Como es habitual en tiempos de fin de un año o de inicio de otro, el Arzobispado de Paraná dispuso una serie de cambios en destinos parroquiales de sus sacerdotes.
El Arzobispado dispuso nuevos destinos pastorales
Gentileza Arzobispado de Paraná
Ariel Folonier resultó nombrado como vicario Parroquial de San Agustín.
En tanto que el presbítero Darío González fue destinado como vicario parroquial de San Francisco de Borja.
Asismismo se designó a Cristian Scarpone como vicario parroquial de Nuestra Señora de La Paz, y al presbítero Marcelo Rueda en San Cipriano y San Francisco Javier.
Además, monseñor Juan Alberto Puiggari nombró adscripto al diácono Agustín Suárez a la parroquia San Miguel de Bovril.
Diplomático
Por otra parte, el padre Gabriel Viola recibió una nueva misión pastoral: servirá en la 1º Sección de la Secretaría de Estado del Vaticano, y como Ecónomo-Prefecto de Estudios de la Pontificia Academia Eclesiástica, institución creada en 1701 y que es la encargada de formar a los nuevos diplomáticos de la santa sede.
El prelado paranaense de 46 años tiene una vasta trayectoria en la representación pontificia de la Iglesia.
Su primer destino diplomático había sido África, en la jurisdicción de la Nunciatura en Monrovia que abarca los países de Liberia, Sierra Leona y Gambia. Su siguiente paso fue colaborar con el nuncio en El Salvador y Belice. Y posteriormente en Filipinas.
Gabriel Viola se ordenó sacerdote en 1999 y en 2007, en Roma, obtuvo la Licenciatura en Teología con especialidad en Historia de la Iglesia otorgada por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.