El jueves falleció en Victoria un niño de 11 años, Vladimir Flores, hijo de un pescador de la zona. La causa de su muerte debe ser investigada, pero el antecedente inmediato es haber estado internado el primer día de 2018, junto a su padre y un hermano, en el hospital Fermín Salaberry de la Ciudad de las siete colinas.
La muerte de un niño reaviva una causa que involucra a la gestión municipal del intendente Maiocco
Entre el último día de 2017 y el primero de 2018 un grupo de trabajadores municipales arrojó al río una garrafa de gas cloro de mil kilos de peso, que se había utilizado en la planta potabilizadora.
Un pescador y sus dos hijos aspiraron el gas cloro que emanaba de la garrafa y debieron ser hospitalizados. Bladimir fue el más expuesto, y desde ese día sufrió convulsiones. El jueves, uno de estos episodios apagó la vida del niño.
El entonces fiscal Gamal Taleb inició una investigación de oficio, y en base al testimonio de 13 trabajadores municipales logró establecer las responsabilidades de la temeraria decisión.
César Zucotti, secretario de Planeamiento de la Municipalidad de Victoria, fue quien explicó por qué se hizo ese procedimiento. “Me dijeron que no había otra alternativa. Que había que hacer esto, que ya había un antecedente de hace 22 años de haber dispuesto un procedimiento así, entonces fijamos la posibilidad de tirarlo. Lo que se estudió es el lugar. Decidimos finalmente que el lugar más apto eran los galpones en las inmediaciones de la arenera. Entonces, cerca de las 3.30 del 1° de enero fuimos con personal y máquinas y lo tiraron al agua y se tiró ahí”, contó.
La responsabilidad de la gestión encabezada por Domingo Maiocco estaba clara. También se dijo que se investigaría la posible responsabilidad de Induquímica SA.
El juez de Garantías José Calleja caratuló inicialmente la causa inicialmene como Lesiones imprudentes. Ese delito contempla una pena de un mes a tres años de prisión, o la aplicación de una pena alternativa, que es una multa, y conjuntamente la inhabilitación especial para ejercer cargos públicos, de uno a cuatro años, en caso de hallerse a una persona penalmente responsable de la misma.
La causa involucró a cuatro funcionarios de la gestión de Maiocco:
César Horacio Zuccotti, César Ramón Cáceres, Sergio Gustavo Jaimes, y Claudio Daniel Mansilla, los tres últimos trabajadores del laboratorio y de Defensa Civil municipal.
Zucotti fue separado del cargo por Maiocco al mes siguiente, con el argumento de llevar adelante una supuesta “nueva etapa de cristalización de proyectos importantes para la ciudad”.
Pese a esto, el 20 de marzo Maiocco firmó el Decreto N° 377 a través del cual dispuso que la Municipalidad de Victoria se hiciera cargo de los honorarios de los abogados de las personas investigadas en la causa. Por esa razón, un grupo de concejales de la oposición denunció al intendente por la presunta comisión de los delitos de Abuso de Autoridad y Violación de los Deberes de los Funcionarios Públicos y también Malversación de causales Públicos.
Causa frenada
A principios del año pasado se decía que la causa por la garrafa estaba a punto de ser elevada a juicio. El sitio de noticias Entre Ríos Ahora daba cuenta en ese momento de que el trámite se había demorado “por la realización de una pericia técnica a cargo del área de Medio Ambiente de la Provincia, y también por el pedido de un informe forense solicitado por el querellante en la causa, el abogado Abel Martínez, que buscó determinar la afectación de la contaminación con la aparición de enfermedades entre los pescadores, como asma...”. Sin embargo la causa luego no registró avances significativos y dejó de tener movimiento.
Ahora la muerte del niño, que provocó un enorme dolor en Victoria, reavivó el reclamo para que se avance en la investigación y se determine la responsabilidad del municipio en el hecho y también se esclarezca si existe vinculación entre el fallecimiento del chico y el accionar imprudente de los funcionarios municipales.
“Su salud se deterioró desde ese día”
Soledad Ferreira, vecina de Vladimir e integrante de los Cuidadores de la Casa Común, manifestó ayer su pesar e indignación ante los micrófonos de LT 39. “Estamos muy tristes por lo que pasa en el barrio. Este es un nene que es amigo de nuestros hijos, que es hijo y sobrino en nuestro barrio, y ahora está muerto”, indicó.
“Estamos intentando dar voz a una situación que nos hubiera gustado que estuviera más presente desde hace dos años, que es la contaminación que Vladimir había sufrido con la garrafa de gas cloro”, precisó. Luego acotó que desde el municipio “nunca se preocuparon por saber cómo seguía la salud del chico después de estar internado”, contó.
Soledad contó: “Claramente la salud de Vladimir se fue deteriorando desde aquel incidente. Por eso tenemos que acompañar como comunidad, reclamar, no olvidar y pedir justicia”, indicó.
“Reclamamos que la Justicia haga su trabajo, haga lo que tenga que hacer”, señaló en referencia a la causa que había iniciado Taleb. “No se puede pensar que tirar algo al río es desecharlo, que es sacárselo de encima. Los vecinos del río no somos ciudadanos de segunda como para pensar que un tóxico así puede ir a parar al río”, remarcó.