Patronato regresó a la capital entrerriana con una unidad luego de su estadía en Zárate. Sumar en calidad de visitante no es un premio menor en un certamen que se caracteriza por lo competitivo y las fuertes localías. En sus escenarios los rivales de turno se agrandan y se potencian al recibir a equipos que cargan con el cartel de candidato al ascenso como el campeón de la Copa Argentina.
El precio que pagó Patronato por no haber golpeado primero
El Rojinegro debió remar desde atrás para obtener una unidad en territorio bonaerense. Defensores Unidos, el modesto equipo que está dando sus primeros pasos en la divisional, golpeó primero a través de uno de sus referentes: Martín Giménez. Sobre el cierre de la etapa final Enzo Díaz cambió penal por gol para decretar el empate del Santo.
El elenco de barrio Villa Sarmiento retrocedió en el juego en relación al choque ante Guillermo Brown de Puerto Madryn. Asimismo gozó de situaciones para inflar la red cuando el marcador estaba cerrado. Esas acciones desperdiciadas fueron determinantes en el resultado final del encuentro. Así lo entendió el entrenador de Patrón, Walter Otta.
“El partido se debió haber abierto con las dos situaciones que tuvimos antes del gol de ellos. Con esas situaciones podríamos haber logrado la ventaja que nos hubiera permitido manejar el trámite del partido. Ellos encontraron el gol en un momento en el que el partido estaba chato con un calor agobiante. Se hizo muy difícil ver el esfuerzo tremendo que los jugadores realizaron para soportar la temperatura”, remarcó el DT del Rojinegro, en declaraciones a La Mañana de La Red.
“Es muy pareja esta categoría. Por momentos se hace muy difícil tener volumen de juego porque es todo muy trabado, muy friccionado. Por eso cuando se presentan las situaciones de gol hay que aprovecharlas. Con espacios somos un equipo que podemos lastimar de mitad de cancha hacia adelante. Cuando la cancha no está muy bien y el rival presiona se complica mucho. Es más difícil entrar cuando un equipo está cerrado. Esto es tan parejo y cambia cuando tenés la posibilidad de manejar el resultado”, añadió.
Defensores Unidos lastimó a través de la receta que mayores réditos le dio en la campaña que decretó su ascenso al Nacional: las segundas jugadas. “Sabíamos que nos podían lastimar a través de pelotazos frontales a su número 9 (en referencia a Martín Giménez) que es un jugador de mucha experiencia y mucha altura. En esta categoría todos los equipos tienen algún jugador desequilibrante. Giménez lo es, tuvo una tarde muy buena y nos complicó bastante. Asimismo tuvimos las chances más claras, pero no logramos abrir el marcador. Eso hubiera cambiado el trámite del partido”, reiteró.
En relación al premio obtenido, Otta no minimizó el punto, pero aclaró que Patronato necesita encontrar en la brevedad la victoria. “Deberíamos haber ganado por el hecho de no haberlo hecho de local. Asimismo sumar siempre es bueno porque esto es muy largo. De todos modos necesitamos ganar para comenzar a demostrar para qué nos preparamos. Entendemos el contexto en el que se jugó el partido y la motivación que tuvo el rival. Tengo una amistad con el cuerpo técnico del CADU y para ellos fue la final del mundo. Fue el debut como local en la categoría, pero además fue histórico enfrentar a Patronato con lo significó haber salido campeón de la Copa Argentina. Para ellos era una final, lo tomaron de esa manera y entregaron un plus. Después el calor y la cancha a ellos los favoreció mucho más porque se hizo más lento en el traslado. De esa manera fue difícil encontrar los espacios”, detalló.
El siguiente desafío será el viernes ante San Martín de San Juan en el estadio Pedro Mutio. Será un choque entre equipos que buscarán elevar por primera vez la bandera del éxito. “San Martín se reforzó bien, tiene buen equipo. Cuenta con un entrenador con un buen pasar en Brown de Madryn. Por más que no haya ganado será un partido difícil porque tiene buenos futbolistas. Nosotros deberemos tener una buena tarde para aprovechar y ganar como local”, aspiró.
La corta semana de trabajo le permitirá enfocar rápidamente la mira en el desafío que se avecina, pero especialmente en intentar sacarse la espina clavada por no haber conquistado las tres unidades en los dos juegos disputados en el certamen. “Es bueno que se juegue rápido el próximo encuentro porque nos quedamos con el sabor amargo. Si hubiéramos abierto el marcador en Zárate hubiera sido otra la situación. Estuvimos cerca, pero no se pudo. De todos modos estamos convencidos de que tenemos un buen equipo y que los jugadores están comprometidos”, aseveró.
El partido ante el Santo sanjuanino será el segundo cotejo que Patronato oficie de anfitrión en cancha de Atlético Paraná. Los entrenamientos realizados en barrio San Martín le permitirán adaptarse a las dimensiones del escenario ubicado en barrio San Martín.“El campo está muy bueno, pero tiene dimensiones distintas a la del Grella. Cuando jugamos Copa Argentina en el estadio de Colón el equipo encontró los espacios y manejó la pelota con mayor tranquilidad. En estos dos partidos nos costó, pero es lo que tenemos, nos tenemos que acostumbrar y hay que ganar. Cuando lleguen los triunfos la tranquilidad y el juego aparecerán más seguido”, concluyó.