Hace 30 años y casi por casualidad, Horacio Arcadio Alarcón se encontró con las primeras estampillas y desde ese momento decidió darle rienda suelta a su pasión por la filatelia hasta llegar a reunir los 70.000 sellos postales que tiene en su poder.
En Paraná un coleccionista llegó a las 70.000 estampillas
El hombre, a sus 59 años, primero se hizo conocido en el barrio Itatí I, después le llegó el momento de dar entrevistas para distintos medios de comunicación y ahora apareció la fama en Facebook.
En la red social se encuentra como Arcadio Alarcón y ya tiene 4.095 amigos que, en su gran mayoría, son filatelistas de diferentes países.
Horacio le contó a UNO que está orgulloso porque pudo comprarse una computadora y aprendió a usarla. Ahora se contacta con “amigos” de todo el planeta que comparten su fanatismo. Cristina, una de sus hijas, empezó a estudiar inglés y computación para interactuar con todas las personas que le comentan las publicaciones de sus estampillas.
“Mi sueño es poder realizar una muestra para llevarla a la escuelas y siempre pensé en alquilar un local en el centro, sobre todo en la zona del mercado, para que los turistas y la gente que disfrutan de las estampillas puedan visitar la exposición”, explicó Horacio que llegó a la Redacción de UNO acompañado por Belén, otra de sus niñas. En total tiene 11 hijos y está en pareja desde hace 33 años. De a poco y con el paso del tiempo, los chicos se van interiorizando del tesoro que tiene su padre.
Alarcón trabaja como ordenanza en la escuela San Martín y sabe que su proyecto es muy ambicioso pero no pierde la ilusión de que alguien lo ayude a cumplir algo que anhela desde hace tanto tiempo, reflexionó.
El comienzo
Horacio Arcadio Alarcón “encontró en una tapera de campo” sus primeras estampillas mientras buscaba autos viejos para comprar y luego acondicionarlos. Cuando se dio cuenta que tenía paciencia para ordenar las estampillas y que además le generaba una gran pasión salió a caminar tres veces por día, durante muchos años, por diferentes barrios de la ciudad. “La gente ya me conocía y llegaba a mi casa para venderme o regalarme estampillas”, recuerda de aquellas épocas .
Algunas veces vendía antiguos candelabros y con ese dinero aprovechaba para seguir engordando su colección de sellos postales.
Su interés por el pasado lo llevó a tener miles de monedas de diferentes países y revistas relacionadas con la política. Hoy el único objetivo de Horacio es mostrar el pedazo de historia que tiene en su hogar.
Uno de los sellos postales está a punto de cumplir 156 años
Horacio Arcadio Alarcón y su hija Belén tienen en sus manos la primera estampilla que circuló en Argentina y la muestran con el noble objetivo de rendirle honor.
Es que la postal fue lanzada el 21 de agosto de 1856 por el gobierno de la provincia de Corrientes. Luego de dos años, recién se lanzaría el sello de “Barquitos” en la provincia de Buenos Aires.
La postal correntina llevó, como principal figura, la cara de Ceres, la diosa romana de la agricultura.
Horacio y Belén escribieron una carta a la Redacción de UNO explicando la importancia histórica que tiene el sello postal. Horacio dice no conocer el valor económico que tiene esta pieza pero resalta que “es importante el valor histórico” y confirmó que le pidieron el precio desde diferentes ciudades de la provincia, el país y el mundo.
Su promotor fue su gobernador de aquel entonces, Juan Gregorio Pujol, quien de regreso de un viaje a París, trajo un sello de la primera emisión francesa de 1849, que tenía la efigie de la diosa, con la idea de establecer un timbrado similar en Corrientes.
Como buen coleccionista Horacio también tiene la edición que se lanzó en homenaje a la primera estampilla argentina. En 1956, con motivo de los 100 años del primer sello el Correo Argentino realizó una emisión conmemorativa con el rostro de Juan Pujol, considerado creador e impulsor de la idea del timbrado postal en el país.
En 1953, en homenaje a la impresión de este primer sello, el Primer Congreso Argentino de Filatelia instituyó el 21 de agosto como Día del Filatelista Argentino.
Por lo pronto, Alarcón subió a Facebook las estampillas correntinas que tiene en su poder y enseguida recibió una oferta de un coleccionista indio. A punto de cumplir 60 años, nunca se imaginó que iba a ser furor en la red de redes.