El pronóstico climático vaticina la llegada de las temperaturas más bajas del año.
Sobran techos para los sin techo
El suceso, repetitivo desde tiempos ancestrales, encendió las alarmas otra vez y despertó la sensibilidad social en torno a quienes viven sin hogar. Un muerto por acción del frío volvió a poner en estado público la indefensión de millones de personas en el país que no tienen una vivienda digna y cientos de miles que viven en situación de calle. Y ayer, quizá sin querer, el club River Plate de Buenos Aires colocó la atención ante la urgencia en el centro de la cuestión: el presidente de la entidad Rodolfo D’Onofrio avisó que desde las 18 la institución deportiva abrirá sus puertas para que las instalaciones se transformen en refugio para las personas que no tienen donde dormir en el barrio porteño de Núñez. Además, recibirán donaciones de abrigos y frazadas para los afectados. La organización del operativo quedó en manos de Red Solidaria. “¡Mañana se registrarán las temperaturas más bajas! Desde las 18 horas del miércoles, en River Plate, durante toda la noche hasta la mañana del jueves, se reciben frazadas y abrigo. Acompañando a las personas en situación de calle”, publicó Juan Carr en las redes sociales y diversos medios de comunicación para que la información sea de público conocimiento. Según detalló el Servicio Meteorológico Nacional, la madrugada de hoy será una de las veladas más frías del año y se esperan temperaturas cercanas a 0º, al igual que el viernes.
Para el fin de semana, en cambio, los pronósticos auguran un aumento al anunciar para el sábado y el domingo registros mínimos de 6º. Ante la emergencia una organización futbolera, vaya paradoja resultó ser la que tiene la hinchada más fría del país, reaccionó y se ganó un lugar en las noticias. En ese contexto cabe preguntarse cuántos espacios más hay para dar cabida a gente cuyos derechos elementales son vulnerados ante la vista de todos. Qué pasa con las iglesias, reparticiones públicas, el resto de los clubes y toda clase de instituciones con edificios bien acondicionados para pasar la noche, las peores horas del invierno, bajo techo. Sabido es que organizaciones sociales entrerrianas acuden con colchones y ropa de abrigo y que alguna que otra parroquia deja abierta una puerta para que pernocten los sin techo; que por caso en Paraná suman alrededor de 60 personas. Verdad de perogrullo resulta que la población sin nada es invisible a los ojos de la mayoría; y tal sentencia incluye a los referentes sociales con responsabilidad institucional en toda clase de templo, organización deportiva o edificio del Estado. La necesidad es hoy, tanto como lo fue ayer y siempre.
Nadie aquí reclama que cada quien abra la puerta de su casa para que duerma un desconocido, actitud que me consta hacen e hicieron vecinos de esta capital. Al que no tiene dónde pasar la noche justo hoy no le sirve que las autoridades filosofen sobre las deudas de la democracia. Es ahora cuando hay que responder, gestionar y actuar. Que, al igual que River, a las 18 se abran las puertas de clubes, parroquias y oficinas donde quepan los que no tienen dónde descansar, bañarse y sentarse a disfrutar un plato de comida caliente. Mientras para unos el gesto solidario representa muy poco, para otros posiblemente determine la diferencia entre la vida y la muerte. Literalmente.