Es cada vez más difícil escapar a las cámaras de los celulares. Si a eso se suma la facilidad para publicar desde los móviles en cualquiera de las redes sociales al instante, se tiene un cóctel de exposición permanente para cualquier situación en prácticamente cualquier lugar.
En Concepción suben fotos a la web de vecinos que tiran basura
Esto favorece una modalidad que crece en Concepción del Uruguay y apunta directamente a quienes no ayudan a mantener la ciudad limpia, y, por el contrario, son quienes provocan cúmulos de basura en distintos puntos de la ciudad. La tecnología y sus prestaciones ponen en evidencia también que no son precisamente los cirujas, los cartoneros o los carritos los responsables absolutos de los minibasurales que se encuentran en el acceso al Tránsito Pesado, en la zona de la avenida Paysandú, en el Parque de la Ciudad o en la Salamanca.
Muy por el contrario, los que aparecen en las imágenes descargando grandes bolsas de basura en los lugares menos pensados son conductores o acompañantes de automóviles de buenas marcas, modelos nuevos y muy bien cuidados, dejando toda la apariencia de que se sacan la basura de encima y la tiran bien lejos de sus casas sin importarles a quienes perjudican.
Muchos de los escrachados han reaccionado muy mal al verse sorprendidos por la cámara de algún vecino indignado. Desde agresiones verbales hasta amenazas, los encontronazos parecen no amedrentar a los denunciantes, que suben las imágenes al muro de su Facebook, las cuales son inmediatamente comentadas por decenas de personas que comparten la indignación por este accionar. Miles de usuarios de las redes comparten con sus amigos cada una de estas fotos, por lo que en pocas horas el escrache ya cobró la fuerza necesaria para hacer pensar dos veces a quien quiera en hacer lo mismo.
Pese al esfuerzo de mucha gente en tratar de marcar las malas acciones, nada parece alcanzar, y los montones de basura se siguen multiplicando. La modalidad uruguayense de acumular cualquier tipo de residuo en las esquinas sigue sumando montañas de ramas en época de poda, muebles viejos, escombro o cualquier cosa que no sirva. La recolección de residuos sabe de falencias, sin embargo las frecuencias se cumplen, el servicio recorre diariamente toda la ciudad, los trabajadores de la recolección ponen su mejor esfuerzo, pero la desaprensión de tantos termina por ganar las calles dando un aspecto descuidado, sucio y hasta de abandono en algunos lugares. Con esta modalidad de escrache social parecen ser los mismos vecinos los que pretenden sancionar a sus pares sucios, no hay multas ni castigos.
Un asunto personal y de conciencia
En reiteradas ediciones de La Semana, el semanario de UNO en la costa del Uruguay, se dio cuenta del accionar de los inescrupulosos que arrojan residuos en cualquier parte y a cualquier hora. Y también de las medidas que toman quienes intentan paliar estas deplorables conductas. Tomarles fotos y darles a esas escenas estado público es una estrategia. Lo cierto es que lo correcto sería que las autoridades municipales apliquen sanciones: la mayoría de las fotos muestran rostros, coches, patentes y demás señales con las que es posible identificar a los infractores.
Por caso, se dio cuenta de los escollos que hay que sortear al encarar el tradicional paseo de los domingos, tan característico en la ciudad de Concepción, que desnuda en muchas esquinas pilas de ramas, las famosas bolsas negras de consorcios y las restantes, esperando se retiradas por personal municipal, que muchas veces no dan abasto ante tanta desidia instalada en la sociedad.
Pero también hay vecinos con conciencia social, que se preocupan por su barrio y su gente, librando una batalla contra este tipo de práctica. No solo se dedican a limpiar lo que ensucia el resto, sino que dejan carteles en los lugares con mensajes a sus vecinos, como el de la foto que ilustra la nota “Sr. Croto. Sea buen vecino y ponga su basura en Bolsas”.
Como este, son varios los que se leen en cualquier esquina, pidiendo que no arrojen basura, que cuiden el lugar y la saquen en los horarios estipulados.
El mismo tema se padece en épocas de podas de árboles y plantas. El paisaje es el mismo que con la basura, aunque con las ramas se torna más abultado, implicando además un riesgo para quienes circulan por el lugar ya que obstaculizan claramente la visión de conductores y hasta de peatones. En esta época ha disminuido el problema, pero en su momento suscitó muchas quejas de vecinos en distintos puntos de la ciudad que veían acumular grandes montículos en sus frentes.