos y subsuelos, analizar su aprovechamiento económico, por qué no, advertir los riesgos (inundaciones, erosión, deslizamientos), y al mismo tiempo diluir la pronunciada e inocultable grieta entre los expertos y la comunidad.
La Reunión Argentina de Sedimentología –RAS- número 17 se realizará en la capital entrerriana por cuatro jornadas desde el 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, justo en el sitio que muestra con evidencia los rastros de ese brazo del Atlántico que fue el mar entrerriense. Los científicos pueden mostrarse un tanto fríos, pero aquí los ganó la nostalgia.
Esa milhoja
Los organizadores prevén la asistencia de numerosos especialistas de orden nacional e internacional, para las conferencias y las visitas guiadas por los rincones del Paraná, generoso en la exhibición de sus riquezas y especial para estos estudios porque la naturaleza de la región es sedimentaria, es decir: capa sobre capa, con intervención de lavas, viento, lluvias, ríos, mar, sol, selvas. De ahí las formaciones Botucatú, Serra Geral, Fray Bentos, Paraná, Ituzaingó, Alvear, Hernandarias, Tezanos Pinto; de ahí los acuíferos Paraná, Salto Chico, en fin, que permiten mirar por grados las eras geológicas y medir en la región el tiempo, los eventos climáticos, la vida, desde diversas disciplinas. En nuestro subsuelo, alta y rica lasagna, la erosión que es obra del Paraná ayuda a degustar la porción superior (esa punta del iceberg es para la ciencia el Cenozoico tardío).
Claro que la milhoja varía un poquito dentro de la Mesopotamia como en las provincias vecinas del litoral.
Y muy a propósito el encuentro llamado RAS, en estos tiempos en que los seres humanos aprovechamos las arenas para distintos fines, las calizas, las conchillas, el yeso, el agua termal, los ríos, los acuíferos cercanos, las arcillas, el pedregullo, a veces sin conocer con detenimiento la magnitud de las riquezas; o especulamos con nuevas fuentes de energía para el futuro, a veces ninguneando el futuro.
La RAS se realiza cada dos años desde 1986. Esta nueva reunión será coorganizada por la Asociación Argentina de Sedimentología y la Universidad Autónoma de Entre Ríos –UADER-, y cuenta con el auspicio del Centro de Investigaciones y de Transferencia Tecnológica a la Producción (CICYTTP-CONICET-UADER-Provincia de Entre Ríos).
Dos temas clave
Habrá momentos destinados a compartir conocimientos, imágenes, investigaciones poco difundidas; y momentos para el intercambio de pareceres y las discusiones, porque eligieron como disparadores dos asuntos delicados y sensibles de la vida moderna: la energía y el ambiente. Los debates desde perspectivas científicas, técnicas, tecnológicas, económicas, se promoverán bajo el lema “Sedimentología, energía y ambiente: explorando nuevos escenarios”.
La estrella será, claro, el río Paraná, su enorme cuenca, su lecho, sus vecindades, y esa condición tan común y lógica entre especialistas pero todo un enigma para los legos: el patrón anabranching, con una trama de bancos de arena, islas, riachos que dieron letra a la literatura regional desde sus albores, cuatro siglos atrás; y dieron lugar a la especie humana hace no menos de 10.000 años.
La comisión organizadora está presidida por el doctor Ernesto Brunetto, secretario de investigación y posgrado de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Uader. Vicepresidenta, la doctora Daniela Kröhling, investigadora del CONICET y la Universidad Nacional del Litoral –UNL-. Secretario, el licenciado en geología Javier Soffiantini (CICyTTP-CONICET – UADER). Todos reconocidos estudiosos de primer orden sobre los mensajes del suelo y el subsuelo del litoral.
Sentados sobre el mar
“Se espera reunir a la comunidad científica ligada a la sedimentología para contribuir al avance de la investigación teórica y aplicada a la explotación de recursos naturales y al análisis del riesgo geológico, con particular interés en la región noreste del país”, dicen los organizadores.
