Una serie de mensajes extraídos del teléfono celular de Brenda Uliarte, imputada por el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sugieren que el mismo grupo de personas habría intentado antes asesinar a la dos veces exprimera mandataria.
Habría existido un intento anterior de asesinar a Cristina
Los mensajes dan cuenta de un intento ocurrido el 27 de agosto, la noche la Vicepresidenta habló a la militancia apostada frente el edificio donde vive la titular del Senado.
"No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido", dice uno de los mensajes que recibió Uliarte de parte de Sabag Montiel.
"¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido", sostiene otro mensaje detectado por la justicia, publicó la agencia oficial Télam.
En otra comunicación, Sabag Montiel le dice a Uliarte: "No, ya se me metió adentro y el escenario, el anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a (el gobernador bonaerense) Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios, eh, y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga, así que ya fue, dejá, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada".
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La información coincide con la de un video publicado la semana pasada por el canal C5N donde se ve que el 27 de agosto Sabag Montiel estaba camuflado entre los manifestantes, como si fuera un vendedor de copos de nieve azucarada y logró acercarse a metros del gobernador de la provincia de Buenos Aires.
A partir de la nueva información incorporada al expediente, la jueza federal María Eugenia Capuchetti volvió a imponer este lunes el secreto de sumario en la causa por el intento de magnicidio contra Fernández de Kirchner, luego de que se incorporara al expediente como prueba clave el contenido del celular de Uliarte.
Otro hecho que despertó el interés de los investigadores fue la participación activa de Uliarte en grupos de Telegram de haters (odiadores) con ideas radicalizada.
"Hay un submundo todavía más violento que aquellas expresiones que llegan a hacerse públicas a través de redes sociales", sintetizó una fuente de la investigación a Télam.