“Che ¿qué onda eso de Goyeneche?”, me preguntó un amigo de Santa Fe, ahora que el caso es un escándalo mundial. Me puso en aprietos. Pensé unos segundos y arranqué el audio.
La peor explicación del caso Cecilia Goyeneche
Por José Amado
—A Goyeneche la acusan de no haberse excusado, es decir, apartado, de una causa por corrupción contra Urribarri, que en realidad no está acusado Urribarri, sino su cuñado, contadores y cuanto político y funcionario ha pasado por la Legislatura entre 2008 y 2018, cuando hacían contratos truchos y se la llevaban en carretilla, que en realidad también se hacían desde mucho antes, entonces en esa causa está imputado un contador, que estaba en un estudio donde dibujaban todos los números de los contratos truchos, que es amigo de la fiscal, o amigo de su marido, y tenían un departamento a medias, entonces dicen que no podía investigarlo y que se tenía que apartar, que en realidad se apartó, pero unos meses después, y en ese momento no la denunciaron sino como tres años después cuando mandan la causa a juicio, y la denunciaron abogados que también habían denunciado a Urribarri por otros chanchullos, pero tienen un amigo o conocido que está imputado en esa misma causa, la denunciaron por no haberse apartado antes, que jugó ayudín, pero la fiscal lo investigó al amigo de su marido y pide que vaya seis años en cana, aunque dicen que el celular de ese contador amigo del marido de la fiscal no apareció y ahí había otro cantar, y entonces a la mujer la llevaron a un jury, que es un juicio para funcionarios de la Justicia, donde hay un jurado con varios que no la quieren, hace rato, sobre todo los del Superior Tribunal de Justicia, que es como la Corte de allá, y que ella pidió que se aparten, porque fueron puestos por Urribarri, como por ejemplo Smaldone, que además tiene a un hijo que es amigo del hijo de Urribarri y fue funcionario puesto por Urribarri y está imputado en una causa por corrupción con Urribarri, y ni hablar de otro que se llama Carubia, que hace añares lo puso Busti, igual que a tres cuarta parte del Poder Judicial, y me quedo corto, ese está peleado mal con García, que es el procurador general, superior de Goyeneche, y que lo puso ahí Busti, nadie sabe bien por qué pero los dos se detestan, y ese García dijo que el problema de todo esto empezó por noticias, en realidad dijo operetas, pasquines y estiércol, que seríamos nosotros, aunque no dio nombres, pero la cuestión es que nadie de los que juzgan a Goyeneche quiso apartarse, ni siquiera el fiscal del jury, que no es fiscal sino abogado, porque resulta que la Ley dice que el que tiene que acusar en un jury es el procurador, pero en este caso dicen que no puede el procurador acusar a su mano derecha, entonces quedó uno que se llama Justet, así medio flojo de papeles, y la fiscal lo recusó también, y presentó un amparo ante la Corte Suprema de la Nación, que siempre se demora una eternidad para resolver los casos pero ahora con todo este revuelo resolvió a favor de Goyeneche, por lo menos para que le den bola al amparo en la Justicia de Entre Ríos, pero mientras tanto el jury ya se hizo y los jurados van a ir votando, aunque ya hay voto cantado, y la van a rajar mientras la Corte dice que tienen que dar marcha atrás, y en medio de todo esto ya hay varios que se anotan para agarrar esa silla, o por lo menos eso dicen, imaginate que van a buscar alguno que no arme tanto bardo, porque si es por parentela, por amistades o por asados compartidos, no se salva nadie.
Respiré, pensé de nuevo y para demostrarle que esta provincia no es el único feudo del país, agregué:
—A ver ¿viste que allá la Corte de Santa Fe dijo que los fiscales no pueden investigar al senador justicialista que apareció metido con el juego clandestino, porque tiene fueros? Bueno, acá la historia parece repetirse “como una miserable farsa”, cuando tocan a uno con poder, aparecen los supremos puestos por esos con poder como ruedas de auxilio. Y después vienen los vueltos, las carpetas, los jury. A mi entender, acá le quieren cobrar un penal por una mano en la mitad de la cancha. Hasta ahora el único jury valedero fue al juez Carlos Rossi que liberó a Sebastián Wagner, el asesino de Micaela García, y lo salvaron todos, desde Carubia a García.
Mi amigo nunca respondió.