¿Qué es el respeto? Según su significado es la consideración y valoración especial ante alguien y algo, al que se le reconoce valor social o especial deferencia. También es uno de los valores fundamentales que el ser humano debe tener siempre presente a la hora de interactuar con personas de su entorno. Partiendo de esta base, me veo en la obligación moral y profesional, mediante este escrito, de tener que comparar dos situaciones totalmente opuestas dentro de un deporte pasional y hermoso como es el fútbol.
Miradas: El respeto, ante todo
Por Andrés Martino
Diganwhiskyfotograafia
El respeto, ante todo. Alvaro Remy con el balón, luego terminó quebrado en una clínica donde aún permanece.
En una el respeto del que hablamos estuvo a la orden del día; en la otra, donde me tocó ser testigo activo, lamentablemente sucedió todo lo contrario.
Vamos con la buena, donde todo estuvo bien y se hizo lo que corresponde. Pasó en Diamante. Fue en el marco de la séptima fecha del torneo de Primera División de Diamante denominado Héroes de Malvinas donde un jugador de San Martín, Nicolás Alcorcel, anotó un récord increíble de 15 goles en la apabullante victoria de su equipo sobre La Fragata de Paraná de 26 a 0. Cualquiera de nosotros automáticamente lo que preguntaría es ¿Se pudrió todo con el equipo rival? ¿Le pegaron al goleador del partido? ¿Hubo expulsados? Gracias al comportamiento ejemplar de los integrantes de La Fragata de Paraná no paso nada. Se la bancaron como debe ser, fueron respetuosos y ni siquiera hubo un amonestado en el partido. Algo que merece la pena resaltar e imitar por sobre todas las cosas. Además el equipo que goleó también tuvo esa caballerosidad y sólo se dedicó a jugar al fútbol sin cargar al oponente ante semejante paliza deportiva.
Estos ejemplos no abundan. Lamentablemente, por cómo estamos como sociedad, aparecen los otros, los feos, negativos y los desagradables. Repasamos ese: Sucedió el sábado en la Liga de fútbol Independiente Altos del Paracao en la Divisional M30 B. Mi equipo (Gambeta FC), el líder, se midió ante Bayer FC, tercero en discordia. Lo que debía ser una fiesta, una tarde feliz entre amigos, porque para eso vamos a jugar a la pelota, terminó en una tarde negra, triste.
Ganábamos 1-0 (es lo de menos), faltaba poco para el final y un desubicado le quebró la tibia y el peroné a uno de los nuestros (Álvaro Remy). Un horror. Lo mandó al hospital, donde aún permanece internado y seguirá hasta que lleguen los clavos para la operación.
¿Cómo hace para explicar semejante situación, algo que te cambia totalmente los planes de tu vida?. Ibas a jugar a la pleota, a divertirte y terminás en una clínica.
Este pibe (el que lesionó a mi compañero) se fue de la cancha sin pedir disculpas, como un héroe, arrogante y con la cabeza en alto. Es más ni siquiera fue al hospital a visitar a lesionado o le mando un mensaje. Penoso.
Mensaje para el final destinado a los cientos y cientos de muchachos que son parte del fútbol, sea independiente o de una liga oficial: Vayan a la cancha, los sábados o los domingos, a jugar, correr, reír, compartir y a disfrutar del tercer tiempo más allá del resultado deportivo. Si lo hacen, seguramente habrán ganado más que un partido de fútbol.
Uno entiende que al ser un deporte colectivo y de contacto, los jugadores están expuestos a una lesión que, en muchos casos, puede ser producto del roce, pero lejos está de serlo cuando se actúa de mala fe sabiendo las consecuencias.
Este inadaptado social (no lo nombro porque no vale la pena) lo sabía y lo hizo igual. Si vos transitás ese camino estarás del lado de este personaje que embarró la cancha y nos sacó a todos, literalmente, las ganas de ser parte de este maravilloso mundo: El fútbol entre amigos.