En la segunda jornada del juicio a Nahuel Suárez por los golpes a su expareja que la dejaron en grave estado declararon testigos que confirmaron, por un lado, la gravedad de las lesiones padecidas por la víctima, Georgina, así como las dificultades posteriores en la recuperación, y por otro las secuelas psicológicas que la chica debió superar. Además, declaró un joven que la asistió y logró interrumpir la agresión, que podría haber tenido consecuencias aún peores. Hoy será el turno de los testigos aportados por la defensa, cuya estrategia apunta a desvincular al imputado del hecho.
Testigos complicaron al acusado de golpear a su expareja en Viale
Profesionales dieron cuenta de las lesiones padecidas por la víctima, así como de la violencia de género sufrida durante el noviazgo. El joven que evitó que el ataque continuara declaró con temor. Hoy es el turno de los testigos de la defensa
19 de octubre 2016 · 06:50hs
El hecho que se intenta esclarecer ocurrió en la noche del 24 de octubre de 2014, cuando Georgina salía de la escuela e iba hacia su casa en bicicleta. A las pocas cuadras fue interceptada por el agresor, que la tiró al suelo de un golpe y continuó con la agresión. Según los médicos que intervinieron en la asistencia y el tratamiento posterior, las lesiones padecidas, sobre todo en la zona craneal, fueron de carácter grave. Evidencia de esto fue que estuvo varios días inconsciente y luego padeció consecuencias como falta de equilibrio, así como la extensa rehabilitación que necesitó realizar.
Asimismo, profesionales de la salud mental que asistieron a la joven se refirieron a la violencia de género de la que ella era víctima y que con el tiempo durante el cual había estado en pareja con Suárez, había naturalizado. Integrantes de la Subsecretaría de la Mujer de la Provincia también declararon en el juicio, ya que tomaron intervención en el caso.
Luego declaró un amigo de la víctima, que fue quien vio cuando le pegaban y le gritó al agresor, quien en ese momento huyó, y luego pidió auxilio para Georgina. El joven contó a medias lo que había declarado al principio en la investigación del hecho, se contradijo en varias ocasiones y estuvo al borde del falso testimonio. Finalmente, admitió que no decía todo lo que sabía porque tenía miedo de represalias por parte de Suárez y sus allegados.
La jornada de hoy será para escuchar a los testigos aportados por la defensa oficial. Se presume que apuntarán a ubicar al acusado en otro lugar al momento del hecho, para sostener su inocencia respecto de la agresión.
El lunes serán los alegatos de las partes, donde los fiscales de la Unidad Fiscal de Violencia de Género Leandro Dato y Valeria Vilchez pedirán una dura condena por el delito de Homicidio en grado de tentativa agravado por mediar violencia de género, en tanto que el defensor oficial Luis Pedemonte solicitaría la absolución y, subsidiariamente una pena menor por un delito más leve, como el de Lesiones graves.
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Piden tres años por violento
El otro caso que se ventiló en los Tribunales de Paraná fue el episodio ocurrido en marzo de 2015, cuando un joven arrojó una bomba molotov al frente de la vivienda de su entonces expareja. En el juicio a Bruno Jesús Reynoso declararon varios testigos que referenciaron el episodio y el contexto de la relación que ambos habían mantenido, con voces que comprometieron la situación del acusado y otras que lo desvincularon. La causa tiene la particularidad de que la víctima y el acusado de victimario retomaron la relación hace unos meses.
En los alegatos realizados ayer, las fiscales Mónica Carmona y Fernanda Rufatti pidieron tres años de prisión condicional para Reynoso por considerarlo autor de los delitos de coacciones e incendio.
Por su parte, los defensores oficiales Mariana Montefiori y Gaspar Recca afirmaron que no se logró probar la responsabilidad del joven en ninguno de los hechos, por lo que reclamaron la absolución.
La jueza Elisa Zilli analizará las pruebas producidas en el debate y dictará sentencia la semana que viene.