La historia de la mujer de 30 años de la ciudad de Victoria sospechada de matar a su bebé recién nacido es compleja, dura. Muy similar a todas las que involucran a mujeres que atraviesan por un episodio traumático y difícil como el infanticidio.
Dos historias de infanticidio que conmocionan a Victoria
La Justicia busca desde el viernes la verdad real del hecho, para esto dispuso una catarata de medidas, como ser: autopsia al cuerpo del bebé, pericias psicológicas y psiquiátricas a la madre. En este contexto se conoció ayer que la familia atraviesa una complicada situación socioeconómica, con un marido sin trabajo fijo y que ni siquiera sabía del embarazo.
En Victoria ayer todos hablaban del trágico caso que repercutió en todo el país. Pero esta no es la primera vez que en la ciudad ocurre un hecho similar al acontecido el viernes a la tarde, cuando una mujer de 30 años ingresó al hospital Fermín Salaberry con una importante hemorragia luego de haber dado a luz en su domicilio. Los médicos de Guardia realizaron estudios para determinar las causas del sangrado y comprobaron que había dado a luz a término, pero desconocían dónde estaba el recién nacido. El hecho que ocurrió en calle Dorrego, casi Rawson, en el barrio Primer Cuartel, derivó en un allanamiento posterior donde se encontró el bebé dentro del lavarropas. El fiscal Eduardo Guaita tomó medidas inmediatas y ahora aguarda los resultados para poder avanzar con el expediente. En 15 días estará el informe patológico que analizará el tejido que se sacó de los pulmones del bebé. Ese procedimiento le permitirá al fiscal conocer si el bebé nació o no con vida.
Según pudo conocer UNO anoche la mujer continuaba internada en el hospital.
Otro caso en 2012
Hace dos años, exactamente el 16 de agosto, Victoria se convertía en noticia porque se produjo el hallazgo del cuerpo sin vida de un bebé recién nacido (un feto de más de 8 meses de gestación) en un baldío de Mitre y bulevar Moreno, envuelto en mantas y “cuidadosamente” abandonado. Ese mismo día la investigación fue avanzando hasta dar con la mujer sospechosa de haber abandonado a la criatura. Las condiciones en las que vivía la familia fueron parte del conflicto que dio marco a la tragedia, ya que la mujer habría ocultado este embarazo en su hogar, algo que sin dudas fue tenido en cuenta a la hora de dictar sentencia, y que hizo que pudiera creer que nadie notaría la ausencia del recién nacido.
En sus primeras declaraciones la mujer indicó que había parido esa madrugada sola, sin asistencia médica, y que en esas circunstancias el bebé se cayó, y no respiraba, por lo que -asustada- fue a ocultarlo en el baldío, donde finalmente fue hallado por unos chicos vecinos de la zona que lo utilizan como “campo de aventuras”.
La mujer fue condenada a 11 años de prisión por el crimen de su hijo recién nacido. El pronunciamiento de la Cámara del Crimen de Gualeguay ordenó que la mujer solo acuda al penal de las Siete colinas, todos los días de 9 a 17.
La mujer, madre de otros cuatro niños, deberá cumplir un régimen especial todos los días en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria, donde realizará actividades que no la pongan en contacto con los internos varones.