“Las regiones de llanuras encierran importantes recursos y conocimientos geológicos. Por esta razón vemos con sumo agrado la posibilidad de explorar en esta ocasión aspectos sedimentológicos de estas vastas regiones donde se desarrollan las principales actividades socio-productivas de la Argentina. Riesgos ambientales en las regiones de llanuras y diversas fuentes de recursos geológicos propios de las llanuras vinculados a formas de energía convencionales o formas de energía novedosas, son cada vez más frecuentes temas de la agenda del país”, se lee en el anuncio de las jornadas, que se desarrollarán en el Centro Provincial de Convenciones de Paraná –CPC-.
El bello y confortable edificio está erigido en lo alto de las barrancas del Parque Urquiza, es decir: sobre sedimentos marinos con fósiles a la vista, testimonios de otro paisaje de hace millones de años. Y los tonos tiza-verde-grisáceos de la fachada armonizan con el lugar. Paradójicamente, la estructura no parece invasiva.
Los visitantes podrán tocar en las barranquitas las ostras de cinco o diez millones de años, y apreciar las que visten medio centenar de casas de Paraná, incluida la Escuela de Música (calle Italia), o el Anfiteatro Santángelo, ambos escenarios para las poesías y las canciones inspiradas en este paisaje. “Un gurí descalzo juega con arena, nada más”, dice Jorge Méndez. “Yo soy del agua la canción que se prendió en el barrancal”.
Los expertos sabrán entonces que ese inmenso río es el país del yaguarón que muerde y desmorona los paredones en sus travesías (los pescadores conocen el estruendo de los derrumbes bajo el pelo de agua), para atrapar incautos y devorarles los pulmones. Y es el mismo río entrañable en que depositamos cenizas de nuestros hermanitos y hermanos, incluso nuestro Zurdo Martínez con morada en la isla Curupí. El músico que en este febrero cumplió 80 años solía cantar con letra de Marcelino Román: “Veo al monte juntar sombra/ mientras pesco en un ramblón”. ¿Ramblón? Los caprichos de la cuenca son inabarcables.
Excursiones por el saber
La vida de los pueblos, la naturaleza, la explotación de las riquezas, las disputas por energías y alimentos, la literatura, van de la mano. Por eso un congreso de expertos puede interesar, y debiera hacerlo, al conjunto de la comunidad.
En el marco de la RAS está prevista la realización de una excursión terrestre y una por el río Paraná en su tramo medio. “Habrá un recorrido de campo a lo largo de la historia del Cenozoico tardío donde se visitarán y discutirán las evidencias que sustentan los esquemas estratigráficos e interpretaciones paleoambientales vigentes para la Mesopotamia”. (El Cenozoico, superado ya el tiempo de los dinosaurios, dejó abundantes restos fósiles de animales que hoy nos acompañan, o algunos de la mastofauna extinguida hace 10.000 años, es decir: especies que convivieron un tiempito con las mujeres y los hombres del litoral y sospechamos en qué términos).
“Se visitarán afloramientos del Mioceno marino y de ambientes transicionales, sedimentos del Mioceno tardío continental, depósitos de grandes humedales regionales del Plioceno-Pleistoceno inferior, secuencias fluviales correlativas de los ciclos de ascenso y nivel alto del mar de períodos interglaciales del Pleistoceno y secuencias cíclicas de loess representativas de los períodos glaciales”, dicen los organizadores (loess, sedimentos que deposita el viento). “En embarcaciones se recorrerán y observarán distintos elementos geomorfológicos y macroformas de sedimentación propios de un sistema fluvial de tipo anabranching, como es el Río Paraná”. Bueno, dicho en criollo: delicias de la ciencia, como quien pudiera navegar la intrincada red de arterias del cuerpo.
