El lunes comienzan las clases en Entre Ríos y siguiendo con una práctica que ya se transformó en tradición, numerosos adolescentes que culminarán el nivel Secundario se preparan para festejar el “último primer día” en que asistirán a la escuela.
Intensifican tareas de prevención para el festejo del Último Primer Día de clases
Si bien en los últimos años no se reportaron mayores inconvenientes durante esta celebración, con anterioridad hubo ocasiones en que se reportaron jóvenes lesionados por peleas o que tuvieron que ser asistidos por la alarmante ingesta de alcohol.
Para que todo se desarrolle con normalidad, la Policía de Entre Ríos ya comenzó a delinear un operativo de seguridad para trabajar, sobre todo, en la prevención. Al respecto, el comisario inspector Raúl Menescardi, subjefe de la Policía Departamental, adelantó a UNO que, en base a experiencias anteriores, esperan la asistencia de unos 3.000 estudiantes, y señaló: “Vamos a implementar un operativo similar al de años anteriores. Está previsto para el lunes a partir de la 1 en lugares públicos como El Rosedal y la Costanera, donde va a haber una fuerte presencia oficial. Estimamos que los jóvenes empezarán a concentrarse a las 2 o las 2.30”.
Como este año no está previsto ningún festejo organizado por la Municipalidad en un espacio público en particular, como ocurrió en 2019, el funcionario policial aclaró que estarán atentos a lo que vaya pasando en las distintas zonas de la ciudad para controlar sobre todo que los menores no consuman alcohol y que no haya disturbios: “Sabemos que a la madrugada suelen llegar caminando por las calles de Paraná, muchas veces por Echagüe, 25 de Mayo, o Gualeguaychú y estaremos para que no haya que lamentar ninguna consecuencia. Nosotros vamos a prevenir estas situaciones en las que quieran ingresar con bebidas alcohólicas, poniendo presencia policial en plazas y demás, donde ellos siempre se concentran. Todavía no tenemos el número exacto de agentes que van a participar del operativo, pero está estipulado cubrir varios sectores, como la Plaza de las Colectividades, El Rosedal, el Thompson, la Plaza de las Mujeres y el Parque Gazzano. Si uno le deja un lugar libre se citan por WhatsApp y en un rato se juntan unos 1.000 gurises”.
Por otra parte, mencionó: “Nos hemos reunido previamente con alumnos y por lo general les hemos marcado que hay lugares dispuestos para que ellos puedan juntarse a escuchar música. Nosotros controlamos que no ingresen con bebidas alcohólicas y si pretenden hacerlo, se las sacamos. Pero muchas veces pasa que ya salen de sus casas o de las de sus compañeros en estado de ebriedad”.
“Otros años hubo juntadas en que iban con carritos de supermercado repletos de bebidas. Hubo un año en que se les retuvieron 15 carritos con alcohol que llevaban para beber hasta la madrugada y no se los dejó ingresar”, subrayó. Asimismo, destacó: “En estos últimos años no hubo disturbios, pero en años anteriores había tanto gurises como gurisas que los tenían que buscar los padres o había que llamar a la ambulancia por la cantidad de alcohol que habían consumido y no podían desenvolverse por sí solos ni caminar. Nosotros nos manejamos directamente con el 911, que tiene contacto directo con el 107”.
Habitualmente, promediando las 4, proceden a desconcentrar a la multitud: “Tratamos de que sea una desconcentración progresiva.
Cada uno se va caminando, algunos se quedan en la plaza, otros se van ya para su escuela. Son gurises de la Secundaria, que son buenos pibes, pero a veces ingieren alcohol y en algunos casos se empiezan a pelear entre ellos y ahí suspendemos todo”, explicó.
Como recomendación, manifestó: “Está bien que quieran divertirse y se respeta el derecho y demás, pero desde el momento que se ingieren bebidas alcohólicas en la vía pública hay una falta que no podemos dejar que continúe, más allá de que hayan salido de su casa, o de la casa de un compañero. Los lugares están adecuados para que ellos escuchen música y demás, pero sin alcohol”.
Menescardi recordó que además del último primer día de clases, los jóvenes que van al último año del Secundario realizan juntadas similares, por lo que este tipo de operativos se repiten otras veces durante el ciclo lectivo: “Son tres o cuatro veces al año: cuando empiezan las clases, y después en julio y en diciembre, cuando celebran que no se llevan materias, y después los que se llevan y aprueban también festejan. La última juntada en diciembre del año pasado eran entre 2.500 y 3.000 chicos”.
El jefe de la Departamental de Policía comentó además que posiblemente mañana se reúnan con referentes de las comisarías primera, segunda y octava para ultimar detalles de los controles.
Por último, refirió que habrá un operativo de tránsito atento a este festejo: “A veces contamos con la colaboración del municipio y si no, procedemos nosotros”, dijo.
Acciones
Días atrás el intendente de Paraná, Adán Bahl, manifestando que desde el municipio van a “estar presentes como Estado velando por el cumplimiento de la Ley nacional Nº 24.788 –que prohíbe la venta y el consumo de alcohol a menores de 18 años– previniendo disturbios en la vía pública y atentos a una eventual emergencia”.
A su vez, señaló: “Apelamos al cuidado atento de los adultos referentes para aconsejar y cuidar a los y las jóvenes que nos rodean. Y a los estudiantes, para que se cuiden y se acompañen”.
Según indicaron desde la Municipalidad, harán una campaña en redes sociales con una serie de mensajes dirigidos a los menores de edad y otros a los adultos, basándose en la cultura del cuidado, en consonancia con las políticas públicas del Sedronar, según se informó días atrás. Y si bien UNO intentó conocer en detalle qué otras acciones se van a realizar desde la comuna, no obtuvo respuesta.
En tanto, desde el Consejo General de Educación (CGE) informaron que enviaron material a los directivos y supervisores de todas las escuelas con una guía de actuación para la prevención y protocolos de actuación.
En este marco, Exequiel Coronoffo, vocal del CGE, aclaró a UNO que desde el organismo no impulsan ningún festejo por el “último primer día”, aunque indicó que es una práctica que se viene haciendo en los últimos años y apelan a la responsabilidad de los estudiantes y de los mayores.
“Esperamos que el regreso a la escuela sea un momento de celebración y alegría responsable, y en ese sentido, recurrimos al compromiso de las familias y los adultos en general. Nos preocupamos por la integridad de nuestros estudiantes”, señaló.
Consultado acerca de si existe algún protocolo de actuación en las escuelas para casos en que los estudiantes concurran en estado de ebriedad el primer día de clases, aclaró: “Lo que existe son los acuerdos escolares de convivencia, donde las escuelas definen qué estrategias de intervención tendrán ante estas situaciones. Pero en un sentido general, a los chicos se los debe dejar ingresar a la escuela y comunicar a los adultos responsables”