En las dietéticas y granjas de Paraná se venden cada vez más semillas de lino que son buscadas por todas sus propiedades. El tema es que, en contrapartida se siembra cada vez menos porque –como ya es archiconocido– la soja gana miles de hectáreas cada año.
El lino está de moda
El gerente de la Cooperativa Agropecuaria El Progreso, Luis Facundo Scetti, explicó a UNO que, si bien la actividad aún es un “muy buen” negocio para los productores, se siembra prácticamente en minifundios, es decir en campos muy pequeños. En este momento se está empezando a levantar la cosecha que venía muy bien hasta octubre pero las grandes lluvias complicaron y mucho el rinde. Igual, en Lucas González que es la sede de la Fiesta Nacional del Lino, todavía recuerdan la cosecha de 2010 que fue una de las peores de la historia por el mismo motivo: el exceso de agua.
Scetti adelantó que la campaña rondará los siete puntos (al valorar de uno a 10) y confirmó que la tonelada llegará a valer unos 600 dólares. El principal competidor directo que tienen los productores entrerrianos, lideres nacionales en producción, son sus pares canadienses. Cuentan que en el país del norte la cosecha fue aceptable por lo tanto los precios internacionales no se dispararán.
El destino
“El lino se compra”, suelen decir en la cooperativa del Departamento Nogoyá. La Compañía Industrial de Aceites (CIDA), que trabaja con la Asociación de Cooperativas Argentinas, toma el mayor porcentaje de la producción.
También está la molienda que va en forma directa al consumo. “En los últimos años tenemos como clientes a panaderías de Paraná que nos compran las semillas para hacer galletitas y pan”, reconoció el gerente de El Progreso. En la capital provincial cada vez es más grande la oferta de panificación con semillas. Los restaurantes también se están sumando a la movida de la comida saludable (que se beneficia con semillas como el lino, sésamo o girasol). Más allá de la inclinación gastronómica todavía es muy bajo el porcentaje de ventas que significa en cuanto a la producción.
En cambio, lo que todos esperan es el período de exportaciones en donde se abastece a los mercados de Egipto, Chile y Brasil. En la región todavía extrañan la gran demanda que llegaba desde Rusia para alimentar a sus ganados pero que ahora se decidió por el maíz, grano que les resulta más económico.
Tecnología
En los últimos años para sostener el nivel de competitividad a nivel mundial en El Progreso recibieron la ayuda de los profesionales del INTA que buscaron y encontraron una variedad de semilla que les entrega mayores niveles de rendimiento y de grasa. Los registros que manejan en Lucas González indican que el rinde subió un 36% y en el de grasas un 44% más. Con estas mejoras y con “la situación del trigo” aparecieron productores que se llevaron las semillas mejoradas para sus campos.
“Nunca vi un productor que se funda con lino y sí con trigo o soja”, reconoció Scetti.
La cooperativa
La cooperativa el Progreso cuenta con tres plantas de acopio y un acondicionamiento de granos: una en Lucas González con una capacidad de 4.200 toneladas, otra en Nogoyá que prevé un almacenamiento de 10.500 toneladas y la restante en la ruta 39 de apenas 4.000.