Las medidas para evitar el avance del coronavirus en el país afectaron seriamente la economía de diversos sectores. En más de cuatro meses hay trabajadores que perdieron sus fuentes de ingreso y otros que sufrieron el recorte de sus salarios; también cuentapropistas sin poder brindar sus servicios y propietarios de empresas que al verse impedidos de continuar con sus actividades habituales se endeudaron drásticamente. Una nueva grieta se abrió entre quienes están a favor de la estricta cuarentena y quienes son sus detractores. Y en medio de esta costumbre argentina de la bipolaridad, la gente que la pasa mal espera una respuesta. Pero da la sensación de que escasean las ideas para encontrar la salida a esta crisis que trajo la pandemia y que se profundizó con el correr de los meses.
Miradas: La solidaridad de Patiño
Por Vanesa Erbes
En esta batahola de personas luchando para no caerse del sistema, hay propuestas que suenan, al menos, raras. Como la que impulsa el diputado nacional de Juntos por el Cambio, José Luis Patiño, quien hace poco presentó un proyecto de ley en la Cámara baja del Congreso de la Nación para eliminar los feriados que restan del año y convertirlos en días no laborables.
El legislador pretende hacer creer que esta iniciativa ayudará “a dinamizar la reactivación de la economía en un contexto de crisis, que se vio agravada por la cuarentena de más de cuatro meses decretada por el Gobierno”.
En el primer artículo del texto, expresa: “Conviértanse excepcionalmente en días no laborables en los términos del artículo 167 de la Ley N° 20.744, y solo para el presente año, los siguientes días feriados nacionales trasladables establecidos por la Ley N° 27.399: 17 de agosto: Paso a la Inmortalidad del General Don José de San Martín; 12 de octubre: Día del Respeto a la Diversidad Cultural; 20 de noviembre: Día de la Soberanía Nacional”.
También propone convertir “excepcionalmente en día no laborable para todos los habitantes de la Nación Argentina que profesen la religión católica, y solo para el presente año, el feriado nacional del 8 de diciembre establecido por la Ley N° 27.399” y suspender la facultad del Poder Ejecutivo Nacional para fijar días feriados no laborales destinados a promover la actividad turística”.
Si bien pretende con esta nimia iniciativa “ayudar” y ser solidario con los empresarios y comerciantes, que en caso de abrir sus fábricas, negocios y demás espacios de trabajo un día feriado pueden requerir que sus empleados vayan a trabajar sin pagarles el importe extra que les corresponde, hay que remarcar que se les está metiendo la mano en el bolsillo a los laburantes.
Patiño debería darse cuenta de que en tiempos en que las paritarias de cuantiosos sectores se mantienen irresueltas y hacen mil malabares para llegar a fin de mes, muchas veces suman una moneda que los salva trabajando esos días en los que el legislador seguro descansa. Hay que superar de una vez esa cómoda postura de quitarle siempre al que con el sudor de su frente lleva el pan a su mesa.