El fértil matrimonio entre las computadoras y la música es una vieja canción. Nada nuevo en la parte instrumental, véase la mayoría de música electrónica producida hoy día, ni como generador de patrones musicales en la música más experimental de compositores como Iannis Xenakis.
Una computadora compone música clásica en minutos
Sin embargo, la relación acaba de dar un nuevo paso en la creación musical y en el desarrollo de la inteligencia artificial. Iamus, un ordenador de 1.600 procesadores diseñado por investigadores de la Universidad de Málaga, puede componer en escasos minutos más de un centenar de piezas, incluidas obras sinfónicas difícilmente atribuibles a un ordenador.
El ordenador Iamus
La máquina, que construye sus creaciones mediante un algoritmo, está especializada en música clásica contemporánea. De hecho, sus obras, plagadas de disonancias, podrían sonar a compositores como Ligeti o Krzystof Penderecki, según el escritor Philip Ball (autor de El instinto musical). Pese a la frialdad del tipo de composición, los creadores del proyecto le atribuyen la capacidad de generar emociones musicales y de reconocer la dificultad que entraña para el ser humano la interpretación (como que un músico no pueda tocar 10 notas a la vez).
Como la genética
“La complejidad de una obra musical es comparable a la de un organismo y podemos simular dentro del ordenador la manera en que una información como la genética es capaz de desarrollarse hasta dar una forma final que es una composición musical”, explicó ayer Francisco Vico, catedrático de Ciencias de la Computación en Inteligencia Artificial en la rueda de prensa de presentación.
Para añadir un componente humano a la música, Melomics Records (la discográfica fundada para editar la música de Iamus) pidió a la London Symphony Orchestra que grabase una de las piezas. El resultado es un disco interpretado por solistas de primer nivel y dirigido por Borja Quintas.
The Guardian, hizo durante el mes de julio un test entre sus lectores para que acertaran cuál de entre cinco piezas era la compuesta por un ordenador. Tres de cada cuatro encuestados no identificaron la obra de Iamus. Y eso que era la primera que compuso (Hello world) y, según sus creadores, “tiene menos variedad cromática que las posteriores”. En cualquier caso, sus padres no creen que los compositores deban sentirse amenazados. Iamus será solo un complemento para evolucionar sus técnicas.