El ministro de Economía, Sergio Massa, implementó un nuevo proceso de aprobación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), con lo cual se beneficiarán más de 7.400 Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) que tenían autorizaciones pendientes de aprobación, según informó el Palacio de Hacienda, tal como había anunciado el candidato en Entre Ríos, en el Día de la Industria.
Importaciones: Sergio Massa aprobó nuevo sistema para beneficiar a las pymes
El Ministerio de Economía puntualizó que desde 0ctubre de 2022 hasta agosto de 2023, se autorizaron importaciones por casi 7.000 millones de dólares que representan más de 172.000 SIRA y que beneficiaron a 21.671 empresas.
En un comunicado, la cartera económica detalló que "a partir de esta medida, 7.428 PYMES recibirán aprobación de sus SIRA por un monto de 700 millones de dólares".
El parte oficial describió que los pedidos de importación se componen de 475 millones de dólares de bienes intermedios (insumos y bienes para la producción); 175 millones de dólares de piezas y accesorios (repuestos); y 68 millones de dólares de bienes de consumo.
Massa afirmó que "tomamos la decisión de liberar, para todas las PyME industriales de la Argentina, todas las SIRA que estaban pendientes para garantizar el empleo de nuestras PyME y seguir exportando trabajo argentino al mundo".
Los detalles fueron brindados por la Secretaría de Comercio Interior a este medio. Sin embargo, aclararon que la liberación no es generalizada: “El ministro se refirió a las SIRAS pendientes que se liberaron en agosto. No es que se abre el sistema hacia adelante”.
Beneficio
Las importaciones habilitarán a 7.428 empresas a continuar produciendo y los dólares requeridos serán alrededor de 700 millones. Los insumos traídos desde el exterior serán bienes intermedios y de consumo. La llave para destrabar estas importaciones está en la acumulación de divisas del mes pasado: "Agosto fue el mes que más divisas acumuló el Banco Central desde 2006. Fueron casi u$s2.000 millones”, justificó Massa frente a más de 500 empresarios.
Para Mauro González, titular de la Confederación General PYME, el anuncio “destraba una situación que comenzaba a inquietar ante la falta de insumos para continuar con el nivel de actividad y en consecuencia mantener el empleo”. Sobre este punto, advierte que la actividad económica “estará resentida en lo que va del año si no se continúan con medidas orientadas a fortalecer el consumo, financiamiento productivo con tasa subsidiada y evitar un espiral inflacionario”, dijo a Ámbito.
Aldo Lo Russo, empresario pyme, espera que esta medida “resuelva directamente” las demoras, porque en su caso tiene SIRAS sin aprobar desde julio y algunas de junio. Las restricciones al dólar oficial, según el comerciante, implica que en muchos casos “los insumos los estén cobrando al dólar blue y otros no se entreguen ni pagándolos en dólares”. De esta forma, cree que el último mes “rescatable” que va a haber en términos de actividad será septiembre. “En octubre con la incertidumbre electoral se va a caer mucho la actividad”, asegura.
Según el Centro de Estudios de la UIA, en junio la actividad industrial registró tanto una caída del 0,3% en la comparación interanual como en la serie mensual (2,3% desestacionalizado). A nivel sectorial, persiste la disparidad en el desempeño, en línea con lo observado durante los últimos meses, aunque comenzaron a ser más los sectores con caída de la producción que aquellos con suba (8 de 12 sectores registraron bajas). A su vez, el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL, indica una caída anualizada del 2,5% entre julio de este año y el mismo mes del año anterior y un descenso acumulado de 1% en el año.
Por su parte, Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), ve que la economía “ya cayó en julio y agosto y tiene que ver con el poder adquisitivo de los trabajadores”. Sin embargo, celebra que con las nuevas medidas “esto se va a recomponer y estabilizar el mercado”, pero con un parate hasta noviembre. “Los acuerdos de precios son fundamentales. Hay precios que han subido y luego se retrotrajeron hasta un 15%. Eso es una buena señal”, destaca el dirigente. De todos modos, acuerda con que un componente inflacionario es la distorsión de precios en la compra-venta de insumos: “El tema es cuando el cliente no acepta las condiciones de pago a 30, 90, o 180 días, porque no sabe con qué dólar se va a pagar”.