Este sábado fueron cerradas oficialmente las oficinas del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci) en Paraná. La interventora de la institución dispuso el traslado de todos los bienes a Buenos Aires.
El Instituto Nacional de Agricultura Familiar cerró sus puertas en Paraná
El Instituto Nacional de Agricultura Familiar cerró sus puertas en Paraná, dejando a 37 trabajadores en situación de incertidumbre
La noticia fue confirmada por Pablo Benetti, ingeniero agrónomo del organismo, quien indicó a AIM que el sábado fue "un día triste para los técnicos y más aún para las y los productores familiares de la provincia, quienes quedan sin asistencia y acompañamiento del Estado".
En este sentido, el referente comentó que la interventora, Inés Liendo, dispuso un proceso de vaciamiento que se realizó en Entre Ríos y otras provincias. Además, apuntó que se "realiza un inventario en el marco del cierre del Inafci y traslada todos los equipamientos del interior a Buenos Aires". "Ahora, los 37 trabajadores que fuimos despedidos en la provincia no tenemos ni siquiera un lugar físico, ya que estas semanas los compañeros seguían yendo a la oficina pero, desde este lunes, no se podrá ir más", apuntó.
LEER MÁS: Muchos más productores se volcaron a la agricultura familiar con la pandemia
LEER MÁS: Milei cierra Agricultura Familiar y deja 60 personas sin trabajo en Entre Ríos
Por otro lado, Benetti comentó que los trabajadores no recibieron ninguna notificación formal del Ministerio de Economía pero "se sienten despedidos, porque no hay ingreso al sistema electrónico para la carga de expedientes, al legajo personal y, ahora, llevarse todos los bienes del Instituto y la llave de la oficina, que estaba en España 112, no habrá ni siquiera un espacio físico para trabajar”.
El espacio había sido creado con el objetivo de intervenir e implementar políticas que fomenten el desarrollo económico de diversos sectores agroproductivos vinculados a la agricultura familiar, campesina, indígena y a la pesca artesanal. Previo a su cierre, dispuesto por Javier Milei, daba entidad a quienes trabajaban en agricultura familiar, quienes producían más del 60% de los alimentos que se consumen en Argentina, según había informado Miguel Gómez, ex director del organismo. Los trabajadores de la sede entrerriana habían solicitado al gobierno provincial la intervención pero afirman que nunca se obtuvieron respuestas.