Se realizó ayer la quinta Tribuferia que fue organizada por la Tribu del Salto sobre el espacio recuperado en calle Nogoyá, a unos metros de calle La Rioja.
Pasó la quinta Tribuferia y dejó una imagen llena de futuro


El comienzo se anunció para las 17 pero los puesteros llegaron unos minutos más tardes mientras que la gente comenzaba allegar despacio y sin apuros.
Dos mujeres fueron de las primeras en recorrer los puestos y llevaron sus bolsas de las compras entendiendo el concepto ecológico.
Llegando por Nogoyá, desde el centro, el primer puesto era el de Carmen, Licores Artesanales que recibió decenas de consultas porque muchos de los compradores pensaban que vendía miel. En realidad ofreció, como en las ferias anteriores, licores de naranja, limón, menta, mandarina, huevo, anís, café, dulce de leche, chocolate, durazno, frutilla, chocolate blanco, carozos de duraznos, uva y Baylis (65 pesos) la botella de 375 centímetros cúbicos). También vendió mermeladas (limón, frutilla, uva, naranja, tomate y calabaza), dulces (quinoto y mamón) y almibares de limón, naranja y uvas. Paola, “la de los licores” advirtió que no es muy amiga de las fotos y que prefiere que salgan sus productos. Ella es una emprendedora que pasó por la Facultad de Ciencias Económicas en donde entendió la importancia del packaging. Hace un tiempo le encargó la imagen a una diseñadora y está recogiendo los frutos de un esfuerzo que ya tiene siete años.
La feria es uno de sus canales de ventas más importante y también una posibilidad de contactos para luego “anotar” encargues. Hace un tiempo que utiliza Facebook/Carmen Licores-Conservas para vender sus creaciones.
Entre sus compañeros, en la Tribuferia también vendieron sus productos los integrantes de Tentacuidate. Ofrecieron muffins, galletas surtidas. budincines (naranja, limón, zanahoria) y pan de banana. Todo con harina integral, sabroso y a muy buenos precios.
En otro sector se colocaron ollas, cazuelas, portasahumerios y diferentes objetos fabricados con barro. Ideales para una nueva forma de entender la cocina, más saludable. Instrumentos perfectos para cocinar los productos que vendieron los activistas de Orgánica Paraná que se caracterizan por impulsar la comida crudivegana y la cocina solar. Los que estaban muy contentos fueron los miembros de Desvío a la Raíz porque en pocas horas vendieron la mayoría de las verduras frescas que trajeron desde las huertas que cultivan a 30 kilómetros de Santa Fe capital.