Alejandro Martínez / UNO Santa Fe
Un empate que le sirve para aferrarse a la ilusión
En el marco de la quinta fecha del Súper 8 del Torneo Regional del Litoral de rugby, Estudiantes y CRAI empataron ayer 20 a 20 en Santa Fe, en un cotejo disputado a la vera de la autopista, ante un regular marco de público y con el correcto arbitraje del rosarino Juan Sylvestre.
El resultado no admite mayores discusiones. El empate está bien porque si bien los anfitriones aprovecharon las oportunidades que dispusieron en la primera parte del partido, los entrerrianos nunca bajaron los brazos, y en el complemento, merced a mucha entereza y sacrificio, lograron igualarlo.
CRAI arrancó mejor, porque en la salida que dio el kick off al partido hubo un penal que concretó el inside Candioti, y rápidamente se puso en ventaja. Luego, en un contexto de marcado equilibrio, CRAI buscó siempre generar juego, pero tuvo problemas en la definición, sobre todo en los tramos cercanos al ingoal contrario.
El CAE, es cierto, cometió muchos penales, pero cumplió una buena labor en materia defensiva, pero careció de posibilidades en el ingoal contrario. Incluso, tuvo en los pies de González Leites varios penales, pero el goleador entrerriano estuvo errático en el envío a los postes.
Sobre el final de los primeros 40 minutos, en una de las pocas situaciones en la que logró finalizar una jugada de ataque, el wing Candioti, a partir de una buena acción de Damiani, logró marcar un try, y permitir a los dueños de casa irse al descanso ganando por 13 a 0.
En el complemento, en un partido con imprecisiones, arrancó mejor el CAE, quien consiguió poner el marcador 13 a 3. A partir de ahí, fue levantando su producción, ante un CRAI que seguía haciendo variantes por lesiones en jugadores importantes, y lo sufrió.
El partido se volvió de hacha y tiza. Con un resultado incierto hasta el final. Es que un penal González Leites puso las cosas 20 a 13. Estudiantes fue en busca de la victoria y no se le dio. Logró un try de Acosta, pero estuvo cerca de otro. El final no fue apto para cardíacos. Ambos querían el triunfo por lo que representaba, pero ninguno hizo méritos para merecerlo. El empate le queda bien a un partido, en el que se jugaban muchas cosas.