Se conmemora hoy el Día Internacional Mundial de los Recuperadores de Residuos, quienes cumplen un rol clave en sus comunidades. “Son los profesionales del cuidado del planeta”, afirma el filósofo colombiano Bernardo Toro, una premisa que se confirma al observar la experiencia de diferentes municipios de Entre Ríos que incorporaron a los recuperadores como parte de un sistema en el que se logran múltiples beneficios, tanto para los trabajadores como para la comunidad en su conjunto.
Recuperadores de residuos: eslabón clave en la salud de las comunidades
Por Vanesa Erbes
Gentileza: Municipalidad de Ramírez
Recuperadores de residuos de la Cooperativa Creando Valores, de General Ramírez realizan un gran trabajo
En la provincia actualmente funcionan 17 cooperativas abocadas a esta tarea, en su mayoría conformadas por quienes antes se dedicaban de manera informal a la recuperación de residuos, mediante el cirujeo, sin condiciones dignas ni una seguridad laboral. Pero hoy numerosas personas lograron revertir esta situación.
La cooperativa más importante en el territorio entrerriano es Nueva Vida, situada en el barrio San Martín, en Paraná, ciudad que produce alrededor de 300.000 kilos de basura a diario, y en la que también realizan un gran trabajo los Recicladores del Paraná, que pertenece al Movimiento de Trabajadores Excluidos. Pero además están la Cooperativa 28 de Abril, en Cerrito; El Turquiño, en Hasenkamp; San Francisco, en Bovril; Creando Valores, en General Ramírez, y hay varias más: en Tabossi, Villaguay, Gualeguaychú, San José, Villa Elisa. Asimismo, se han ido formando diferentes espacios en Villa Urquiza, Hernandarias, San Benito; y en la mayoría de los municipios hay grupos, familias o personas que hace años trabajan en el tema.
Claudia Villagra, la directora de la cooperativa Nueva Vida, contó a UNO que en la actualidad trabajan 77 personas en la separación de residuos, y subrayó: “Lo que quiero explicar es que para el reciclador es muy importante que la gente separe en origen, porque nos ayuda a nosotros a mejorar nuestro trabajo, y obtenemos mejor precio para vender la mercadería si es de calidad. En Paraná vemos que esto no pasa, viene muy mala la basura hoy en día para recuperar”.
Celeste Bredle es socia de la Cooperativa de Trabajo Ecogualeguaychú y representante de la Red Nacional de Recicladores de Conarcoop en Entre Ríos, y subrayó que en esta fecha “resulta imperioso destacar la labor de los trabajadores de los residuos de todo el territorio argentino y particularmente en Entre Ríos, ya sea de aquellos que se encuentran realizando la actividad organizada, como en las cooperativas, como los que eligen el trabajo de la individualidad”. Y recalcó cuáles fueron los avances que hubo en los últimos años: “Hoy la actividad del reciclado dentro de lo que es el cooperativismo se ve ampliamente formalizado, se ha legitimado la actividad, este modelo empresarial ha logrado nuclearnos para fomentar y sensibilizar a la comunidad acerca de la importancia que representa esto para todos nosotros como comunidad en su conjunto, en términos ambientales: que los residuos reciclables no se entierren en nuestro suelo impacta directamente sobre la salud de nuestros vecinos y vecinas”.
Por otra parte, sostuvo: “Económicamente podemos decir que cada envase recuperado se reincorpora al circuito comercial generando ingresos para los trabajadores, que en su gran mayoría pertenecen a un sector muy vulnerado de la población. También que esto promueve una inclusión sociolaboral genuina y exitosa, en la que cada asociado trabaja y es dueño de su destino, y cogestiona su empresa con sus pares. Al mismo tiempo también se reduce la utilización de crudo para la producción de nuevos envases, entonces se influye en la preservación de los recursos naturales”.
Por otra parte, hizo referencia a la economía circular, un concepto en auge en estos tiempos: “Es el tipo de economía más noble, y con el plus de la esencia del modelo cooperativista, resulta una receta maravillosa y empoderadora para cualquiera. Pero la funcionalidad de la actividad del reciclado no debe recaer solamente sobre los trabajadores, sino que hay una responsabilidad que deben tener los otros dos actores fundamentales en la gestión integral de residuos: por un lado los municipios como primera expresión del Estado, generando las condiciones necesarias para que este trabajo tenga el acompañamiento y el respaldo, implementando políticas que garanticen la concientización y la sensibilización respecto a la recuperación de residuos y la separación en origen. Y por otro lado, la comunidad, responsabilizándose por los residuos, separándolos en origen, reduciendo el consumo de plásticos, reutilizando aquellos materiales que puedan tener un nuevo uso”.
Horacio Enriquez, uno de los referentes de la fundación Eco Urbano, institución que desde hace casi 30 años trabaja en promover una mayor conciencia ambiental, señaló a UNO: “Esta fecha nos lleva a hacer una suerte de mirada reflexiva y a la vez crítica, porque el mal manejo de los desechos, de los residuos, sobre todo urbanos, es una fuente de contaminación y es una problemática global, regional, provincial y local. No hay municipio en la provincia de Entre Ríos que no tenga un desafío por delante para tener una gestión integral y sustentable de los residuos urbanos”.
“Además, a nivel global se están contaminando el océano, la tierra, los ríos, provocando el cambio climático. Y las ciudades tienen desafíos con la lluvia, de que sus sistemas de drenaje no estén tapados por residuos urbanos, que después se generan impactos tremendos con las inundaciones y demás”, agregó.
También mencionó que el destino final de los residuos, en el caso de los volcaderos de residuos y los vertederos a cielo abierto que no son controlados, aumentan un montón el riesgo de la pérdida de salud del ambiente y de toda la comunidad. “Ahí podemos hablar de las afecciones respiratorias, podemos hablar de alergias, de todo tipo de enfermedades”, dijo, y añadió: “Hay que entender que hoy en el contexto del cambio climático es uno de los problemas de producción de gases de las agendas urbanas, que son el metano que genera la descomposición de los residuos húmedos, los que salen de la cocina. O sea, los que se descomponen generan un gas que es 24 veces más pesado que el dióxido de carbono y que acumulándose en la atmósfera sigue aumentando la temperatura del planeta”.
“Con ese marco, podemos pensar y reflexionar sobre la importancia que tiene el sector de los recuperadores de residuos para las comunidades, para los municipios, que es fundamental. Hoy estamos hablando en el mundo del paradigma de la economía circular. Pero en Latinoamérica, en nuestros países y en nuestros territorios no hay economía circular ni reciclaje posible sino hay una inclusión formal del sector por el cual pasa el 80% o 90% del papel, del cartón, del vidrio, del metal, de los plásticos que se reciclan, que son las manos de mujeres, hombres y jóvenes que hacen ese trabajo”, reflexionó.
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Enriquez recordó que está en vigencia la ley provincial N° 10.311, que obliga a los municipios a incorporar a los grupos y cooperativas de recuperadores como parte del sistema de higiene urbana, y lamentó que muchos se desentiendan del tema. “Creemos que es muy importante que se los reconozca cada vez más, y que las políticas públicas de gestión ambiental o de gestión de los residuos suburbanos los ubique en este eslabón fundamental que tienen los sistemas”.
A su vez, remarcó que la separación en origen es un pedido que vienen haciendo las cooperativas y los recuperadores desde hace años. Sobre este punto, concluyó: “Nosotros venimos trabajando ya hace más de 5 o 6 años, y los recuperadores, las cooperativas y grupos de las distintas localidades de la provincia pretenden y exigen legítimamente que les lleguen los residuos separados en origen. Eso es fundamental”.