Sebastián Villa volvió a ser noticia en las últimas horas luego de que se conociera que se está entrenando con un equipo del ascenso de España mientras continúa siendo jugador de Boca. El colombiano, quien está condenado en primera instancia por amenazas coactivas y lesiones leves agravadas contra su expareja, está en conflicto con el club tras enviar una nueva carta documento en la que se consideró libre y no volvió a presentarse.
Villa se entrena con un equipo del ascenso de España
El delantero trabaja junto al plantel del Unión Deportiva Lanzarote, de la Tercera RFEF de España, que milita en la quinta categoría del fútbol de aquel país y cuenta con algunos argentinos en su plantel, a la espera de que se resuelva su futuro. Un nuevo gesto de rebeldía que escala el conflicto entre las partes y cada vez hay menos chances de que esto no re defina en los Tribunales. A fines de la semana pasada, los abogados del jugador presentaron una nueva carta documento en la que informaron que se consideraba en libertad de acción y desde entonces no volvió a presentarse en el predio de Ezeiza pese a que tiene contrato vigente.
Lo que argumentaron es que al colombiano no le otorgan los derechos para ejercer su trabajo al no permitirle competir oficialmente, por lo que ya puede declararse futbolista libre. Es que si bien nunca fue separado del plantel del Xeneize, desde que recibió la condena no ha vuelto a ser convocado por decisión del club. De todos modos, desde el Xeneize siguen manteniendo la postura inicial de que le brindaron todas las herramientas para que continuara entrenándose. Incluso, cuando el colombiano comenzó el litio estando en su país, Boca respondió exigiendo que se presentara en Ezeiza a cumplir con sus obligaciones laborales, algo que Villa hizo hasta marcharse nuevamente.
Por lo pronto, en Boca tienen decidido llegar a las últimas consecuencias y no le darán la carta de libertad al jugador. Desde que comenzó el mercado de pases aguardan una oferta para venderlo, pero más allá de un sondeo de Arabia Saudita, nunca llegó un ofrecimiento formal.