La última presencia del ministro Rogelio Frigerio en la provincia, el miércoles en Concordia, dejó mucha tela para cortar. El referente macrista dijo que Gustavo Bordet recibió una provincia quebrada de manos de Sergio Urribarri, al igual que Mauricio Macri recibió el país del kirchnerismo; y casi ningún justicialista salió a decir nada; excepto Julio Solanas, que no dijo que no fuera cierto, sino que el Gobierno Nacional tenía que hacerse cargo de muchas medidas tomadas en los casi diez meses que van de gestión y que tuvieron decisiva incidencia en los indicadores de caída de la actividad económica, el quebranto de las economías regionales o aumento de los indicadores de desempleo.
Frigerio, el PJ y el síndrome Estocolmo
26 de septiembre 2016 · 18:07hs
También se comentó el festival de codazos de muchos para aparecer en la foto al lado del hombre fuerte del macrismo en la provincia, y la actitud parecida a la de una adolescente enamorada que evidenciaron muchos hombres del peronismo de Concordia, empezando por el intendente Enrique Cresto; y también de la administración provincial.
Tal vez se entienda tanto seguidismo al considerar que Frigerio tiene la capacidad de autorizar (junto al titular de Hacienda, Alfonso Prat Gay) a la Provincia la colocación de un bono para tomar deuda en el exterior.
El martes se supo que la ciudad de Córdoba será una de las últimas jurisdicciones que consigan la autorización para hacerlo. Saldrá a colocar 150 millones de dólares por medio del banco Santander a una tasa que oscilará entre el 8% y el 8,5% anual, a un plazo de ocho años, con amortizaciones en los años seis, siete y ocho.
También se suponía hasta ese día, de acuerdo a la información de los diarios económicos porteños, que el Gobierno Nacional también iba a autorizar a las provincias de Santa Fe, Tierra del Fuego y Entre Ríos a realizar operatorias similares antes de cerrar definitivamente este tipo de posibilidad.
Sin embargo, en las últimas horas el panorama comenzó a enrarecerse para el interés del gobierno en trerriano. Circulan rumores en Economía indicando que Prat Gay dijo que no va a autorizar nada hasta que Entre Ríos complete los requisitos para tal operatoria, lo que se interpreta desde el gobierno provincial más como un elemento de dilación de los tiempos, que como una objeción fundada.
-¿Van a dejar que la provincia estalle, solo para que después Frigerio tenga más cómoda su campaña para gobernador?, se preguntan algunos funcionarios provinciales. La respuesta sería no. En el macrismo entiende que el estallido del gobierno provincial -agobiado por la falta de recursos- también los perjudicaría a ellos.
Sin embargo, la hipótesis no es más prometedora. El macrismo lo va a tener a rienda corta al gobernador Gustavo Bordet, llevándolo hasta el último momento con la aprobación del endeudamiento y, seguramente, autorizándole un monto bastante menor al pretendido.
Las ideas que circulan en el gabinete nacional no tienen nada que ver con el monto inicialmente requerido por la Provincia, que era de unos 750 millones de dólares; ni con la segunda opción, de 450 millones. Se menciona autorizar un máximo de 300 millones de dólares. También los plazos son una facultad del gobierno nacional con la que oprime a la Provincia. Dicen que es probable que la autorización se haga efectiva el año que viene, total faltan poco más de tres meses. Peor -dicen- le va a ir Santa Fe, a la que no le autorizarían nada; y tampoco a varios municipios grandes que pretenden lo mismo.
"El gobierno nacional tiene a Bordet de rehén con esta determinación", describen algunos funcionarios en off the record. "Eso no nos sorprende. Macri es igual que cualquier otro, en este sentido. Más bien nos preocupa el Síndrome Estocolmo que evidenciamos en la provincia", añaden trazando un paralelismo político con la reacción psicológica de complicidad y vínculo afectivo que suele tener la víctima con quien lo ha dañado.
"Lo recibimos a Frigerio con los honores de un Presidente, aceptamos que nos marque los tiempos políticos, dice lo que se le ocurre, opera nuestra interna y cuando se va sólo nos quedan las manos hinchadas de tanto aplaudirlo", se lamentó un peronista de Concordia al describir una situación paradojal: el principal aliado del gobierno provincial en la Nación es, a la vez, el principal candidato para enfrentarlo en las próximas elecciones para gobernador.