Con el cumplimiento de un estricto protocolo de bioseguridad y un horario atípico para minimizar el riesgo de contagios de coronavirus, reabrieron ayer los gimnasios en la ciudad de Paraná. Alegría y alivio fueron dos de las palabras que más mencionaron los dueños de los establecimientos, que estuvieron paralizados algunos de ellos desde el 17 de marzo.
Con nuevas reglas, los gimnasios reabrieron con la expectativa de superar la emergencia del coronavirus
Según pudo relevar UNO cuando se conoció la habilitación de los locales, 15 de ellos debieron cerrar definitivamente como resultado de la crisis económica. Los que pudieron sobrevivir a la pandemia contaron cómo fue el reencuentro con los alumnos, así como también las pautas que se deben cumplir para preservar el distanciamiento entre personas. “Estamos muy bien. Adaptándonos a la nueva forma de trabajar y la gente está volviendo con mucho entusiasmo . Estamos con una buena recepción por parte de la gente, están tomando los turnos y adaptándose a las nuevas reglas: tanto a las formas administrativas que conciernen a la forma de registrarse y cómo reservar un turno. Se adaptaron fácilmente a las reglas de higiene y protección. En los términos de esta nueva realidad ha sido un primer día muy bueno”, narró Andrea Guerrero, integrante de la Cámara Paranaense de Gimnasios.
De acuerdo a lo establecido en el Decreto N° 1.132/20, se autorizó la apertura de los gimnasios para actividades de musculación y sala de fuerza, yoga, pilates y estiramiento.
En el marco normativo también se dispuso que la actividad “deberá realizarse con un máximo de 10 personas por turno y por ambiente” respetando la distancia física y con una “duración máxima de 60 minutos por turno, de lunes a domingos y en el horario de 6 a 21”.
Motivados
Andrea Sanfilippo, responsable del gimnasio Taian, destacó la colaboración de los alumnos en el cuidado personal y de los elementos de entrenamiento. Señaló que el primer turno se otorgó a las 8, con un grupo de 10 personas en una clase reducida a menos de 60 minutos. “Nos limita un poco tener 10 personas por cada hora. Porque hay que tener en cuenta el horario de ventilación. La gente nos pide más turnos. Está bueno que la gente quiera venir”, resumió.
Sanfilippo rescató la ayuda de los alumnos, que después de cada ejercicio limpiaban los aparatos y su espacio de trabajo. También mencionó que algunas actividades todavía esperan ser autorizadas, como el caso de las bicicletas fijas. “Nos dejaron abrir, por eso no debemos ser tan rezongones. Es muy importante. Las medidas están buenas, no viene mal incorporarlas. Dentro de todo es algo posible de hacer. No es tan difícil”, manifestó.
Algunas cuestiones se tuvieron que transformar por obligación, como el caso de las clases grupales. Más allá de las nuevas reglas, los dueños de los establecimientos expresaron su conformidad por la posibilidad de volver a trabajar después de una larga inactividad. “Aquel que no quiere hacer entrenamientos con las máquinas, puede hacer otra actividad”, aseguró.
Se toman más tiempo
La realidad no es la misma para todos los establecimientos. Algunos se tomaron más tiempo para adecuar los espacios de trabajo y aspectos vinculados al área administrativa. Así será el regreso del gimnasio de Hernán Bonarrigo, presidente de la Cámara Paranaense de Gimnasios y uno de los impulsores de la vuelta de la actividad presencial. “Están todos abocados a su gimnasio y no hay tiempo todavía para realizar el balance. Hay que esperar la primera semana, porque en los dos grupos de WhatsApp de los gimnasios nadie comunica nada porque están todos laburando. Todos tiran buena onda y están bien”, ilustró.
El profesor de Educación Física comentó que las expectativas son buenas, sobre todo porque una buena cantidad de alumnos mostró su interés en reservar turnos. Al respecto señaló: “Los propietarios están todo el día en el gimnasio porque los turnos son reducidos. Hay que ver qué respuesta tiene la gente, aunque a priori había buenas expectativas. Abrí la inscripción y se anotaron 25 personas”.
El impacto de la crisis sigue asfixiando
UNO informó la semana anterior que varios de los dueños de gimnasios habían acordado un incremento en el valor de la cuota. Si bien el costo podría variar dependiendo de la ubicación del establecimiento, el porcentaje promedio de la actualización sería del 50%. Los propietarios de los locales justificaron la variación de la cuota en algunas variables: por la puesta en marcha del protocolo de bioseguridad cada local debe contar con alcohol en gel en los diferentes salones, así como también los trapos rociados con lavandina en el ingreso y además, agua y jabón para poder higienizarse en los baños.
A eso se le deben sumar los termómetros infrarrojos para tomar la temperatura corporal a distancia. Todas estas son condiciones requeridas por el decreto municipal para poder funcionar.
Pese a la situación de alivio que conlleva la posibilidad de volver a trabajar, los representantes del sector aseguran que el impacto de la crisis sigue siendo negativo. Es por ello que se acordó seguir reclamando una ley de emergencia para el sector, que en la mayor parte del período de aislamiento mantuvo cerradas sus puertas y sin poder generar ingresos.
Cabe recordar que los dueños de establecimientos se unieron para reclamar por la autorización de la actividad invocando su beneficio para la salud.