El Club Atlético Estudiantes de Paraná vivió ayer su Fan Fest por los 90 años del rugby en la institución y abrió la tumba para continuar el legado. Es una historia rica del deporte en Entre Ríos y el impulso que tomó desde el primer partido a hoy, 2024, con millones de desafíos realizados, objetivos trazados y metas cumplidas.
Estudiantes descubrió la tumba y celebró el 90° aniversario del rugby en el club
Como es costumbre y cada 10 años, Estudiantes abrió la tumba que cuenta con más de 100 botellas de whisky para los capitanes, familiares y amigos.
Por Alan Barbosa
El evento, como es tradicional desde hace 40 años, comenzó con la apertura de la famosa tumba. Esto lleva consigo una tradicional historia que se desarrolla de la siguiente manera: abrir la tumba es una costumbre que se fue arraigando con las décadas en el CAE y que cada vez se aguarda con expectativa por la simbología que contiene.
Este acontecimiento muy particular nació en 1984 con motivo del festejo de los 50 años de rugby, cuando un grupo de ex jugadores pergeñó esta idea para que se arraigue y se profundice la identidad del rugby Albinegro y que perdure en el tiempo. Fue así que nació la Tumba, un pesado ataúd de hormigón armado que cobija y conserva bajo la tierra 100 botellas de whisky con mensajes que se van renovando cada década.
El tótem subterráneo fue ubicado al pie del mástil que se erige muy cerca de la cancha de rugby en la sede central del Parque Urquiza. En su interior también se depositaron en el origen 10 botellas más destinadas a los capitanes de la Primera División de cada año terminado en cuatro (1994, 2004, 2014, 2024, 2034, 2044, 2054, 2064, 2074 y 2084), lo que coincide con los festejos de las nuevas décadas de la disciplina en el club. De esta forma se dejó una proyección y un firme compromiso para que el rugby en el club se extienda y perdure a través de los siglos.
En el inicio de la significativa tradición le tocó a Carlos Lescano, (capitán en 1984), colocar las primeras 10 botellas para los futuros capitanes de las diez décadas siguientes. En 1994, Ramiro Ferreira fue el primer capitán en recibir una de esas botellas y colocar otra para el capitán de 2094. Luego, Pedro Raiteri, capitán en 2004, también tuvo la fortuna de recibir una de esas botellas y colocar otra para el capitán de 2104. En 2014, Juan Manuel Lescano, quien era el capitán, tuvo la distinción de recibir el legado que dejó su padre en 1984, como así también colocó una botella para el capitán de 2114.
Ayer, Facundo Ferrer fue el encargado de recibir su botella colocada en 1984 por Carlos Lescano y la reemplazó por otra con el respectivo mensaje para el capitán de la Primera del 2124. Por otra parte, en 2014 también se dejaron notas plastificadas y mensajes de padres a hijos del rugby que fueron leídos durante la jornada de ayer, que contó con la presencia de más de 500 personas.
Luego del emotivo momento que congregó a los presentes alrededor de la tumba, llegó la hora de salir a la cancha. En primera instancia jugó la Reserva del CAE ante la Primera de Tilcara y el plato fuerte se dio entre la Primera División de Estudiantes y un combinado Invitación XV. El Albinegro formó de esta manera: Valentín Haiek, Ramiro Gurovich, Francisco Florean, Fernando Ugalde, Facundo Ferrer, Franco Vartorelli, Felipe Villagran, Lisandro Uranga, Simón Bollo, Santino Uranga, Augusto Perren, Mateo Santana, Bruno Heit, Bautista Lescano y Santo Lescano. Los suplentes: Mateo Martínez, Otto Sagemüller, Diego Correa, David Londero, Ezequiel Genzelis, Román Martínez, Bruno Ugalde, Justo Zorzet, Agustín Bustos, Basilio Cañas, Juan Manuel Lescano, Tomás Maiztegui, Juan Pablo Cubasso y Gonzalo De Basily.
Los invitados fueron estos: José Canuto (CRAI), Santos Juarez (CAC), Luciano Simino (CRAI), Bruno Stopello (Tilcara), Roberto Figueroa (Tilcara), Gonzalo Del Pazo (SFRC), Fabián Frustagli (SFRC), Germán Sabio (Tilcara), Francisco Ploder (CRVB), Manuel Berstein (CRAI), Manuel Todaro (UNI R), Lucas Malanos (Plaza), Franco Cuminetti (BarcelonaPlaza-CAE), Santiago Quirelli (SRFC), Augusto Guillamonde gui (CAC), Valentino Di Capua, (Duendes), Pedro De Haro (Plaza), Tomás Ozuna (Rowing), Ignacio Rizzi (CAC), Lautaro Cipriani (Tilcara), Mateo Baroli (Rowing), Juan Cruz Strada (SFRC) y Lautaro Corzo (UNI R).
Posterior al desarrollo de los amistosos llegó el turno del desfile de camadas. Este momento emotivo tuvo en un mismo escenario a las generaciones que dejaron su huella en la institución y a aquellas que tienen un futuro por delante defendiendo los colores blancos y negros. La tumba se cerró antes de que se esconda el sol, con más de 100 botellas guardadas con sus respectivas cartas que se abrirán en el 2035.
