En medio del debate generado por la premiación en Arte Textil del 62º Salón Provincial de Artes Visuales de Entre Ríos, Ferny Kosiak dialogó con UNO, respondiendo a los cuestionamientos públicos y planteando su posición frente a las observaciones realizadas por artistas y gestores culturales.
Ferny Kosiak respondió a las críticas por la premiación del Salón Provincial de Artes Visuales
En medio del debate generado por la premiación en Arte Textil del 62º Salón Provincial de Artes Visuales de Entre Ríos, Ferny Kosiak dialogó con UNO.
Por Fernanda Rivero
Ferny Kosiak respondió a las críticas por la premiación del Salón Provincial de Artes Visuales
El artista subrayó en primer lugar que su rol como Coordinador del Distrito Cultural de Paraná no interfiere, a su criterio, con su participación en el certamen. Señaló que, a lo largo de su trayectoria, evitó competir en concursos organizados por las instituciones de las que dependía laboralmente, tanto en su paso por la Municipalidad como por la Editorial de Entre Ríos, por considerarlo antiético. Indicó además que quienes conocen su recorrido saben que sus intereses en las artes visuales y la literatura no se mezclaron con sus responsabilidades institucionales.
Al referirse a la obra premiada este año, Kosiak citó la memoria conceptual presentada con Flora entrerriana: primer brote. Explicó que durante más de cinco años trabajó en la pieza expuesta en 2024, Flora entrerriana, y que ese proceso vinculó cuerpo cuir e identidad local mediante imágenes de flores y cuerpos gauchos. Sostuvo que, ante la imposibilidad de volver a presentar esa obra en el salón, decidió continuar su desarrollo a partir de la idea de crecimiento natural y del concepto incorporado desde el quilting. Afirmó que Flora entrerriana: primer brote constituye una etapa nueva dentro de un ciclo de seis años de producción y que, desde su perspectiva, la obra anterior “desaparece” en el momento en que la nueva pieza se materializa.
Kosiak remarcó que el jurado estaba al tanto de esta decisión conceptual y que la presentación no consistió en “un mínimo fragmento modificado”, sino en una reelaboración material y conceptual. Afirmó que la obra exhibida en 2025 no es la misma que la de 2024 y que las críticas sobre la falta de transformación provienen de personas ajenas al jurado, al que definió como un equipo seleccionado por su trayectoria y valía.
El artista también planteó que el debate remite a discusiones más amplias sobre teoría artística y sobre quién determina la pertinencia de un premio. Señaló que el disenso forma parte del campo cultural y que, en su experiencia, los intercambios con colegas han impulsado la idea de generar conversatorios para abordar estas temáticas de manera abierta y constructiva.
En su declaración, expresó que su obra sirve en este caso para evidenciar distintas posturas alrededor de los procesos creativos y de los sistemas de premiación. Consideró mezquino que, en un momento que vive como una instancia de celebración por su recorrido en el arte textil, se utilice la premiación para cuestionar decisiones que —a su entender— exceden su trabajo. A la vez, sostuvo que valora que su obra provoque incomodidad y que la presencia de cuerpos cuir en su propuesta genere debate.


















