Javier Aragón/ De la Redacción de UNO
La estafa que va a derivar en evasión y en lavado de dinero
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Paraná.- La causa judicial que investiga una serie de estafas de la que fueron víctimas un par de jubilados octogenarios, merced a la utilización ilegal de créditos con la tarjeta Argenta, derivaría en una causa por evasión fiscal y lavado de dinero por no menos de 20 millones de pesos.
UNO publicó días pasados que familiares de los abuelos de 80 años denunciaron que una mujer que los cuidaba los estafó en las compras de electrodomésticos y muebles por cerca de 10.000 pesos que fueron adquiridos a través de la tarjeta Argenta. El mecanismo delictivo fue fácil, les adulteró la firma para comprar los productos, las operaciones fueron descubiertas por los allegados de las víctimas cuando les comenzaron a llegar los descuentos.
La denuncia inicial involucró directamente a una mujer de 57 años que vive en el barrio Lomas del Mirador, pero derivó por la documentación localizada a una oficina de Buenos Aires al 100, sobre una cochera, donde personal de la División Delitos Económicos localizó una verdadera cueva financiera.
Los nombres propios comenzaron a rondar en la causa por lo que el fiscal de la investigación Gervasio Labriola, como la jueza de Garantías Marina Barbagelata dispusieron allanamientos con el fin de avanzar en la pesquisa.
En la requisa primaria en la casa de la acusada; de la Tarjeta Argenta en las oficinas del Correo en calle 25 de Mayo, como en el inmueble de Buenos Aires al 100 se secuestró valiosa documentación, folletos y carpetas con la idea clara que allí se daban créditos en un lugar que no tenía ningún tipo de cartelería identificatoria.
Altos de Ituzaingó
El fin de semana las autoridades judiciales ordenaron allanar cuatro propiedades más: dos en los denominados Altos de Ituzaingó en Paraná, como dos departamentos ubicados en la paqueta zona de Mitre y Santa Fe.
Los investigadores de Delitos Económicos encabezados por Diego Jazmín obtuvieron valiosa información que fue suministrada al fiscal y que anticipa que el verano “va a ser muy caliente” para los nuevos sospechosos que ya forman parte de la causa.
UNO supo por parte de las autoridades judiciales que por la documentación obtenida, como del testimonio de algunos testigos, se está en condiciones de ampliar la investigación no solo a las estafas iniciales, sino directamente a maniobras de evasión fiscal y lavado de dinero.
Es obvio que estos delitos deberán ser investigados por la Justicia federal, para lo cual el primer paso fue solicitar la intervención de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), quien cuenta con una división especializada en la detección de este tipo de fraudes económicos.
Con respecto a los procedimientos efectuados el fin de semana, se confirmó que se requisaron dos departamentos de los Altos de Ituzaingó, y los dos restantes en Santa Fe y Mitre.
En el primero de los inmuebles, que pertenece a una mujer de 68 años, se incautó material bibliográfico y documentación que acredita las sospechas sobre el hijo de la dueña del departamento. En tanto que en los tres restantes se hizo la constatación de domicilios de las oficinas donde supuestamente funcionaban las reparticiones de la denominada cueva financiera.
Se hizo saber que hay evidencias concretas de que en tales lugares funcionaban “empresas fantasmas” que no vendían productos, sino que ofrecían a diestra y siniestra créditos y financiamientos para la comunidad.
Lo que le llamó la atención a los investigadores y las autoridades judiciales es que los al menos tres acusados, formaban parte de “estos negocios” con un bajo o nulo control de los organismos especializados de la Provincia como de la Nación.
Operaban en el otorgamiento de créditos con pingües ganancias, sin tener que dar cuenta a nadie. La causa no solo es tratar de saber cómo lograron funcionar en la absoluta clandestinidad, sino también quién o quiénes aportaron el dinero a la cueva financiera de calle Buenos Aires.
De esta manera, se esperan en la causa informes telefónicos y los datos e informes de los bancos que operaban con los nombres propios que decían encabezar las empresas fantasmas.
Por el momento la investigación ingresará en un ritmo menos dinámico, pero las medidas judiciales buscarán conocer cómo los integrantes de esta organización se movieron durante al menos dos años con tanta “impunidad” en el mercado local.
La cueva financiera, se estimó, no solo autorizaba créditos sino también era utilizada para cambiar euros, dólares y reales.
Sin trabajo y sin profesión
Se mencionó a UNO que el hijo de la mujer que vive en los Altos de Ituzaingó es un muchacho que no tiene un trabajo fijo o cuente con una profesión. Lo que sí se estableció es que en los últimos años viajó una o dos veces en los 12 meses a los centros turísticos más importantes del mundo, como los países más excéntricos, tales son los casos de México, Dubai (Emiratos Árabes); Japón, India o China.
Los investigadores marcaron que era muy llamativo el nivel económico del muchacho, que no es abogado o médico, y logra llegar a lugares destinados a un sector muy privilegiado de la Argentina. Además se le detectó que posee en el ámbito financiero local seis cuentas bancarias para realizar importantes movimientos económicos
En tanto al restante sospechoso, que es conocido por el apodo, siempre se lo mencionó en algunas operaciones financieras en Paraná que terminaron con reclamos, afectados y situaciones confusas.