La Municipalidad de Santa Ana (departamento Federación) comenzó este jueves, junto con personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), a realizar visitas a las viviendas de la ciudad para monitorear plantas cítricas y evitar la propagación de la enfermedad Huanglongbing (HLB). También el Municipio de Concordia repasó los trabajos realizados en la región.
HLB, el villano de la citricultura: comienzan a monitorear plantaciones en hogares
La enfermedad Huanglongbing (HLB) se dispersa con mucha rapidez antes de mostrar síntomas en los cítricos.
El HLB es causado por la bacteria Candidatus liberibacter, considerada como “la enfermedad más destructiva de los cítricos” ya que se dispersa con mucha rapidez antes de mostrar síntomas masivos y hasta el momento no tiene cura.
"Es el cáncer de la citricultura", consideró el ingeniero agrónomo y director de Agricultura de Entre Ríos, Gustavo Oertlin. La bacteria se implanta con un insecto "muy similar a la chicharrita de maíz", que en su etapa de ninfa es de coloración variada, con un cuerpo aplanado ovoide con ojos rojos y antenas negras y alas en desarrollo; y que crece en cinco estadios y mide de 0,25 a 1,7 milímetros en su última fase.
El insecto coloca el virus en la plantación y bloquea los vasos vasculares del vegetal. Sin embargo, la aparición de síntomas visibles "puede demorar de 2 a 10 años", contó: la fruta no madura, queda de un tamaño menor, deforme, amarga y "más ácida que un limón", dijo Oertlín a UNO, mientras que las hojas comienzan a decolorarse y, en un cítrico afectado, la planta "se ve amarillenta y con mucho menos vigor".
Por esos motivos, las pérdidas de producción "son totales. Lo único que nos queda es recorrer las quintas y monitorear, plantas por planta, para detectar los síntomas", completó el funcionario provincial.
Prevención y control
La Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el Gobierno provincial y los productores entrerrianos elaboraron un plan de información, prevención y concientización para que los productores puedan realizar una detección temprana del HLB, para evitar su propagación en otras plantas. También durante los últimos meses se capacitaron a más de 700 productores en cómo identificar la sintomatología en plantas.
En Entre Ríos existen alrededor de 1.900 productores citrícolas que cultivan unas 36.387 hectáreas, y comercializan anualmente cerca de 740.000 toneladas. Además, la producción citrícola es considerada el principal motor económico del noreste entrerriano, con más de 25.000 empleos directos, según datos oficiales, a los que se le suman personas que arriban de otras provincias para las épocas de siembra o cosecha.
Para evitar una fuerte propagación, los distintos actores de la cadena productiva acordaron virar la forma de producción: se generó una reconversión de los viveros -que antes eran en campos abiertos-, y hoy se hacen en invernaderos cubiertos con una malla anti insectos, con medidas de bioseguridad para que no ingrese la chicharrita.
Además, para su control en el terreno, personal de los organismos y asociaciones trabajan como monitoreadores. Cada uno tiene su equipo con un GPS, un aspirador de diaphorina, tubos de guardado para insectos y ninfas y alcohol al 70%.
En tanto, el Senasa recordó que es obligatorio denunciar cualquier sospecha de HLB, comunicándose de forma gratuita al 0800 999 2386 o enviando un correo electrónico a [email protected].
Historia del HLB en Entre Ríos
La enfermedad apareció por primera vez en la provincia en noviembre de 2017, principalmente cerca de las localidades de Santa Ana y Villa del Rosario, y en junio de 2018 se obtuvieron los primeros resultados positivos en plantas. Actualmente, tiene mayor prevalencia en la zona norte de Entre Ríos, mientras que aún no se encontraron plantaciones enfermas en el resto de la región productora. Si bien "no hay muchos insectos, los pocos que hay están infectados", explicó Oertlín.
Otro de los problemas que se debe enfrentar proviene desde la perspectiva cultural, o social: Muchos productores "están reacios a eliminar las plantas porque confunden el HLB con la cancrosis de los citrus", mencionó. Se trató de otra enfermedad que llegó a Entre Ríos hace unos 40 años, y ante la que la única solución planteada fue eliminar las plantas.
"Piensan que se puede convivir con esta bacteria, pero lo cierto es que cuando el HLB entra a la citricultura, prácticamente la producción desaparece", agregó.
Un mercado positivo
Cabe recordar que el HLB provoca estragos en la citricultura de todo el mundo. En Florida (EEUU), por ejemplo, "ha hecho perder el 90% de la producción", recordó Oertlín, aunque aseguró que eso "provocó que se triplique el precio del jugo, algo muy bueno para Entre Ríos".
En ese sentido, la presidenta de la Fecier, Melania Zorzi, indicó a Campo en Acción que en lo que resta del año y el próximo verano "lo que son naranjas de jugo y lo que se pueda guardar en frío va a tener un valor más digno. Todas las jugueras están a full".
La perspectiva de producción y exportación de jugos "son muy promisorias”, añadió, y pidió fomentar la difusión de su consumo: "Es una materia pendiente, hay que invertir en esto desde el sector privado".