Autoridades académicas presentaron un informe sobre el trabajo de muestreo y relevamiento del estado de la flora y fauna en áreas de la Isla Puente, que fueron afectadas por los incendios registrados en enero. El trabajo de investigación, realizado por profesionales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) arrojó, entre varias conclusiones, que se observó una “gran capacidad de recuperación de la biomasa vegetal (de tipo herbáceo fundamentalmente) en el ambiente isleño. Si bien algunas especies demostraron superioridad en la sucesión luego del disturbio, se observó una revegetación general de la flora”.
Destacan "gran recuperación de la biomasa vegetal y revegetación" de la Isla Puente
El documento al que accedió UNO añade que “si bien la frecuencia de incendios en esta isla en particular es baja, la sequía generalizada que se está registrando en el área de aporte de toda la cuenca –que se traduce en una bajante extraordinaria de los niveles hidrométricos del río Paraná– intensifica el problema debido a que la falta de agua en ámbitos anegables interiores supone una pérdida de hábitat (o al menos una cambio drástico en sus condiciones) para el conjunto de especies que viven en él, así como una acumulación de biomasa seca que ofrece una mayor susceptibilidad a la combustión”.
La presentación del estudio estuvo encabezada por el rector de la Uader, Luciano Flipuzzi y la decana de la Facultad de Ciencia y Técnica (FCyT), Daniel Dans.
En general la biomasa afectada correspondió a fisonomías herbáceas, que presentan una alta capacidad de recuperación, se planteó. Asimismo se marcó que la historia de incendios en la isla es poco clara, en parte debido a la ausencia de registros por parte de los satélites de observación de la tierra, que están orientados a la identificación de incendios de mayor tamaño, intensidad y duración. De todos modos, los registros evidenciaron incendios en cuatro años para el período enero 2002 a julio 2022. Eso dio cuenta de una baja recurrencia de incendios.
En cuanto al relevamiento de aves, estuvo a cargo del guardaparque nacional Jeremías Mancini. Detalla que se recorrieron sectores de Bosques de albardón, pajonales intermedios y zonas de bañados que actualmente se encuentran secos, se registró un total de 54 especies de aves, las cuales son representativas de los ambientes relevados en zonas no afectadas por el fuego como puede ser el Parque Nacional Predelta.
En los bosques de albardón, se detectó la presencia de especies indicadoras como el Arañero silbón (Myiothlypis leucublephara), la Choca corona negruzca (Thamnophilus ruficapilus), y el Pitiayumi (Setophaga pitiayumi), las cuales son típicas en los albardones isleros no quemados.
“En la zona de pajonales, la presencia del Arañero de cara negra (Geothlypis aequinoctialis), el Sietevestidos pampeano (Poospiza nigrorufa), y la Brasita de fuego (Coryphospingus cucullatus), dan cuenta de una buena recuperación, ya que estas necesitan pajonales densos y zonas cerradas donde se refugian”, precisa el relevamiento.
En lo que respecta a aves acuáticas, sólo se registraron algunas especies sobre el río, ya que las lagunas internas se encuentran secas, esta situación no es ajena a la mayoría de las islas del delta, por lo cual la ausencia del elenco de aves acuáticas no debería atribuirse a los incendios, se apuntó.
Sobre ello se concluye “que se registraron especies típicas de ambientes no afectados por el fuego, por lo cual se puede decir apresuradamente que la isla se viene recuperando, para confirmar esta percepción se debería plantear un muestreo estacional anual que pueda abarcar gran parte de la isla y que arroje datos más representativos que se puedan medir y evaluar.”
Del estudio participaron investigadores de la universidad: Manuel Rodríguez del Rey, docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales; Alfredo Grimaux, director de Proyectos de Extensión de la FCyT; y la doctora Pamela Zamboni, secretaria de Investigación y Posgrado de la FCyT e integrante del Centro Regional de Geomática, junto con docentes, investigadores y estudiantes becarios.
De la presentación del informe participó también Luis Cosita Romero, pescador y ambientalista de la agrupación Baqueanos del Río “A Ñangarecó Nderejhé”, quien trazó un crítico panorama sobre la destrucción del ambiente.
“Nuestra formación tal vez no nos permite comprender el entorno en el que vivimos, y esa es una debilidad muy grande que tenemos como sociedad. Si la escuela nos enseñara cuántos peces habitan en nuestro río Paraná o cómo está formado el ecosistema de los humedales, tal vez hoy tendríamos otra conciencia”, enfatizó Cosita Romero. “Pero estamos ante una gran oportunidad para entender el momento que estamos viviendo a nivel mundial”, agregó.