El hecho ocurrió la madrugada del sábado, a la salida de un boliche. Por un hecho menor, una docena de jóvenes de entre 17 y 20 años, fueron detenidos, maltratados y amenazados en sede policial. Los padres de los chicos radicaron la denuncia en la Fiscalía y afirman que hubo golpes, insultos y hasta amenazas de persecuciones.
La Justicia concordiense investiga denuncia de maltrato, persecución e insultos hacia un grupo de estudiantes por parte de la Policía
Los chicos fueron detenidos en la esquina de calles Pellegrini y San Lorenzo, de Concordia.
Claudia Malleret, madre de uno de los jóvenes detenidos, dijo que el hecho habría ocurrido luego de que los menores salieran de un boliche bailable en la zona céntrica de la ciudad y se subieran divididos en cuatro autos para ir a los galpones donde están haciendo la carroza de su escuela. “Todo arrancaría por haber quitado una luz de un cono en una obra en construcción mientras caminaban para llegar a los autos en las cercanías del boliche al que habían ido” dijo y agregó, “un par de cuadras después son interceptados. Les cruzan los móviles policiales y los metieron adentro de los mismos. Los esposaron y por el impacto de los golpes que tenían dos de los chicos, les limpiaban la sangre que les caía en la cara”, dijo a Diario Río Uruguay.
Malleret indicó que su hijo –que ese día estaba cumpliendo los 18 años- fue uno “de los que recibió mayores maltratos. Lo insultaban cuando descubrieron que estaba usando el teléfono para llamarnos y avisarnos”.
Luego remarcó: “reconocemos que son chicos jóvenes que tienen toda la algarabía de esa edad y que cuando iban en los autos habrán ido escuchando música fuerte, pero nada de eso es motivo es justificativo de los golpes, el maltrato, insultos a mayores” y dejó entrever que también detectaron “una falta importante de dinero”.
Tras el episodio uno de los padres y el secretario de Derechos Humanos de Concordia, a, Rubén Bonelli, denunciaron ante el subjefe Sergio Olivera y el jefe del Comando Radioeléctrico, Rubén Vittori.
Los jefes dijeron desconcocer el hecho y que sus “subalternos nunca les pasaron las novedades que hubo ese día”.
La investigación fue tomada de los fiscales Germán Dri y Aníbal Lafourcade.
Otra de las madres, Alejandra, precisó que tomó conocimiento de este caso el sábado cerca de las 17 “cuando mi hijo me lo cuenta y automáticamente me comunico con un funcionario de la policía al que le pido que me atienda porque necesito contarle lo que le había pasado a mi hijo de que había sido maltratado por la fuerza”. Tras eso, el domingo se puso en comunicación con el resto de los padres de los adolescentes, “porque siempre entendí esto como un apremio ilegal”, indicó.
Minutos más tarde apuntó que el lunes procedió a realizar la denuncia en la jefatura de policía acompañando a su hijo. “Este martes fuimos atendidos por el fiscal Lafourcade y nos garantizó la seguridad de nuestros hijos, teniendo en cuenta las amenazas que recibieron los chicos, donde llegaron a decirles que hasta les iban a poner droga en el auto para agarrarlos”.
Y advirtió que “los chicos se asustaron porque les dijeron que iban a pasar por sus casas. Que los iban a seguir. Noté que varios de los chicos tenían mucho miedo”, graficó.