En estos últimos tiempos la práctica de internación a domicilio ha crecido exponencialmente, especialmente después de la pandemia de COVID-19.
¿Cómo es la internación domiciliaria?
Al mismo tiempo, se incrementa el servicio de cuidadores domiciliarios como parte de esta prestación. Incluso, han surgido empresas especializadas en ofrecer este tipo de servicios.
De acuerdo a la legislación dispuesta por el Ministerio de Salud de la Nación, en la internación domiciliaria la función del médico es la admisión, evaluación, diagnóstico, tratamiento, control, evolución del paciente y a cargo de la información y contención del paciente-familia, así como del alta domiciliaria. Por otro lado, le corresponden tareas como el control del consentimiento de la internación domiciliaria, la confección de la historia clínica y de dar las indicaciones.
Especialistas en internación domiciliaria brindan en la actualidad el servicio tanto a pacientes adultos como pediátricos. Consiste en un servicio integral de salud y atención con toda la calidad de la hospitalaria, pero en el hogar del paciente. Estos servicios de salud se encargan de atender todas las necesidades para darle al paciente el máximo bienestar, acompañando cada una de las etapas de su enfermedad.
Por otro lado, los equipos profesionales que componen el servicio están conformados, habitualmente, por médicos, enfermeros, cuidadores, asistentes terapéuticos, kinesiólogos y otros profesionales de la salud. Asimismo, las empresas de salud que ofrecen este tipo de servicios cuentan con moderna tecnología y equipos de última generación para realizar monitoreos constantes a los pacientes a lo largo del tiempo que permanecen internados.
En los últimos años, es evidente que estas empresas alcanzaron un excelente nivel de profesionalidad, así como de capacidad de respuesta.
Por lo general, hay ciertas enfermedades que pueden ser atendidas a través de la internación domiciliaria y otras no. Entre las primeras, se encuentran el mal de Alzheimer, el Parkinson y las enfermedades respiratorias crónicas. Sin embargo, también se pueden atender aquellas enfermedades crónicas en la etapa de cuidados paliativos.
Para los pacientes pediátricos, está probado que la internación domiciliaria en tratamientos de alta complejidad y durante períodos prolongados en el tiempo puede incidir favorablemente y mejorar la calidad de vida. En los que atraviesan un estado agudo de la enfermedad, la internación domiciliaria reduce el tiempo de permanencia en los hospitales.
En tanto, para los pacientes crónicos la internación domiciliaria puede funcionar como un modelo de atención permanente y centrada en el hogar. Esta opción logra evitar las frecuentes internaciones y re internaciones hospitalarias. Está probado ampliamente que de esta manera no solo se reducen costos e inconvenientes para las familias, sino que se trata de un beneficio para el paciente; de esta manera puede acelerar su proceso de mejora y curación al estar en compañía absoluta de su familia y en su propio hogar.
Algunos antecedentes de internación domiciliaria en Argentina son los servicios que brindaban ciertos hospitales públicos en sus inicios. En la actualidad, se impone como una modalidad superadora positiva para la recuperación e integración familiar.