El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) suele pasar desapercibido. Así lo advierten profesionales del hospital San Martín de Paraná, dependiente del Ministerio de Salud de Entre Ríos, donde el servicio de Ginecología atiende a una importante cantidad de pacientes con este cuadro.
Detectar a tiempo el Síndrome de Ovario Poliquístico: controles y hábitos saludables
El 70% de las mujeres con el síndrome no lo saben. Por eso, para evitar complicaciones es clave etectarlo a tiempo
Detectar a tiempo el Síndrome de Ovario Poliquístico
Desde el hospital advierten que la mayoría de las mujeres con SOP no saben que lo tienen. El diagnóstico temprano y un abordaje interdisciplinario son claves para evitar complicaciones. En la mayoría de los casos, las consultas iniciales se vinculan con dificultades para concebir.
Una afección subdiagnosticada
El SOP es una afección hormonal que se caracteriza por la presencia de numerosos quistes pequeños en los ovarios, que por lo general no generan dolor. Los signos más frecuentes son las menstruaciones irregulares y los niveles elevados de andrógenos.
Estas alteraciones pueden provocar falta de ovulación y, como consecuencia, dificultar la posibilidad de embarazo. De hecho, se trata de una de las principales causas de esterilidad femenina.
El subjefe del servicio de Ginecología del hospital San Martín, Marcelo Schnitman, explicó que el 70% de las mujeres que tienen SOP no lo saben, debido a que la sintomatología es muy variable. Entre los signos posibles se encuentran el hirsutismo (crecimiento excesivo de vello), el hiperandrogenismo (exceso de hormonas masculinas como la testosterona) y la presencia de quistes pequeños en los ovarios.
Schnitman también señaló que el desarrollo del síndrome puede estar relacionado tanto con el sobrepeso y la obesidad como con la delgadez, y puede asociarse a antecedentes familiares de diabetes. “Con frecuencia, la poliquistosis ovárica viene de la mano de un síndrome metabólico”, advirtió.
Diagnóstico y signos de alerta
El ginecólogo remarcó que la heterogeneidad de los casos dificulta contar con estadísticas precisas. Sin embargo, se estima que el 75 por ciento de las mujeres con SOP presentan problemas de fertilidad en algún momento de sus vidas. Además, es frecuente que personas con diagnóstico de hipotiroidismo también tengan poliquistosis ovárica.
Para la detección del síndrome, Schnitman explicó que una ecografía transvaginal permite observar la cantidad de quistes —que suele ser mayor a 10— y que estos tienen un tamaño menor a los 10 milímetros. También es posible detectar el cuadro mediante un análisis de laboratorio, que evidencia niveles elevados de andrógenos.
Sobre el impacto hormonal, el especialista detalló: “Los estrógenos están relacionados directamente con el ciclo menstrual. Cuando hay un exceso de esta hormona, se produce un atraso en la menstruación que se llama oligomenorrea, acompañado de periodos anovulatorios, lo que significa que no hay ovulación y, por lo tanto, se anula la posibilidad de un embarazo”.
Hábitos saludables y enfoque integral
Desde el hospital remarcan que el tratamiento del SOP debe abordarse desde una mirada interdisciplinaria, que incluya a especialidades como Endocrinología, Cardiología, Clínica Médica y Nutrición.
Schnitman subrayó que la incorporación de hábitos saludables es fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes conviven con esta patología.
Las recomendaciones principales son: actividad física regular, alimentación saludable y evitar el consumo de tabaco y alcohol. “El sedentarismo y la mala alimentación son los grandes enemigos de todas las patologías”, concluyó el profesional