El mundo del deporte, y del automovilismo en particular, quedó conmocionado el 1° de mayo de 1994. Ayrton Senna, tres veces campeón de la Fórmula 1, falleció en el Autódromo Enzo Dino Ferrari, escenario del Gran Premio de San Marino, en Ímola, Italia. Un desperfecto técnico en la séptima vuelta le impidió al piloto paulista tomar la curva. Su vehículo impactó contra un paredón de cemento a más de 200 kilómetros por hora.
Automovilismo: herederos de la pasión de sus padres
Por Matías Larraule
A partir de ahí nació la leyenda. Para muchos especialistas, entre ellos Juan Manuel Fangio, Senna es considerado el mejor piloto de la historia. Sus cualidades técnicas y su carisma lo llevaron a conquistar el corazón de los apasionados por los fierros. Pero también sedujo a quienes no tenían devoción por el deporte motor. Todos sus fanáticos disfrutaron sus conquistas. Se emocionaron con sus maniobras antológicas. Sufrieron y lloraron la despedida del ídolo.
La admiración por Senna llevó a algunos de sus admiradores a bautizar a sus hijos con el nombre del piloto brasileño. La generación de los Ayrton, que al igual que sus padres, se enamoraron del ídolo. Ayrton Londero y Ayrton Hundt nacieron tres años después del trágico accidente en el trazado italiano. Londero, piloto profesional que compite en el TC Pista, viene de una familia fierrera. El automovilismo no es la principal atracción en los Hundt. En su hogar la vedette es la pelota. Seducidos por Senna Oscar y Mariela, los padres del defensor de Atlético Paraná ingresaron al mundo de la F1.
Del palo. La redonda fue uno de los primeros juguetes de Londero. Sin embargo rápidamente cambió de disciplina. “Jugaba al fútbol, pero cuando me subí a un karting dejé la pelota. Viene por herencia. Nuestros padres eligen el nombre porque son fanáticos del automovilismo, y especialmente de Ayrton Senna, que es uno de los mejores pilotos de toda la historia. No me condenaron con el nombre porque siempre fui muy apasionado por el automovilismo y desde chico soñé competir y ser un piloto”, narró el oriundo de Ramírez, en diálogo con Ovación.
“Me bautizan de esa manera porqué mi papá es fanático de Ayrton Senna y al tomar esta decisión a mí me generó cierta curiosidad el origen de mi nombre. Al saber que era por esta persona me puse a investigar qué hizo para conquistar el corazón de varias personas que son fanáticas de él. Eso me llevó a ser fanático de él sin haberlo visto correr”, confesó.
Londero mencionó que Senna es una fuente de inspiración que lo motiva para superarse constantemente en el deporte motor. “Es como una persona a la que tengo allá arriba y a quien tengo como espejo en el automovilismo. Lo tomo como una forma de autoelevarme la vara para poder conquistar ciertas cosas que me voy proponiendo. Obviamente que nadie es igual a otro y lo que hizo Ayrton Senna es inigualable”, aseveró Londero.
Enamorados. Ayrton Senna fue la carta de invitación que recibieron Oscar Hundt y su esposa Mariela para ingresar al mundo de la Fórmula 1. Pero el paulista también fue la fuente de inspiración que llevó a bautizar a su hijo mayor de la misma manera que el tres veces campeón del mundo. “El día del accidente en el 94 mis padres quedaron impactados, no podían creer lo que sucedía. Ahí los dos acordaron que su primer hijo varón se iba a llamar Ayrton. Pero además desde ese día y hasta ahora nunca más vieron una carrera de Fórmula 1”, confió Hundt a Ovación.
“Si bien mi familia está ligada al deporte, no es fierrera. A mis padres les picó el bicho de la Fórmula 1 en la época de Ayrton Senna. Comenzaron a mirar las carreras por él. Se enamoraron de lo que fue Senna como deportista, ya sea por su carisma como por sus cualidades técnicas. Cuando corrían a la madrugada de nuestro país se levantaban para ver sus carreras”, relató el defensor que integra el plantel de Atlético Paraná. Ayrton Hundt mencionó que siente orgullo por llevar su nombre por la devoción de sus padres por el recordado piloto paulista. “He visto muchos documentales sobre él, pero se dio por naturaleza. Me he empapado de lo que ha sido él y es un orgullo llevar su nombre. Un depor tista de semejante magnitud que haya logrado todo lo que logró. Hoy no hay nada igual a lo que él hacía en las carreras que se desarrollaban bajo la lluvia. Él hizo muy vistosa a la Fórmula 1. Y sin ser un especialista del automovilismo hoy en día no se observan carreras tan apasionantes y tan vistosas como las que él competía”, concluyó.