El presidente Alberto Fernández ingresó este martes al sanatorio Otamendi del barrio de Recoleta, en Buenos Aires, aquejado por fuertes dolores de espalda y para hacerse estudios médicos.
Trasladaron a Alberto Fernández a un sanatorio por un fuerte dolor
Fernández está internado en la clínica porteña por "un cuadro de dolor lumbar agudo" y se le realizarán estudios, según se informó oficialmente.
A través de un comunicado, la Unidad Médica Presidencial explicó que "se le realizarán todos los estudios correspondientes con el fin de poder administrarle un tratamiento específico".
"Se mantendrá informada a la opinión pública", dice el texto que lleva la firma del doctor Federico Saavedra, médico personal de Fernández desde hace al menos una década y profesional a cargo de la Unidad Médica Presidencial.
El antecedente más cercano de un problema de salud tal del presidente que haya requerido una internación data de noviembre pasado, cuando Fernández debió cancelar su participación en la cumbre del G20 en Bali, Indonesia. El presidente debió regresar a la Argentina y ser reemplazado ante sus pares del mundo por el canciller Santiago Cafiero.
En esa ocasión el Jefe de Estado sufrió un sangrado digestivo que derivó en una "gastritis erosiva". También fue internado en el sanatorio Otamendi, donde le practicaron una endoscopia que no encontró lesiones con sangrado activo.
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Luego de unos días de reposo, Fernández retomó en aquel momento sus actividades oficiales.
Este martes el mandatario llevó a cabo su agenda oficial con normalidad, que incluyó la designación de la abogada Verónica Gómez al frente de la Oficina Anticorrupción.
Otro antecedentes médico del Presidente se remonta en junio de 2019, cuando ya era el candidato a presidente del Frente de Todos y había comenzado la campaña electoral, y tuvo que ser internado en el mismo sanatorio Otamendi por una “una inflamación pleural”, que habría derivado de “una obstrucción arterial subsegmentaria”.
Fernández había contado que tuvo “mucha tos seca” y en ese momento también sufrió un fuerte dolor de espalda. El mandatario, entonces, recordó que 2008 se le había detectado "un pequeño coágulo en el pulmón” y compartió que tiene prescripto un anticoagulante.