De que son tiempos difíciles para la economía de muchas familias no vamos a descubrir nada nuevo y por ende las prioridades pasan a ser otras. Por ejemplo se dice que un vestido hoy por hoy no baja de los 1.500 o 2.000 pesos de alquiler, mientras que hacerte de uno a medida y a gusto personal se está pagando hasta 9.000 pesos. En que el alquiler de un traje completo (camisa, corbata, medias, zapatos) para varones empieza desde los 2.500 pesos, claro que de comprarse uno puede salir más barato. A todo esto aún no pagamos la tarjeta para la recepción (incluye entrada, silla y una pizza), que ronda los 450 pesos por persona para mayores y si debemos multiplicarlo por varios integrantes de una familia, claro que todo sigue sumando.
Luján Méndez fue la precursora de esta iniciativa que tuvo su réplica en varios jóvenes y que hoy es una tendencia de lo solidarios que podemos ser. "Antes de publicarlo estaba en casa sacando las cosas porque me estaba por mudar, vi el vestido que estaba guardado y justo había visto sobre unos zapatos que una señora había publicado para prestarlos. Entonces me salió publicar lo del vestido. Jamás pensé que iba a tener tanta repercusión", contó Luján que sin pensarlo fue la gestora de una noble acción y hoy su posteo en Facebook fue compartido por más de 1.500 personas.
"En fin, surgió que un montón de chicas y chicos se sumaron. Además de los vestidos, están ofreciendo trajes, zapatos, maquillan, peinan. Me encantó lo que pasó", contó Luján que se recibió en 2015. Conservó su vestido en el placar y entendió que podía contribuir para que otra chica no se prive de semejante momento, como es una fiesta de egresados. Además en la promoción de Luján –escuela Gerardo Yoya– pasó lo mismo que se les presenta a muchos chicos hoy: hubo compañeros que no fueron a la recepción por los gastos que debían cubrir.
Y tras la publicación fue inmediata la respuesta, porque recibió el pedido de muchas chicas. "Lo presto para que varias chicas puedan usarlo. Confío en que me lo devuelvan al vestido en buenas condiciones para poder prestarlo a otras chicas", destacó Luján que se ganó el respeto de todos.
El hecho se hizo viral y las muestras de felicitaciones no se hicieron esperar. Estos actos de gran valor me vino a la memoria la actitud que tuvieron tantísimos jóvenes en la última inundación de 2015, cuando se los podía ver en las afueras de la sede de Bomberos Voluntarios y se sumaban a los camiones para ayudar y sacar a las familias, que debían abandonar sus hogares. No solo los actos de egoísmo y mentiras deben trascender –como a diario leemos y escuchamos– sino que estos deben ser resaltados. En fin, no todo está perdido. De los jóvenes hay mucho más por aprender.