El barrio Los Pájaros de la ciudad de Concordia amaneció con un importante despliegue policial para múltiples allanamientos. Fueron en el marco de la investigación del asesinato del ciclista, ocurrido el domingo pasado a la siesta en el cruce de la ruta 4 y la autovía nacional 14. Apuntaron a una banda narco que hace muchos años domina la zona y que está enfrentada a la familia de la víctima, Matías Walton. Secuestraron una moto similar a la utilizada por los presuntos sicarios en el crimen. De este modo, se afirma la hipótesis del ajuste de cuentas por el comercio de drogas.
Crimen del ciclista: se afirma la pista de ajuste narco
Por José Amado
Gentileza Diario Río Uruguay
Gentileza Diario Río Uruguay
En el marco de las grandes dificultades que siempre presentan la investigaciones por homicidios que se cometen en el marco de disputas entre bandas narco, y más aún cuando actúan sicarios, la pesquisa por el homicidio de Walton avanzó durante la semana reuniendo evidencias que permitieron allanar varias viviendas en la mañana de ayer.
El fiscal Mauricio Guerrero solicitó y el Juzgado de Garantías ordenó unos 10 allanamientos en distintos domicilios que pertenecen a una banda narco liderada por un grupo familiar de apellido Vargas. Las requisas apuntaron a los líderes del clan, así como a colaboradores, entre familiares y soldaditos. Hay, en principio, al menos tres razones que permiten orientar las sospechas del homicidio hacia ellos.
La principal es que los investigadores pudieron establecer el recorrido de la moto en la cual dos hombres emboscaron y asesinaron a tiros a Walton, así como hirieron en un pie a su hermano Maximiliano Díaz. A través de un arduo trabajo de análisis de videos de cámaras de seguridad, lograron marcar el trayecto de la huida de los sicarios desde la escena del crimen en la zona oeste de Concordia hacia el barrio donde se produjeron los allanamientos, y que es territorio los Vargas desde hace mucho tiempo.
La segunda explicación es que esta familia vive cerca del grupo familiar de Walton, donde, como ya se ha informado, aparece su mamá Gladis Beatriz Miño, alias “Tica”, como la jefa, con ya dos condenas por narcotráfico, y con quien están peleados desde hace varios años, presuntamente por problemas relacionados al mercado de drogas y el control de la zona, según los datos recopilados por la Policía.
La tercera es más simple: la Tica ha dicho en distintos ámbitos durante esta semana que los responsables del homicidio de su hijo fueron los Vargas. Es más, habría prometido venganza.
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Aunque los cabos parecen ir atándose, todavía no hay nada dicho ni tampoco hay indicios suficientes para ordenar detenciones. Es que por ahora el panorama apunta a una posible orden de matar de parte de los sospechosos, pero los autores materiales de la ejecución están lejos de conocerse.
En este sentido, se informó a UNO acerca de un elemento que podría ser esclarecedor: en una vivienda secuestraron ayer una moto de 125 cc. con similares características a la utilizada por los asesinos.
Además, se incautaron numerosos celulares que van a ser peritados, de los cuales podría surgir información sensible para confirmar la línea principal de la investigación, o bien ir desechándola.
Cabe recordar que la muerte violenta de Walton (segundo homicidio del año en Concordia), ha causado preocupación por las características en que fue perpetrado: seis tiros acertados en una víctima de 13 disparados, todos ellos en movimiento; un muerto de dos por matar; un alto poder de fuego por el grueso calibre y cantidad de cartuchería; un evidente plan de seguimiento de las víctimas, de fuga y de ocultamiento sin dejar rastros; el horario para concretarlo, a plena luz del día. Son datos que preocupan porque advierten de la disponibilidad de personas para cumplir con encargos criminales de estas características.
Además, sucedió en el contexto de un enero con muchas balaceras en Concordia, y desde hace varios meses que se advierten usos de pistolas calibre 9 milímetros.