El Desafío Eco YPF 2024 se correrá este año en el autódromo de Concepción del Uruguay. Será del 1 a 3 de noviembre, y se preparan para participar tres instituciones educativas entrerrianas: la escuela de Enseñanza Técnica (EET) N° 1 General Francisco Ramírez, de Paraná; la EET Nº 4 Pablo Broese, de Larroque; y la EET Nº 2 Presbítero José María Colombo, de Gualeguaychú.
Desafío Eco: la EET N° 1 sueña con hacer podio y busca sponsors
Con su auto ecológico la escuela técnica de Paraná fue parte de siete ediciones anteriores del Desafío Eco. Para competir este año necesita apoyo económico
Por Vanesa Erbes
Se trata de una competencia en la que alumnos de escuelas técnicas de todo el país diseñan vehículos eléctricos de emisión cero, que promueve la sustentabilidad y el aprendizaje integrado de los estudiantes, fomentando el trabajo en equipo, la motivación y la educación en sistemas de transporte alternativos, según explican desde la organización del evento.
Si bien en un principio estaba estipulado que el certamen se iba a realizar en el Oscar y Juan Gálvez, en Buenos Aires, este años se llevó a cabo una votación entre las escuelas que participan y por mayoría decidió que se corra en otros circuitos del país y se optó finalmente por la localidad situada en Entre Ríos. Al respecto, los organizadores destacaron: “Las amplias instalaciones y facilidades en la que habitualmente corre el TC, TC 2000 y otras categorías, permitirán a las escuelas que lo deseen acampar durante los tres días en el mismo autódromo. Toda la ciudad está esperando y preparándose para recibir a todos los equipos de la mejor manera. El trazado, que está a 240 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, es muy amplio y ancho, ideal para este tipo de competencia”.
Preparativos
Este cambio de locación fue lo que alentó a la EET N° 1 a formar parte de la competencia, ya que los costos de traslado a Buenos Aires eran más elevados. Al respecto Sebastián Alegre, el profesor de Mecánica que coordina el equipo, comentó a UNO: “Al realizarse acá en la provincia ya cambia la cosa y nos pusimos en campaña para poder participar. Esta sería nuestra octava edición, ya que fuimos del 2015 al 2019; en 2020 y 2021 no se hizo por la pandemia, y estuvimos también en 2022 y 2023”.
Sin embargo, confió que la presencia de los estudiantes de Paraná está sujeta a que consignan sponsors. “Estamos en tratativas todavía, porque dependemos del apoyo de los sponsors. Porque siendo franco, habíamos desistido de participar en esta oportunidad porque son muchos los gastos”.
El entusiasmo los llevó ahora a intentar reunir los fondos y están en ese camino, mientras le hacen algunos retoques al vehículo ecológico con el que ya cuentan, construido en fibra de vidrio para que sea más liviano y tenga una mayor performance. En el proyecto trabajan también el profesor regente Cristian Machado; el profesor de Electrónica, Claudio Galeano; y la docente de Matemáticas, Andrea Franco, que son quienes son los encargados de guiar en los preparativos para este certamen a los alumnos del ciclo superior de las cuatro especialidades. “Hay tres que van a ser pilotos, un jefe de equipo y dos mecánicos. Si bien los seis u ocho que vayan hacen todo el auto, todos participan en cada detalle el día de la carrera y cada uno tiene su función”, refirió Alegre.
Sobre las competencias que se realizan, explicó: “Está la competencia de una octava de milla, que es una picada: se ponen cuatro autos a la par y se larga, y el que cruza el octavo de milla primero gana, y así se van eliminando competidores. Después se realiza la C2 Challenger, en la que tienen que esquivar ciertos obstáculos y frenar dentro de un límite. Eso es por tiempo y se va penalizando a los corredores que por ejemplo tocan un cono, o van sumando puntaje. Después se realiza la clasificación y dependiendo de cómo termina, se larga el sprint femenino, que son dos o tres vueltas. Y al finalizar se larga la carrera Endurance, que es de una hora y 20 minutos de duración, con cambio de pilotos”.
Por su parte, el rector de la EET N° 1, Walter Morali, remarcó: “Nos estamos preparando con todo este año para el Desafío Eco y tenemos muchas ganas de participar, pero la verdad es que eso está supeditado a conseguir los fondos, ya sea a través de donaciones, sponsors, las acciones que por ahí pueda realizar la cooperadora y demás. Al auto ya lo tenemos, funciona, y hay que obviamente hacer las pruebas para ponerlo a tono nuevamente”.
“Siempre es un elemento determinante para esto lo económico. No nos llegan fondos a la escuela para este tipo de participaciones. Son tres días y hay que cubrir el viaje de ida a Concepción de Uruguay, el retorno, las jornadas que están allá, la comida, el hospedaje, y toda la logística”, aclaró.
Participación en el Desafío Eco
Para la EET N° 1 tiene un gran significado poder estar una vez más en esta competencia y sobre este punto, Morali afirmó: “Es la continuidad de algo que se viene haciendo hace varios años, con mucho esfuerzo y un gran trabajo de docentes, no docentes, alumnos, de toda la comunidad educativa. Poder participar tiene toda una impronta pedagógica en la que los alumnos aprenden, ponen en práctica y evidencian un montón de capacidades, habilidades y competencias que van desarrollando en función del perfil profesional en el cual están los chicos y los saberes adquiridos respecto del año que esté cursando cada alumno. Sin duda, debemos mencionar y destacar la posibilidad de trabajar en equipo, de compartir una experiencia distinta, que también es una instancia de aprendizaje”.
Quien desee brindar apoyo económico al equipo de la EET N° 1, se puede contactar a través del Instagram @eet1paranadesafioecoypf; o vía WhatsApp: +5493446630800.
Energías alternativas
Consultado por UNO, Morali reflexionó sobre los aportes del Desafío Eco para crear conciencia acerca de la importancia de implementar energías alternativas en la vida cotidiana, y sostuvo: “Pienso que este certamen contribuye a pensar en la posibilidad de utilizar vehículos más sustentables en un futuro”. No obstante, observó: “Es la impronta para comenzar a dejar un poco de lado lo que son los combustibles de origen fósil, pero la contracara es que las baterías que utilizan todos los vehículos eléctricos, incluidos los que participan en el Desafío ECO, son de litio, un mineral que es limitado en cuanto a lo que hay en existencia, y nos centramos en el mismo cuello de botella que con los combustibles fósiles”.
“Además, la extracción del litio y todo el proceso industrial que se requiere hasta llegar a una batería es bastante contaminante y complejo. Por lo cual, según los especialistas en todo esto, a veces pone en duda el equilibrio entre el beneficio y lo que esto implica”, cuestionó el rector.
Por último, subrayó: “De todas maneras, creo que este certamen puede ser una oportunidad para pensar en combustibles alternativos que realmente sean sustentables”.