El terror, género tan popular como complejo a la hora de ser expresado, ha encontrado en La maldición de Hill House una honrosa excepción.
El terror se vuelve más oscuro y original en nueva serie de Netflix
Estreno. En sus 10 capítulos, La maldición de Hill House narra con solidez la trágica historia de la familia Crain, habitantes de una casa que tenía fama de estar embrujada
Por Marcela Furlano
20 de octubre 2018 · 09:07hs
Estrenada por Netflix el 12 de octubre y dirigida por Mike Flanagan, la serie se basa en el libro homónimo de Shirley Jackson, considerada por Stephen King una de las maestras del género.
En base a este texto el director Mike Flanagan –que ya había incursionado en el terror con películas como Hush, Oculus y Ouija: El origen del mal– se vuelve mucho más original que en sus largometrajes no sólo en el modo de narrar la historia de los Crain, sino también en el inquietante modo en que maneja las cámaras.
Esta familia, compuesta por el matrimonio y cinco hermanos, crecen en una casa que tiene fama de estar embrujada. En ese lugar un episodio trágico marcará a sus integrantes, quienes años más tarde volverán a reunirse por una nueva tragedia.
A partir de estas dos diferenciadas líneas de tiempo, Flanagan irá desentrañando la historia de cada uno de los miembros de la familia, en principio con flasbacks, pero también a partir de espacios donde el presente y el pasado se unen, de forma casi onírica, para poner a los Crain en posición de ser actores y testigos, al mismo tiempo, de una determinada situación.
La serie, si bien no deja de lado los típicos clichés –tormentas, pesadillas que despiertan en mitad de la noche, apariciones–los mismos se ven como un apego a los clásicos modos del género que el director va abandonando progresivamente por la originalidad que prima en el modo de contar la historia –cada episodio refleja el punto de vista de uno de los personajes centrales– y por imágenes que crean una creciente atmósfera de suspenso y terror, hasta llegar al capítulo cinco, el mejor de la temporada, un verdadero prodigio del género.
A partir de ese momento la serie mantiene una adecuada estructura, pero se vuelve un poco reiterativa, hasta llegar a un final demasiado explicativo, pero que cierra todos los interrogantes, es decir que si hay segunda temporada, debería abordar otros conflictos y situaciones.
La maldición de Hill House es una puesta arriesgada, que a la par que retrata el horror y el miedo que hunden a una familia, también refleja la forma en que unos a otros, de maneras desacertadas, injustas o hasta incomprensibles, tratan de protegerse.
El buen reparto, que incluye a quienes interpretan a los hermanos Crain de niños, cuenta con Timothy Hutton (Gente como uno) como Hugh Crain y Henry Thomas (recordado por ser el niño amigo de E. T.), quien también interpreta a Hugh, pero de joven.
Una serie ineludible para los amantes del terror.