Pablo Laurta habló por primera vez desde su detención. Fue este miércoles, al ser trasladado desde la Comisaría de Minoridad y Familia de Gualeguaychú hacia la Fiscalía de Concordia, donde será indagado por la desaparición y presunto homicidio del chofer Martín Palacio.
Habló Pablo Laurta, acusado por doble femicidio, homicidio y secuestro: "Todo fue por justicia"
Este miércoles Pablo Laurta fue trasladado desde Gualeguaychú a Concordia. El acusado del triple crimen habló por primera vez antes de su traslado
Pablo Laurta: "Todo fue por justicia"
A las 5:56 de la madrugada, el acusado de los femicidios de su ex pareja, Luna Giardina, y su ex suegra, Mariel Zamudio, fue escoltado por personal de la Guardia Especial Concordia con un fuerte dispositivo de seguridad. Además, es el principal sospechoso de matar o hacer desaparecer al remisero Martín Sebastián Palacio.
Con casco antitumultos y chaleco antibalas, subió al móvil policial en silencio. Solo cuando la periodista Sabina Melchiori (Canal 9) le preguntó por qué había cometido los crímenes, Laurta respondió con voz firme: "Todo fue por justicia". Solo cuatro palabras que sintetizan que no está arrepentido del doble feminicidio y la desaparición o asesinato de un chofer de aplicación en la última semana, en una gira de muerte que abarcó Entre Ríos y Córdoba. Las autoridades consideran que su confesión espontánea refuerza el cuadro de responsabilidad penal en su contra.
Laurta es el principal sospechoso de matar a su ex pareja y a su ex suegra en Córdoba, escapar con su hijo de 5 años y asesinar o hacer desaparecer al remisero Martín Sebastián Palacio, cuyo cuerpo se presume fue hallado en la zona de Puerto Yeruá, en el departamento Concordia.
Por el momento, las autoridades no informaron de manera oficial si el cuerpo hallado descuartizado pertenece al chofer. Aunque el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, afirmó en una conferencia de prensa que cree “en un 99%” que pertenece al remisero.
Se espera que luego de esta testimonial el acusado quede alojado en una alcaidía y luego sea derivado a Córdoba, para ser indagado por el doble femicidio de Luna Giardina y Mariel Zamudio, su expareja y exsuegra, respectivamente.
Laurta al llegar a la Jefatura de Concordia
El perfil del acusado
Pablo Daniel Rodríguez Laurta, principal sospechoso del doble femicidio ocurrido en Córdoba, fue ingresado el domingo a la Jefatura de Policía de Gualeguaychú. Llegó en silla de ruedas, alegando estar descompuesto y sin poder moverse. Se lo acusa de haber asesinado a su expareja, Luna Giardina (24), y a su exsuegra, Mariel Zamudio (50), además de secuestrar a su hijo de cinco años, con quien intentaba huir hacia Uruguay, su país de origen.
El detenido se presentaba en redes sociales como un militante antifeminista. Fundó la agrupación “Varones Unidos”, que definía como un espacio para el debate de género. También se identificaba como empresario de medios digitales. En la página web vinculada a esa cuenta, Laurta compartía su versión de la disputa por la tenencia de su hijo con Luna Giardina. Según escribía, el niño vivió con él en Montevideo hasta 2023, cuando Giardina se trasladó con el menor a Córdoba. Desde entonces, afirmaba Laurta, “Giardina bloquea al papá de P. y desaparece”.
El caso tomó estado público el sábado por la mañana, cuando un llamado al 911 alertó sobre disparos en una vivienda de Villa Serrana, en la intersección de calles San Pedro Toyos y Chimú, en Córdoba. Al llegar, la Policía encontró los cuerpos sin vida de Luna y Mariel, ambas con heridas de bala. El hijo de Luna, P., ya no se encontraba en el domicilio. Los investigadores sospecharon inmediatamente que Laurta había huido con el niño, con el objetivo de cruzar a Uruguay. Sin embargo, fue detenido el domingo por la tarde en Gualeguaychú, donde la Policía recuperó al menor en buen estado de salud.
Según trascendió, Luna Giardina —estudiante de agronomía— había escapado de Uruguay hacía casi tres años, luego de que Laurta intentara ahorcarla. A pesar de las denuncias previas, contaba con un botón antipánico, que no alcanzó a activar en el momento del ataque.