Desde el domingo un sector de la Villa 351 de Paraná es territorio de enfrentamientos entre dos grupos familiares. Hay custodia policial, pero igualmente cada vez que se cruzan integrantes de cada familia se agarran a piedrazos. El asesinato de Matías Ariel Godoy, ocurrido el sábado a la noche, profundizó las diferencias y no parece haber perdón ni reconciliación. El acusado del crimen, Mario Sotelo, fue imputado y enviado a la cárcel por 30 días con prisión preventiva. Pero esto igualmente no apaciguó los ánimos y se teme que las represalias lleguen con más sangre.
Acusado de matar al vecino fue enviado a la cárcel, pero sigue la tensión en la Villa 351
Fuentes policiales informaron a UNO que, si bien el núcleo familiar de Sotelo abandonó las viviendas que ocupaban en el sector medio de la Cortada 351 (que inicia en avenida De las Américas y finaliza en avenida Ramírez), el resto de los parientes sigue viviendo allí. Se trata principalmente de los Argarañaz, familiares de la pareja del imputado por el homicidio. Entonces, cada vez que hay algún cruce cercano entre ellos y familiares de los Godoy, hay problemas.
Ayer antes del mediodía hubo otro enfrentamiento, donde algunos mencionaron que hubo disparos, lo cual no fue confirmado por la Policía. Lo que sí se observa es que se arrojan con elementos contundentes de un lado a otro, varias veces por día desde la misma madrugada el domingo, cuando incluso quemaron un auto Peugeot 408 como venganza. En el medio están los policías destinados a resguardar el sector y que no haya más víctimas, y por cómo viene la situación nadie sabe bien hasta cuándo se deberán quedar allí.
Sobre la causa judicial que investiga el asesinato de Godoy, se informó a UNO que el fiscal Martín Wasinger imputó a Sotelo, de 50 años, por el delito de Homicidio simple. La hipótesis de la acusación, sustentada en los testimonios y otras evidencias reunidas por personal de la División Homicidios y los peritos de Criminalística, está bien encaminada.
Luego de la imputación, donde Sotelo se abstuvo de declarar, en una audiencia realizada el martes al mediodía, se discutió qué medida cautelar debía pesar sobre el imputado.
El fiscal le solicitó a la jueza de Garantías, Marina Barbagelata, que se dicte la prisión preventiva en la cárcel por el término de 45 días. Por su parte, los abogados defensores, Héctor Toloy y Joaquín Pérez, solicitaron que la preventiva sea en carácter de arresto domiciliario, monitoreada con tobillera electrónica y ofreció para ello una vivienda en otro sector de la ciudad.
La jueza resolvió que la medida, a esta altura de la investigación, debía ser la prisión preventiva en la Unidad Penal N° 1 de Paraná, pero por un tiempo menor al pedido por el fiscal, de 30 días. De todos modos, una vez vencido ese plazo la medida se revisará y podría prorrogarse.
Se aguarda conocer cuál será la versión defensiva, en la que no se descarta que se argumente la legítima defensa, ya que esa noche se produjo un tiroteo en la vivienda.