El Jueves 15 de setiembre la iglesia recuerda la memoria litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores y en Paraná, la iglesia La Piedad se encuentra viviendo su preparación espiritual con el lema "Una comunidad comprometida".
La Piedad: la comunidad comprometida celebra a su patrona
Cada día hay una misa con una intención especial y con la presencia de sacerdote invitados. En la primera semana de novena estuvo presente el padre José Luis Bogado de Concordia y esta semana es el padre Alejandro Patterson, reconocido por su tarea pastoral en la parroquia San Miguel de Paraná.
Para el próximo jueves se tienen previsto cinco misas en honor a la Virgen. A las 7 será la celebración por los comunicadores y estará a cargo del padre Ignacio Patat; a las 9.30, la misa será por los trabajadores y desocupados y será celebrada por el padre Ricardo Allende; a las 17, el padre Horacio Correa rezará por los agentes pastorales; a las 19, el párroco Mario Haller tendrá a su cargo la misa con la entrega de la Medalla Milagrosa a los niños de la Primera Comunión. Cerrará a las 21 el padre Sergio Götte con la misa de los agentes sanitarios.
El domingo, en tanto, a las 11 el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari tendrá a su cargo la celebración. Posteriormente, se desarrollará el almuerzo patronal en las instalaciones del Recreativo Bochas Club.
Volver a su centro
Diario UNO dio cuenta en diversas coberturas, el cimbronazo que sintió la comunidad de La Piedad cuando en julio pasado se conoció la noticia de la venta del inmueble contiguo a la parroquia. El párroco Mario Haller informó de la situación en una misa de domingo y a partir de allí se sucedieron una serie de denuncias mediáticas, judiciales y eclesiales. "La comunidad despojada" pasó a ser "la comunidad comprometida" y abrazó el 26 de agosto la manzana de la discordia movidos por la fe y a la espera de alcanzar una solución al conflicto.
Hoy la convoctoria es espiritual y se invita a los paranaenses a sumarse a las distintas prédicas que diariamente se realizan a las 19, en el templo ubicado en Italia 370.
La Dolorosa
Cada 15 de septiembre, un día después de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, la Iglesia conmemora a Nuestra Señora de los Dolores. De alguna manera, la sucesión de ambas efemérides es una invitación a meditar en torno al misterio del dolor que unió las vidas de Jesús y María para redención del género humano.
La devoción a la Virgen de los Dolores -también conocida como la Virgen de la Amargura, la Virgen de la Piedad o, simplemente, la Dolorosa- viene desde antiguo. Puede remontarse hasta los orígenes de la Iglesia, cada vez que los cristianos recordaban los dolores de Cristo, siempre asociados a los de su Madre María. Sin embargo, la advocación a Nuestra Señora de los Dolores (Mater Dolorosa) cobra forma e impulso recién a partir de finales del siglo XI. Décadas después, para 1239, en la diócesis de Florencia, los servitas (Orden de frailes Siervos de María) destinaron el 15 de septiembre para celebrar a la Virgen dolorosa; día que quedaría oficializado a inicios del siglo XIX (1814) por el Papa Pío VII, quien le concedió el rango de fiesta.