Conferencistas
La santafesina Daniela Kröhling será la Coordinadora del Programa Científico. Bien conocida en la región por sus estudios de arenas, piedras, ríos de hoy y de ayer, fósiles; en un tramo de su carrera junto al notable cordobés Martín Iriondo que trabajaba en Santa Fe y vivía en la calle Artigas de Paraná (antes de mudarse a Misiones), y estará presente en las jornadas. Otro lujo del encuentro. De ellos conocimos datos inesperados sobre el curso antiguo del Paraná por el actual Uruguay, el origen de las arenas, los paleocauces convertidos en acuíferos, el cañón del Uruguay, los troncos petrificados de antiguas selvas, entre otros descubrimientos.
Los organizadores prevén conferencias a cargo de destacados investigadores, con amplia trayectoria nacional e internacional en diferentes campos de la sedimentología: Dr. John Holbrook (Texas Christian University, Fort Worth, USA), Dr. André Sawakuchi (University of Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil), Dr. Ricardo Astini (CONICET-UNC, Córdoba, Argentina), Dr. Juan Pablo Milana (CONICET-UNSJ, San Juan, Argentina), Dr. Diego Kietzmann (UBA, Buenos Aires, Argentina), Dr. Marcelo H. García (University of Illinois, Urbana, USA), además de Martín Iriondo y otros.
Algunos temas
En próximas ediciones daremos detalles sobre temas incluidos en esta RAS, pero ya podemos enumerar algunos: Registro sedimentario lacustre y palustre (lagunas y pantanos). Procesos sedimentarios, análisis de la arquitectura y estratigrafía de sistemas fluviales y aluviales (ríos y valles de inundación). Procesos eólicos y su registro sedimentario. Registro sedimentario glaciar. Paleosuelos y su significancia en el análisis de procesos sedimentarios.
También: Plataformas cenozoicas. Procesos deposicionales de ambientes marinos profundos. Deltas. Procesos biosedimentarios. Eventos extremos y sedimentación: volcánicos, sísmicos, vinculados a tsunamis, mega-deslizamientos, licuefacción y flujos gravitatorios, inundaciones y tormentas extremas, impactos extraterrestres.
Aplicación de diversas disciplinas al análisis de los sedimentos. Hidrocarburos. Sedimentología aplicada a la evaluación de recursos naturales para su explotación (hídricos, hidrogeológicos, mineros). Manejo del sedimento en ambientes costeros y fluviales. Análisis del impacto antrópico (humano) en los procesos de deflación y erosión de suelos y las vías de transferencia del sedimento…
Pocas veces hemos leído un programa tan ambicioso para meternos en el corazón geológico de nuestra patria chica.
Fechas para agendar
A los estudiosos, estudiantes, investigadores, les vendrán bien estos datos: Fecha límite para el envío de resúmenes: 20 de Febrero de 2020. Fecha límite para la inscripción temprana (a precios reducidos): 5 de Marzo. Fecha límite para solicitud de travel grant a la IAS (www.sedimentologists.org): 10 de Marzo. Fecha límite para la inscripción tardía al evento: 20 de Abril. Notificación de la aceptación de resúmenes: finaliza el 30 de Abril. Fecha límite para la inscripción a las excursiones científicas: 20 de Mayo de 2020.
Naturaleza y cultura desde Barco Centenera y Lavarden
Esta Reunión XVII sobre sedimentos durará cuatro días, del 8 al 11 de junio, en el solar de los Yasú con historia en defensa de las autonomías.
El antropólogo Carlos Natalio Ceruti, del Conicet, ha explicado la complejidad de las negociaciones y desavenencias de la gran familia Yasú con las autoridades occidentales, conquistadoras, desde Paraná, llamada La Bajada. Fueron tan difíciles las relaciones, que los propios españoles (cabildo de Santa Fe y gobernación de Buenos Aires) terminaron peleados entre ellos por no coincidir en los modos.
Más tarde, Paraná fue promesa de un país soñado, como capital de la Confederación, que rima con descolonización.
