Hace seis años que ocurrió el asesinato de Cristian González, y esta semana el acusado es condenado a ocho años de prisión. Se trata de Dante Guillermo Hemmerling, de 30 años, quien en un juicio abreviado reconoció haberle disparado desde su caballo a la víctima en una balacera desatada en el barrio Gaucho Rivero de Paraná.
Condenaron a un hombre por un crimen en el Gaucho Rivero
A Hemmerling lo señalaron tanto los testigos presenciales del crimen como sus propios compañeros que participaron del tiroteo. Su situación era complicada, y ante la propuesta de realizar un juicio abreviado no dudó en aceptar, más aún cuando la pena negociada fue la mínima para el delito de Homicidio: ocho años de cárcel.
De este modo, el lunes se realizó la audiencia en la Sala 1 de la Cámara del Crimen de Paraná, donde el acusado, quien estuvo defendido por el abogado Alberto Salvatelli, y la fiscal Laura Catáneo, formalizaron el acuerdo ante el Tribunal. Hemmerling asumió su responsabilidad como autor del asesinato y evitó que transcurra un juicio con las diversas declaraciones testimoniales, ante el riesgo de que la Fiscalía solicite una pena mayor. Si bien los jueces Hugo Perotti, José María Chemes y Miguel Giorgio expresaron en principio su conformidad con el acuerdo, habrá que esperar que dicten la sentencia correspondiente.
Carga de caballería
El homicidio ocurrió el 22 de julio de 2006 por la noche. En la investigación del hecho declararon varios testigos presenciales, y al principio hubo cuatro sospechosos. Luego la circunstancia de la balacera se fue esclareciendo hasta quedar dos acusados: Hemmerling, quien entonces tenía 24 años, por el asesinato, y Oscar Manguera Montenegro, un verdulero que tenía 22, por el delito de Abuso de arma.
Según el relato de algunos de los protagonistas del sangriento episodio, aquel día pero por la tarde los hermanos Montenegro y Hemmerling estuvieron el barrio El Perejil, tomando bebidas en el quiosco de un tal Petaco. Luego, por la invitación de otro sujeto, se subieron a sus caballos para ir hasta el barrio Gaucho Rivero por algunos asuntos pendientes.
En total eran cinco hombres (uno no identificado) en cuatro caballos, uno tobiano y tres tostados. Alrededor de las 20, llegaron a la calle 1008, y de una vivienda salió Cristian González y atrás su hermano Sebastián, que iban a la casa de un vecino a buscar a sus hijas que estaban en una fiesta de cumpleaños. Pero no pudieron llegar, porque los jinetes desenfundaron armas cortas y largas y comenzaron los disparos.
Cristian recibió un tiro en el pecho (región torácica derecha), proveniente de una pistola 9 milímetros. Al sentir el balazo se tomó el pecho, caminó unos pasos hacia su casa y cayó en la calle. Minutos después falleció, a los 19 años. Sebastián, por su parte, también recibió unos disparos, por lo que fue llevado al hospital San Martín, pero como las lesiones eran leves se retiró enseguida.
En sus declaraciones indagatorias los hermanos Montenegro mencionaron que habían sido atacados a tiros por un tal Ñoño González, por lo que respondieron. Pero tanto ellos como los demás testigos presenciales no dudaron en afirmar que fue Hemmerling quien le disparó a la víctima.
Como se indicó, Hemmerling aceptó la condena por Homicidio, en tanto que Montenegro, por el Abuso de arma, solicitó la suspensión del juicio a prueba (probation), que le sería otorgada. Es decir, evitará ser juzgado a cambio de cumplir con tareas comunitarias.