La hipótesis de la acusación contra Facundo Bressan encontró nuevos elementos que la refuerzan: ayer se presentó el informe de la Dirección Criminalística de la Policía sobre los elementos que recibieron para peritar, y el resultado, según la valoración de la querella, confirma aún más la versión de que el joven de San Benito asesinó a Priscila Hartman. “Es un paso muy importante de una etapa probatoria que deviene de pruebas efectuadas por Criminalística, las que confirman aún más la tesis de la acusación tanto de la querella como de la Fiscalía”, dijo a UNO el representante de la familia de la víctima, Marcos Rodríguez Allende.
Pericias científicas le dieron otro revés a Facundo Bressan
Uno de los cotejos pedidos por los investigadores fue entre la tierra que había en el lugar donde fue hallado el cuerpo de la víctima (un campo lindante a los cementerios de la localidad de Paraná campaña), y la tierra que tenían las ruedas de la moto de Priscila, que fue hallada cerca de la casa de Bressan. Según el análisis de los peritos, hay una correspondencia entre ambas muestras, lo que demuestra que el vehículo anduvo por el lugar donde fue arrojado el cuerpo de la joven.
Otros elementos que fueron sometidos a peritaje fueron la campera, las botas y los anteojos de Priscila, que fueron secuestrados el 29 de octubre (casi una semana después del homicidio) en un predio lindante a un galpón que pertenece a la familia Bressan. Los lentes arrojaron resultado negativo de rastros, pero tanto la campera marrón con capucha como las botas negras con plataforma, tenían rastros de polen que no se correspondían con los del lugar donde fue hallado el cadáver. Esto, a criterio de la querella, evidencia que le sacaron estas prendas antes de llevarla al mencionado campo.
Los científicos del laboratorio de Criminalística hallaron otro elemento importante al peritar una toalla y un colchón que fueron hallados en el galpón de calle Yrigoyen de San Benito: restos de PCA (Antígeno Prostático Específico), un componente de la próstata que sale al momento de la eyaculación. Esto será remitido al laboratorio de genética forense del Poder Judicial, para determinar el ADN del material hallado y ver si corresponde con Bressan.
Del mismo modo fueron enviadas para el cotejo genético las escasas muestras de sangre halladas en el galpón mediante el paso de luminol. Las mismas podrían ser de Priscila, según se sospecha.
Por otro lado, fueron de interés para la acusación dos elementos que tenía el cuerpo de Priscila, que fueron comparados con los pares idénticos secuestrados en el galpón allanado: el arito plateado con esfera y el guante de trabajo de goma negro. Respecto del primero, uno fue encontrado debajo del mencionado colchón, y la pericia demostró que es igual al que tenía puesto en una oreja la víctima. Sobre el segundo, secuestrado en el mismo lugar, también se demostró que es el par del que tenía en la cavidad bucal el cuerpo de Priscila, utilizado para asfixiarla.
Estas pruebas de carácter científico se sumarán a las más esperadas: las de ADN sobre las que todavía trabajan los profesionales del laboratorio del Superior Tribunal de Justicia. Además, la querella y la Fiscalía cuentan con las demás probanzas ya conocidas como comunicación por mensajes de texto entre la víctima y el acusado momentos antes del crimen (que evidencian el encuentro), según las pericias sobre los celulares, y las testimoniales que incriminarían a Bressan respecto de la tenencia de la moto, el casco y el celular de Priscila, así como de la relación incipiente que ambos mantenían.
El querellante Rodríguez Allende dijo que “ante este avance del plexo probatorio donde va fortalecer la tesis acusatoria, surgen indudablemente ciertos interrogantes difíciles de poder responder, sobre todo cuando el escenario de los acontecimientos aparecen indudablemente dentro de la esfera de la familia Bressan. Difícil puede ser la respuesta ante un interrogante respecto de qué hacía un aro de Priscila debajo del colchón que se secuestró, difícil respuesta puede tener cuando un guante que se encontraba en el galpón de la familia Bressan estaba dentro de la cavidad bucal de Priscila, y que fue uno de los elementos que sumó para producirle el fallecimiento”.
Además, el querellante defendió la regularidad de los procedimientos que se realizaron en la investigación: “Debemos aclararle a la sociedad que todos los allanamientos no solo son ordenados por un juez de Garantías, sino que también participan, más allá de funcionarios policiales, delegados judiciales con testigos, quienes garantizan y velan por un correcto procedimiento”.
Facundo Bressan continúa alojado en la Alcaidía de Tribunales, a la espera de la audiencia de Casación ante el recurso interpuesto por los abogados defensores Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, sobre la medida de prisión preventiva impuesta por la jueza Marina Barbagelata.
No se defendió
En un informe autópsico complementario del médico forense Walter Aguirre, se advierte que el cuerpo de Priscila no hallaba lesiones defensivas en brazos y antebrazos. Esto por un lado podría inferir la participación de un tercero que haya ayudado a Bressan en el ataque, aunque también se podría pensar que el primer golpe (de puño en el rostro de la víctima) la haya obnubilado, lo que favoreció al asesino el estrangulamiento y posterior asfixia.
Acerca de las lesiones que tenía Bressan en ambos lados del cuello, el médico afirmó que no pudieron ser autoproducidas por el acusado (como él había explicado) ni por ninguna mano humana. Por el contrario, las marcas son compatibles con un elemento duro, fino y de borde afilado.