Los investigadores de la muerte de Emmily Rodrigues, la modelo brasileña que murió el 30 de marzo al caer de un sexto piso desde un departamento del barrio porteño de Retiro, lograron recuperar del celular de Francisco Sáenz Valiente. El empresario agropecuario, que estuvo detenido por el caso, habría escrito una serie de mensajes que lo comprometen al menos con el ofrecimiento de estupefacientes que hizo aquella noche de las drogas que compró para consumirlas con las mujeres que invitó a su casa, entre ellas la víctima, informaron fuentes judiciales, según reproduce la agencia Télam.
"Facilitación de estupefacientes": nuevo cargo para Sáenz Valiente
Se trata de una serie de mensajes que aquella madrugada el empresario del agro y minero intercambió con dos de las testigos clave de la causa y que, según algunas fuentes judiciales, podrían involucrarlo con el delito de “facilitación de estupefacientes”, una de las dos imputaciones por las que la fiscalía y la querella pidieron que vuelva a prisión. “Tengo tusi, coca y faso”, les habría informado Sáenz Valiente en la previa a la madrugada fatal.
Allí quedaría claro que Sáenz Valiente, de 52 años, le ofreció primero a una de sus amigas y luego a otra la posibilidad de ir a consumir marihuana, cocaína y “tuci”, una potente droga de diseño (mal llamada “cocaína rosa”) que combina los efectos alucinógenos del LSD con los eufóricos del MDMA. Estos son algunos de los estupefacientes que, por los exámenes toxicológicos, ya se sabe que Emmily consumió antes de caer del sexto piso.
La secuencia de mensajes -incorporada a la causa y a la que accedió la agencia Télam-, se inició a las 0.43 del pasado 30 de marzo, cuando Sáenz Valiente dialoga con su “dealer” para encargarle las drogas.
“Hola, qué tal”, “2 blancos y 1 tus” (sic), pide Sáenz Valiente al encargar cocaína y “Tuci” (que también se escribe Tusi y cuyo nombre proviene de la pronunciación en inglés de la sigla 2C-B).
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“¿Cuánto tiempo?”, “avisá cerca” (sic) y “¿cuánto todo?”, son los otros mensajes que intercambia con su proveedor de drogas.
A la 1.31 y cuando ya tenía las drogas en su poder, Sáenz Valiente invitó a su casa a una de las testigos de la causa -no será identificada en esta nota para resguardarla-, con estos mensajes: “¿Querés venir?”, “bueno avisá”, “escuchando música”, “solo”.
A los audios que su interlocutora le envía, Sáenz Valiente responde, con algunos mensajes con errores de tipeo, con claras referencia a que tenía drogas para ofrecer: “Tengo coasa” (sic), dice primero y luego intenta aclarar: “Tus coc faso” (sic), en clara referencia a que lo que tenía era tuci, cocaína y marihuana.
“Escribí bien hdp que no entiendo”, le recrimina la mujer, a lo que Sáenz Valiente le aclara, ya sin dejar ninguna duda, con este mensaje: “Tusi blanca faso”.
“Ah. Tenés de todo. Hdp. Por 10 voy 2 horas nada más. Ya te conozco amixxx”, le escribe la testigo quien, luego de que Sáenz Valiente le menciona la dirección de su casa, Libertad 1542, y le envía la ubicación, le confirma a la 1.52 que pide “auto” y que le avisa cuando esté en la puerta para que pague el “carro”.
La otra secuencia de mensajes es con Juliana Magalhaes Mourao, una médica brasileña que es testigo clave de la causa porque es la amiga que llevó a Emmily a la casa de Sáenz Valiente.
A la 1.36, el empresario le mandó un audio en el que declina la posibilidad de ir a un bar de Palermo donde él ya había estado y la mujer se encontraba, y le pide a ella que vaya “con amigas” a su departamento.
“No boluda, yo ya fui a ‘Isabel’. No voy a volver a ‘Isabel’ gorda, yo ya estoy acá. Andá a ‘Isabel’ y trae a tus amigas para acá. Yo ya hice, ya salí de ‘Isabel’ por vos”, le dijo Sáenz Valiente a Juliana, según la trascripción del audio que consta en la causa.
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“Ahí vamos” le contesta la mujer a las 2.14 de la madrugada, y se sabe que un poco más de una hora más tarde, a las 3.21 de la madrugada, Juliana llegó al departamento con Emmily y otra chica llamada Dafne.
Por otra parte, en el marco de esta causa, mañana a las 10 los jueces de la Sala 6 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional realizarán una inspección ocular en el departamento de Sáenz Valiente.
Si bien el empresario ahora está en libertad con una falta de mérito dictada el 18 de abril por el juez de la causa, Martín Del Viso, la fiscalía y la querella pidieron que vuelva a prisión por “femicidio”, que prevé una pena de prisión perpetua, y “facilitación de estupefacientes y de un lugar para usarlos” que, según la Ley de Drogas 23.737, se castiga con prisión de 3 a 12 años si es a título gratuito.
De acuerdo con la investigación, aquel 30 de marzo, tras una madrugada de excesos con ingesta de alcohol, marihuana, cocaína y “tuci”, Rodrigues sufrió un aparente brote psicótico. A las 9.18 terminó cayendo por una ventana desnuda al patio interno del pulmón de manzana del edificio, cuando en el departamento solo estaban Sáenz Valiente y Magalhaes Murao, en una muerte que la Justicia intenta dilucidar si se trató de un femicidio o de un suicidio en el marco de algún tipo de ingesta de estupefacientes.