¿Por qué traer a cuento estas historias? Porque este encuentro de investigadores de diversos puntos del orbe se dará en un río que fue autopista para nuestros pueblos, para nosotros, conocedores de su comportamiento por milenios (disfrutando, interactuando, padeciendo); muy especialmente en la cultura de los cerritos, amoldada al régimen fluvial. Y es que la exploración de las condiciones palpables del suelo y el subsuelo no descuida el paisaje, y éste es el pago de isleños y orilleros, mujeres y hombres que han hallado en esta geografía un lugar propicio para desplegar su esencia sintetizada en la hospitalidad y el comunitarismo, como bien señalaron estudiosos de otras disciplinas (o indisciplinados) como Marcos Sastre y Martiniano Leguizamón.
Ese paisaje un tanto aislado en la modernidad pudo influir en los “paraguayistas” y “yerbócratas” (llamados así por repudiar el genocidio del Paraguay y ejercer la resistencia); conocedores de la hermandad que nos da la cuenca interior.
Verdes altas lomas
Ayuda saber que una de las sedes organizadores de la RAS es la Universidad Autónoma. Alguien propuso alguna vez (con lucidez) que esa Casa tomara el nombre de Fermín Chávez, hombre de ciencia y poesía, de biblioteca y monte, sin fronteras; de historia y lucha; artiguista y jordanista y comunero desde la cuna. Chávez, el que ayudó a denunciar desde el peronismo la desaparición de personas en plena dictadura, y que estudió y defendió la importancia de la explotación petrolera desde el Estado (con YPF), supo también señalar la presencia de la naturaleza en los albores de la literatura argentina. “Vamos a tratar de aproximarnos a la identidad regional”, comenzó en una conferencia que le escuchamos en Paraná. Y siguió: “¿Qué identidad regional? ¿El litoral, la Mesopotamia, Entre Ríos? Todo, el litoral, la Mesopotamia y Entre Ríos. Porque en esta geografía cultural, histórica, el litoral, tienen tanta gravitación estos dos grandes ríos que descienden del norte para desembocar en el Plata; tanta gravitación que esos ríos van a ser en gran medida los que originen el texto literario, en la literatura nacional… van a alimentar, en principio, van a suministrar rudimentos para la cultura escrita”.
Como vemos, la simbiosis del humano y los ríos viene de lejos.
“Es inevitable decir cuándo aparecen estos elementos que individualizan a la cultura escrita en nuestra región: los encontramos en una obra poética clave, que es el famoso poema La Argentina, de Martín del Barco Centenera... Comenzó a ser escrita en 1580… Dentro del poema aparecen… los pescados de la zona, el dorado, los pacúes amarillos dice el poeta, infinidad de elementos de la fauna, la flora, la naturaleza… Saltamos al siglo XVIII antes de mayo de 1810 y nos vamos a encontrar con otro texto poco transitado también, que es la Oda al majestuoso río Paraná, de Manuel José de Lavardén. En Lavardén ya aparecen otras cosas. Quiero citar algunos versos de los tercetos de la Oda… la edición original está anotada por el poeta explicando algunos términos…. ‘Desciende ya dejando la corona/ de juncos retorcidos y dejando/ la banda de silvestres camalotes’. Aparece una palabra acá, camalote. Pequeña cosa, pero qué importante. En la anotación que pone el poeta en la versión original de El Telégrafo Mercantil, dice: ‘el camalote es un conocido yerbaso que se cría en los remansos del Paraná. El vegetal va a dar nombre a la porción de tierra que se desplaza por el río y que conocemos con el nombre de camalote’”.
Y bien: en esta reunión de especialistas en sedimentos que esperamos para el otoño en Paraná no faltarán los procesos biosedimentarios, por caso.
“Otros versitos –agrega Chávez-: ‘Mira allí los ganados que rumiaban/ del espinoso cardo el dúo bello/ cómo pasen en verdes altas lomas/ entre sí retozando placenteros’. Ustedes ven cómo ya la naturaleza, el medio vivo, está presente”, insiste Fermín Chávez, repetimos nosotros.