La palabra del presidente de la Subcomisión
Carlos Cubasso, presidente de la Subcomisión de rugby del Club Atlético Estudiantes, habló con UNO al respecto del acontecimiento histórico que tuvo lugar en la sede principal de la institución paranaense. “Tengo sensaciones totalmente desencontradas. Emoción por un lado y tristeza por el otro debido a los que ya no están. En este caso, tengo amigos que hoy ya no están y les dejaron la carta junto a la botella de whisky. De eso se trata esto, de dejar legado en Estudiantes. Esto es un evento que se repite cada 10 año, en el que se juntan todas las edades y las camadas de hace 90 años. Esa es la historia del club”, comenzó.
“Este club es tan rico y es inagotable que seguimos haciendo historia. Cada 10 años se abre la tumba y se vuelven a enterrar mensajes y botellas de whisky que jugadores, familiares y amigos se dejan entre sí y dejan para sus hijos o nietos”, agregó Cubasso respecto a esta fiel tradición que se mantiene con el paso de los años.
Por otra parte, el presidente de la Subcomisión de rugby contó que una de las botellas que salieron a la luz ayer había dejado el para sus hijos: “Hace 10 años les dije a mis hijos que no sabía si iba a estar presente. Es la realidad, la vida misma. Por suerte pude estar para leer la carta todos juntos. En ese momento, yo le dije a mis hijos que tenían 16 y 12 años que sean felices. A uno le desee éxitos, que sea un abogado exitoso y que juegue en el plantel superior y al otro, por una cuestión de edad, que sea feliz y juegue en el plantel superior. Hoy los dos forman parte de la Primera División y el que tenía 16 años es abogado. También mi otro hijo está ligado al básquet del club así que yo muy orgulloso”.
“En Estudiantes cada uno deja un pedacito de historia, un pedacito de legado y un pedacito de ese ADN que tiene el Albinegro. Sinceramente, son poco los clubes que tienen estas características de llevar a cabo una cosa de esta magnitud y que se vaya renovando cada 10 años. La gente que ha venido de afuera te felicitan y felicitan a los precursores de todo esto”, agregó Cubasso.
“Esto tiene que ver con el crecimiento constante del club, de las disciplinas, principalmente, por supuesto, el rugby que en estos últimos años ha logrado cosas increíbles. Fueron muchos éxitos importantes lo que se ha logrado durante estos últimos años. Tanto en lo deportivo como en la infraestructura de la institución. El club siempre tuvo constancia y buenos resultados a fin de temporada pero siento que estamos transitando el mejor momento del rugby en la historia”, dejó en claro el mandatario de la subcomisión.
“Se están celebrando muchas cosas que se vienen trabajando hace muchísimo tiempo. No es que esto sea de hoy o de ayer, sino que es de 90 años de historia. Ahora nos queda seguir proyectando para el año que viene. No paramos nunca. Este club no para, tampoco te permite parar. La gente te hace sentir esa intensidad porque se acercan, quieren trabajar, quieren hacer, quieren colaborar. La verdad que estoy muy contento porque la parte que a mí me toca es ser hoy el presidente de la subcomisión y que todo el club está apoyando esta historia me siento muy conforme, contento en lo que estoy haciendo”, cerró Carlos Cubasso, conmovido por ser parte de la rica historia que tiene el rugby del Club Atlético Estudiantes de Paraná.
Facundo Ferrer recibió el legado
El portador de la cinta en la Primera División del rugby en el Club Atlético Estudiantes es Facundo Ferrer, quien tuvo la “suerte” de continuar con el legado que dejaron hace 40 años para los capitanes de la institución. A raíz de ello, UNO dialogó con el deportista, quien muy feliz opinó: “Ser parte de una tradición de un club con tanta historia y haber tenido la suerte, porque no es más que suerte que justo me toque ser capitán este año, me llena de orgullo y me da mucha alegría . Va a ser un recuerdo que voy a guardar para toda la vida”.
“El hecho de ser el capitán habla del trabajo que hay detrás. Fueron y son muchos años ligados a este hermoso deporte. Siento que es el broche perfecto, no sé si para cerrar, pero por lo menos para retirarme tranquilo cuando lo tenga que hacer”, agregó Ferrer al respecto de lo vivido en la jornada de ayer.
“Es hermoso ver tanta gente que se congrega con un fin. El hecho de buscar un punto de encuentro está buenísimo. Este tipo de cosas nos hacen fuertes y, además, nos hace distintos al resto en ese sentido”, contó Ferrer respecto a las más de 500 personas que se acercaron para presenciar la apertura de la tumba.
“Siempre se espera este momento. Yo la vez anterior no había podido estar, así que estoy muy contento por participar de esta edición. Siempre agradecido con esta institución que me forjó como persona y jugador de rugby. Todos estos logros son frutos del gran trabajo que realizan todos los que están ligados al deporte. Desde los jugadores, pasando por la subcomisión, dirigentes e hinchas”, cerró el capitán de la Primera División.