Pasaron tres madrugadas del episodio ocurrido el lunes pasado cuando una parrilla de luz se cayó en el boliche Zirkus e hirió a seis jóvenes. Aún es un tema de debate sobre todo porque se desconoce el futuro de esa confitería en particular luego del hecho. Sin embargo existe una ordenanza de 2006 que regula, entre otras cuestiones, las medidas de seguridad que no siempre se cumplen en Paraná.
La ordenanza que regula a los boliches no siempre se cumple
En la capital provincial hay por lo menos 16 confiterías para bailar que se reparten los jueves, viernes y sábados, como así también los feriados. Según se pudo conocer, por lo general, hay tres dueños por cada uno de estos boliches. De todos modos el número, en algunos casos, puede ser aún mayor.
El día que se mueve más gente, en el caso de que no esté prevista ninguna fiesta particular, es el sábado. Se sostiene que en la ciudad, ese día, 3.000 jóvenes van a los boliches y el lugar que esté de moda acapara a la mayoría. De todos modos la cantidad de gente que circula es mucha más.
En los boliches de Paraná, según la ordenanza 8.615 de 2006, se puede ingresar a partir de los 14 años. De todos modos es la administración de las confiterías quien determina desde qué edad en adelante, regirá la posibilidad de ingreso.
Los boliches que permiten la entrada a los más jóvenes parten, en su mayoría, de los 16 años.
Según esta ordenanza, lo que sí se prohíbe es la venta de bebidas alcohólicas a los que tengan menos de 18, pero si un mayor compra y le da de beber a un menor, esta cuestión se vuelve difícil de controlar.
Por otro lado el horario de iniciación de la fiesta no existe, aunque sí está determinada por decreto 129 de 2011, la finalización a las 6.
Años atrás era diferente y estaba previsto una finalización varias horas antes.
Sanidad
Para que una confitería tenga habilitación hay una serie de numerosas medidas que se deben cumplir. Entre ellas, el sistema contra incendios y las salidas de emergencias son detalladas por la ordenanza ya mencionada.
“Siempre te exigen que tengás un servicio médico contratado para la fiesta, de los que funcionan en la ciudad. Por lo general las ambulancias tienen una demora de cinco o 10 minutos en llegar, depende de dónde esté la confitería”, dijo un empresario a UNO, con quien se acordó no nombrarlo.
Además tiene que tener un seguro de responsabilidad civil para que en el caso de que ocurra lo del lunes pasado se esté cubierto.
“La mayoría queremos que nos vaya bien y estas cosas por los general las tenés siempre. Sería muy arriesgado no contar con ellas”, añadió.
Además la ordenanza establece: “Los locales regulados por la presente ordenanza deberán contar con un equipo electrónico o algún otro sistema que garantice fehacientemente el control del número de personas que ingresen al mismo”.
Entre otros aspectos también se requiere personal especializado en primeros auxilios y que sea idóneo en responder ante casos en que ocurran eventualidades y evacuaciones. En esta cuestión se debe recordar el testimonio del padre de una de los afectados quien contó que a varios chicos les hicieron lavar la sangre en los baños.
“El personal que trabaja tiene que saber cómo actuar y siempre debe haber gente que esté a cargo”, dijo el empresario consultado.
Otra cuestión que se destaca en la ordenanza es la cantidad de fuerzas de seguridad a cargo del titular de la habilitación del local bailable.
Pero lo antes dicho no es lo único y solo son aspectos que se destacan. Está establecido, por ejemplo, una serie de condiciones que se deben atender donde se incluyen desde los tamaños permitidos para la infraestructura, las condiciones del volumen del sonido para que no moleste a los vecinos y el número de personas por metro cuadrado que pueden ingresar según si se trata de una fiesta al aire libre o cubierta.
Medidas básicas que siempre deben estar presentes en una confitería
Contar con personal policial o seguridad privada, con conocimientos de primeros auxilios e idónea ante posibles evacuaciones. La cantidad depende de la capacidad del local.
Se debe contar con un inspector de tránsito que regulará y ordenará la circulación de vehículos en inmediaciones del boliche bailable.
El detector de metales es obligatorio en los locales bailables, aunque no todos lo tienen. La medida está contemplada en una norma aprobada hace más de 10 años.
En Paraná hay aproximadamente 16 confiterías bailables aunque no funcionan todas juntas los mismos días. La movida se extiende desde el jueves y hasta el domingo.
Cada local bailable debe contar con un servicio médico de ambulancias, para que pueda atender en forma rápida los casos que se puedan presentar.
La ordenanza que regula a las confiterías bailables es la 8.615 y se puede leer completa en la página de la Municipalidad de Paraná en la sección ‘Digesto municipal’
Según la gente que ingresa será la cantidad de policías
En cada uno de las confiterías bailables de Paraná se debe contar con policías o fuerzas de seguridad privada capaz de actuar, ante un hecho como el ocurrido el lunes, de manera idónea y tener conocimiento de primeros auxilios.
El número de policías con el que se debe contar depende de la cantidad de público capaz de ingresar a la confitería en particular. Esto se acuerda de manera previa.
“A veces si tenés una capacidad para 200 personas te determinan tres o cuatro policías y si tenés espacio para 1.000 te piden que se contrate a 12 o 14. Todo depende, porque no es lo mismo un recital al aire libre que una fiesta de egresados”, dijo el empresario consultado.
Según la ordenanza son los titulares de las habilitaciones, quienes tendrán a su cargo la seguridad interna del local. Para poder garantizar esto deberán contratar personal de la Policía de Entre Ríos, del servicio de la Policía Adicional o Seguridad Privada que tiene que estar a su vez, debidamente identificada y capacitados en respuestas ante diferentes contingencias, sobre todo posibles evacuaciones.
En todas las confiterías bailables se debe contar además, con un detector de metales. Este punto está establecido por la ordenanza 8.158.
Inspector de Tránsito
Por último el titular de la habilitación comercial tiene que contratar a un inspector de tránsito por posibles casos de evacuaciones. Entre sus tareas será el encargado de evitar el estacionamiento en la calle frente al local bailable y por supuesto es quien hará que se cumplan las normas de tránsito vigentes.
“Los mismos de Tránsito controlan a la noche, también la Policía pasa por el boliche para saber que el personal designado esté presente y la Municipalidad hace el control. Por lo general en esto es siempre así”, remató el empresario.