Sin testigos presenciales, pero con numerosos indicios, el caso del homicidio del pescador de Diamante Osvaldo Lalo Ricle, cumple un año sin demasiados avances en la causa, aunque con la esperanza de la familia de poder ir pronto a un juicio para buscar condenar al principal sospechoso: Claudio Correa. Los familiares de la víctima se constituyeron como querellantes en la causa, con el abogado Pedro Fontanetto D’Ángelo, quien tras analizar el caso afirmó a UNO: “Por las pruebas que hay en el expediente, estoy convencido de que a Ricle lo mató Correa”. En tanto, la hermana del hombre asesinado, Laura, expresó que este año “ha sido muy difícil”, al tiempo que agradeció el apoyo y acompañamiento de muchos diamantinos, sobre todo a sus padres.
A un año del homicidio del pescador Ricle: "No dudo que lo mató Correa"
Por José Amado
El 10 de julio de 2019 Ricle, de 33 años, cruzó a la isla frente a la ciudad de Diamante donde tenía su parada. Antes había estado en un bar de la costa, en la zona conocida como la azotea, junto a Correa, quien también es pescador. Ambos partieron en la lancha de Lalo por el río Paraná, y no se supo más nada de él hasta 11 días después, cuando encontraron su cuerpo sin vida cerca de la isla. Inicialmente, muchos (menos la familia Ricle) pensaban que se había ahogado, pero un par de días después la autopsia encontró la puñalada que había sufrido en el pecho.
La hipótesis principal en la causa es que, al llegar a la isla donde Correa tenía su ranchada, este le asestó una puñalada a Ricle, arrojó su cuerpo al arroyo y empujó la lancha.
“Cuando encuentran la lancha, el motor no estaba levantado, evidentemente estaban estacionando”, considera el querellante.
En la causa está imputado otro hombre, de apellido Ruiz Moreno, cuya participación no está del todo clara y quizás podría ser un testigo. Tuvo declaraciones contradictorias, pero una de ellas incriminaría a Correa.
Una de las pruebas más interesantes es un informe de Bomberos de General Ramírez, que participaron de la búsqueda con un perro de rastreo, que marcó dos veces la presencia de Ricle, primero a 150 metros y después a 25 metros de la ranchada de Correa. Luego, cuando remueven el agua sale a flote el cuerpo de la víctima, a 20 metros de la ranchada, aunque logran levantarlo a unos 150 metros debido a la acción de la corriente. La canoa, a su vez, apareció al final de ese arroyo.
“Voy a pedir una inspección ocular en el lugar del hecho con Prefectura. Quiero ver el cauce del río, cómo es la corriente, dónde encontraron el cuerpo. Quiero ver dónde marcó el can, a cuántos metros estaba la ranchada de Correa, si desde ahí el cuerpo y la lancha podrían haber tomado otro cauce que no sea el arroyo El Biguá”, dijo Fontanetto D’Ángelo.
Por otro lado, el abogado consideró que una sola persona sería la autora del asesinato, ya que la víctima recibió una sola puñalada, y se trata de un “hábil cuchillero”. En este sentido, indicó: “Tengo pensado citar a declarar a un especialista en cuchillos. Porque los testigos dicen que a Correa se le cayó un cuchillo de la bota (con determinadas características, en un bar de Diamante), y quiero ver si ese tiene las dimensiones de la herida. La autopsia dice que la hoja debería medir más de dos centímetros de ancho por alrededor de 30 centímetros de largo”.
En este sentido, se destaca el testimonio del dueño del bar donde habían ido a comprar cerveza esa noche, quien dijo que a Correa se le cayó de la bota un facón.
Además, otro testigo dijo que al día siguiente al hecho, cuando Ricle estaba desaparecido, Correa ya no tenía el mismo cuchillo que usaba siempre.
Respecto de la situación de Ruiz Moreno, el querellante sospecha que “puede ser que haya sabido (que Correa lo mató) y lo encubrió, eran compañeros de la ranchada”.
La causa está actualmente a cargo de la fiscal Sofía Patat. Correa estuvo detenido poco tiempo, y luego quedó en libertad, medida que motivó en su momento una marcha de repudio por parte de familiares de la víctima.
“Se ha hecho largo”
“Tenemos pocos avances, los acusados siguen en libertad, esta es una ciudad muy chica y tuvimos la desgracia de encontrarlos varias veces”, dijo a UNO Laura Ricle, hermana de Lalo.
Consultada acerca de cómo han transitado este año desde el día del hecho, contó: “Se ha hecho difícil, muy difícil”, aunque agradeció: “Hay muchas familias que nos han acompañado y nos siguen acompañando, más que nada a mi papá y mi mamá, que son personas grandes y se les ha hecho difícil. Estamos muy conformes y agradecidos, hay gente que sigue preguntando, apoyando, nos dicen ‘vamos a hacer una marcha’, pero no pudimos hacer nada por la pandemia”.
Respecto de la causa judicial, la mujer expresó que ante los pocos avances e información que han tenido, decidieron constituirse como querellantes, y ahora sus expectativas se renovaron. Están a la espera de las novedades que se puedan producir en las próximas semanas ante las medidas que serán solicitadas.
“Se ha hecho largo y quisiéramos que avance, queremos que se haga justicia, pero hacerlo bien”, dijo Laura, y anticipó que cuando pase la emergencia sanitaria volverán a efectuar su relamo de justicia: “Vamos a salir y hacernos escuchar”.
Cabe recordar que al inicio de la causa se perdió tiempo valioso, y probablemente algunas pruebas claves, pero creen que podrán lograr una condena.