El último informe médico recibido en la Fiscalía de Feliciano, hace tres días, es una de las últimas pruebas incorporadas al legajo que tiene a Nicolás Santa Cruz como imputado del intento de femicidio de su expareja, Claudia Valdez. El hombre está a punto de ser enviado a juicio donde, en caso de llegar al debate, recibirá un pedido de pena de no menos de 18 años de prisión efectiva, que puede ser menos si confiesa y se llega a un acuerdo de juicio abreviado.
Están las pruebas para juzgar al hombre que baleó a la expareja y pedirían 18 años
Santa Cruz, de 53 años, no aceptó la decisión libre de Claudia, de 32, de separarse, luego de la violencia sufrida en la relación durante mucho tiempo. Incluso lo había denunciado un par de años antes, por lo que había recibido medidas de restricción. El 1° de agosto por la mañana la interceptó en un camino vecinal de San José de Feliciano y le disparó en la cabeza con un arma de fuego, adelante de su hija de 9 años y su bebé de 2 meses, que la mujer tenía en brazos.
Cuando pocos daban esperanzas de que Claudia se recuperara del daño que le provocó el proyectil en el cerebro, ella evolucionó favorablemente poco a poco en el hospital Masvernat de Concordia, y sobrevivió. Por eso, según informó a UNO el fiscal Ricardo Temporetti, la mujer pudo declarar como la principal testigo y relató su recuerdo de aquella mañana, lo que comprometió más aún la situación del acusado. Contó que iba con su hija y el bebé caminando por la ruta 2 (que une Feliciano con Los Conquistadores) hacia la ciudad cuando se cruzó con su expareja quien la atacó con el arma. Pese a recibir el balazo, pudo reponerse y caminar con los niños de regreso a su casa, donde otros familiares pidieron auxilio. Allí se desvaneció.
Además, en estos dos meses de la Investigación Penal Preparatoria se reunieron otros testimonios clave, fundamentalmente el de la niña, que presenció cómo su padre le disparó a su madre. La hija de ambos declaró en cámara Gesell ante una psicóloga y relató el episodio, lo cual se convirtió en otra evidencia incriminatoria para Santa Cruz. También han declarado los policías que fueron al lugar del hecho y se cruzaron con Santa Cruz, a quien detuvieron con el rifle en sus manos.
También hay otro testigo fundamental, que es un vecino que vive cerca de donde ocurrió el hecho, a unos 50 metros, escuchó el disparo y los gritos y observó cómo la mujer se levantó para regresar a su casa.
Como pruebas científicas se cuenta con el dermotest que dio positivo (presencia de pólvora en las manos del acusado), así como la sangre en sus prendas de vestir secuestradas que fueron analizadas.
Solo restarían algunos trámites formales previo a solicitar la remisión de la causa a juicio. Mientras, Santa Cruz se encuentra detenido en la Unidad Penal N° 1 de Paraná con prisión preventiva que fue dictada por el juez de Garantías Emir Gabriel Artero. La medida cautelar vence a fin de mes, y el fiscal ya adelantó que solicitará la prórroga de la misma hasta el juicio.
La imputación de la Fiscalía es por Homicidio doblemente agravado (por el vínculo y por violencia de género) en grado de tentativa. En caso de ir a un debate oral y público, el fiscal solicitaría una pena de 18 años de prisión. La sanción podría ser algo menor en caso de llegar a un acuerdo de juicio abreviado con la defensa, en el cual el hombre deberá confesar. Teniendo en cuenta la cantidad de pruebas en su contra, es la opción que aparece como la más probable que suceda en el transcurso de las negociaciones.