Hoy termina mayo y la demanda en el rubro alimentos continuó cayendo este mes, siguiendo la tendencia del primer cuatrimestre del año, en el cual la caída de las ventas acumulan un 18,4%, según los datos informados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que reveló que en abril el consumo interanual se redujo 7,3%. Pese a que los precios se desaceleraron y los comerciantes implementaron promociones, la marcada pérdida de poder adquisitivo impacta notablemente en la elección de compras de los clientes, en un rubro considerado de primera necesidad: la mayoría ya no llena el changuito, sino que hace compras para uno o dos días.
La caída de las ventas preocupa a comerciantes del rubro alimentos
El consumo no repunta. La gente lleva lo justo y persiste la caída de las ventas, pese a que en muchos productos se desaceleraron las subas e incluso bajaron
Por Vanesa Erbes
Mateo Oviedo/ UNO
Se advierte una fuerte caída en las ventas
En este marco, Laura Kobrinsky, propietaria de un importante supermercado y presidenta del Centro de Autoservicios y Supermercados de Concordia (CASCO), señaló a UNO: “Los porcentajes de caída de consumo a nivel nacional son los mismos que estamos verificando nosotros en Concordia, y en particular en la empresa. No hay tanta retracción en la cantidad de clientes, pero sí en los promedios de los tickets y en la cantidad de unidades que lleva cada usuario”.
En lo que más se nota la merma es en la demanda de artículos que si bien son necesarios, no integran la canasta de comestibles que son de primera necesidad. Al respecto, la dirigente comentó: “No es una cosa que se puede decir que tenga una regla fija. Pero en general se llevan menos productos de perfumería; cayó un poco la diversidad de productos de limpieza, y también la venta de bebidas, pero esto creo que tiene que ver con estacionalidad”.
En cambio, hay una demanda que se sostiene: “Fundamentalmente, crece el consumo de productos de almacén, vinculados al desayuno y la merienda. Y los productos frescos también mantienen su línea de ventas, salvo algunos lácteos cuyos precios se dispararon y en consecuencia se nota la retracción en esos artículos”, mencionó.
Según explicó Kobrinsky, los incrementos en los lácteos se generaron en los meses anteriores por una escasez estacional, ya que durante el verano baja la producción debido al estrés calórico que suelen sufrir los animales. No obstante, observó: “El faltante de leche por supuesto incide en los precios finales de venta al público, pero ya desde antes los lácteos se habían disparado por encima de la inflación y por encima del resto de los productos, y eso retrasó un montón el consumo de esos productos”.
Cambio en los hábitos de consumo
También analizó: “Se nota que la gente se vuelca a las segundas marcas, y terceras marcas también, y mucho a las promociones. A veces las promociones están en primeras marcas y esas son las que más rotan. Es fundamentalmente una compra más inteligente, más de acuerdo a la oportunidad, y eso se nota rápidamente en el salón. Las góndolas que han tenido más rotación son las que tienen alguna promoción aplicada, y eso lo percibe rápidamente el cliente y lo aprovecha”.
Acerca de las ofertas y promociones que se implementan, contó que algunas llegan desde el sector mayorista y otras corren por cuenta del supermercado. “Nosotros hacemos muchas promociones importantes, y a su vez nuestros proveedores, que en la mayoría de los casos son de las industrias, las empresas directas, también notan esta misma retracción general y arrancan con acciones más fuertes, sobre todo con aquellos productos que tienen un vencimiento no tan lejano y hay que accionar de manera agresiva para que rote con más rapidez”.
Por otra parte, sostuvo que la mayoría de los productos no subieron, sino que muchísimas listas bajaron de precio y esto fue notorio en los últimos 30 días. “Muchos precios tuvieron una vuelta atrás y no solamente con ofertas, sino que bajaron listas enteras. Por ejemplo, pasó con el papel higiénico, que es un producto que las empresas proveedoras lo habían subido desmedidamente, no sé si de manera especulativa, y hoy han tenido un descuento en la lista completa. No digo que se retrotrajeron a diciembre, pero han bajado sustancialmente”, precisó la titular de CASCO.
Retracción en la demanda
Sin embargo, pese a esta situación, no se advierte un repunte en la venta, y la empresaria refirió: “Han bajado muchos productos pero todavía no ha repuntado el consumo, porque todavía no se han adecuado los salarios y han perdido mucho poder adquisitivo, por lo que a la gente no le alcanza. Pero ni bien recuperen, creo que las condiciones del mercado favorecen en este momento a un menor costo de canasta básica”.
Otra cuestión que apuntó es que “la gente usa todos los medios de pago, y a veces simultáneamente abona con más de uno: con billetera, a veces hace un mix entre billetera y efectivo, o tarjeta de crédito y débito, y también, por supuesto, consumo en efectivo”.
Mario Sarli, integrante del Centro de Almaceneros de Paraná y propietario de una despensa en la zona sur de Paraná, coincidió en que “las bajas de las ventas son muy pronunciadas”, y precisó: “En la misma CAME lo dicen a nivel nacional que las ventas minoristas han caído. Cambió el hábito de consumo y llevan marcas más económicas, la mayoría de la gente compara los precios ahora y busca lo más barato, más allá de que hay una cierta cantidad de clientes a la que no le importan los precios y prefieren el producto de primera marca, aunque les cueste más”.
Impacto en la demanda
El comerciante también contó que ayer recibió mercadería y algunas registraban subas, aunque en un porcentaje muy bajo. “Algunas cosas han tenido una suba. Hay otras cosas que han bajado, como los vinos de primera marca. Pero por ejemplo en perfumería no bajaron los precios nunca, inclusive siguen subiendo en todo lo que sea de aseo personal. El champú chiquito de 200 centímetros cúbicos no baja de 2.500 pesos, un desodorante personal cuesta 2.800 pesos, también los dentífricos están muy caros. En los lácteos suben algunas cosas puntuales, que es lo que más se vende, como un postre con confites, los flanes, pero han tenido un ajuste mínimo”, indicó.
Asimismo, observó: “La carne se está vendiendo cada vez menos, y no sólo pasa con los cortes vacunos, tampoco se vende mucho el cerdo, a pesar de que está muy barato. Tal vez la gente compra ofertas en los negocios que venden exclusivamente cerdo”.
Por último, concordó en que la gente “ahora lleva lo justo para un día o dos”, en lugar de llenar el changuito con la compra semanal o del mes. Y concluyó: “Con toda esta caída en las ventas, los almaceneros estamos subsistiendo nomás, esperando que se revierta esta situación”.