Emergencia, compromiso y prioridad han sido las palabras más utilizadas en la escuela en estos tiempos de pandemia, donde nos vimos obligados a integrar tecnologías múltiples que posibilitaran contactarnos con los estudiantes para garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje. En el suplemento 20 Aniversario de Diario UNO la reflexión de la rectora Griselda Marisa Mateo.
20 Aniversario: Aprender también desde la radio escolar
La escuela Secundaria Nº 12 La Calandria, ubicada en Comuna Ombú del Departamento La Paz en la provincia de Entre Ríos, es una escuela de ámbito rural, donde concurren estudiantes de la zona y alrededores.
En estos tiempos de pandemia, donde el aislamiento preventivo ha cerrado las puertas de la presencialidad, surgió la idea de utilizar la Radio Escolar “FM 88.5 La voz de la Calandria” para continuar conectados con nuestros estudiantes (principales destinatarios), familias y comunidad en general.
La difícil situación que hoy afecta al mundo nos obligó a vincularnos de otras maneras y a implementar nuevas metodologías de enseñanza. Siempre valoramos la radio como una herramienta pedagógica muy importante, pues a través de ella nuestros estudiantes aprenden lecto-escritura, comunicación, interpretación de textos, expresión oral, así como manejar la consola y realizar los controles necesarios para salir al aire. Pero el desafío que nos presentó este 2020, al ser privados de las clases presenciales, fue que todo el equipo docente tuvo que animarse a tomar el micrófono, comunicar y enseñar a través de la radio, para lograr complementar las clases virtuales.
A través del programa radial “Ombú Informa. Cuarentena recargada” los docentes y directivos llevamos mensajes de esperanza, enseñamos contenidos curriculares, y entrevistamos a personalidades de renombre, llegando incluso a conversar con el Presidente de CGE, el Gobernador de la provincia, y el Ministro de Educación de la Nación.
Además, trabajamos en red con instituciones vecinas, pues aprovechando la amplia cobertura de nuestra antena, hemos sumado a este importante proyecto a las Escuelas Secundarias N° 18 “Gabriela Mistral” y N° 19 “Estacas” quienes, durante la primera parte del año, participaron activamente en la producción de contenidos, llegando también a los hogares de sus estudiantes.
Cada programa radial se emite los días jueves a partir de las 13. Lo que nos lleva a compartir una tarde muy agradable, escuchando las voces de los estudiantes que nos cuentan cómo van con sus actividades, de los docentes que saludan y explican acerca de los contenidos que están desarrollando de manera virtual, de exalumnos que cuentan sus experiencias de vida con sus fortalezas y debilidades luego de haber egresado y proseguido estudios superiores y/o insertado en el mundo laboral, y de invitados especiales muy importantes.
Nuestra escuela es relativamente pequeña, tenemos 82 estudiantes, y siempre nos hemos caracterizado por el contacto estrecho, la buena comunicación y la empatía, pues todos formamos una gran familia.
Agradecemos a Dios por esta herramienta tan valiosa que nos permite garantizar la inclusión educativa, llegando a cada hogar a pesar del aislamiento.
Las preguntas se multiplicaban en torno a cómo sería montar una escuela remota, cómo sería gestionar una escuela en esas condiciones. Cómo harían los docentes para dar clases vía WhatsApp, cuáles serían las transformaciones en el tiempo, cómo organizaríamos la agenda de los estudiantes. Desde preparar cada clase adjuntando videos, audios, mensajes radiales, a preparar las devoluciones de cada actividad realizada por los estudiantes, el compromiso de docentes se ha hecho claramente visible. Asimismo, el trabajo y acompañamiento constante de tutores y asesores.
Existen dilemas éticos que emergen de la relación escuela y medios digitales, hay inquietudes sobre qué puede hacer y qué puede enseñar la escuela de esta manera. La posibilidad de una escuela remota ideal, conectada, con una experiencia rica y relevante para docentes y alumnos, supone cada estudiante cuente con un dispositivo propio, con fines exclusivamente educativos y una buena conexión a la red. Sin embargo, las condiciones técnicas y tecnológicas son sumamente desiguales en nuestro país, especialmente en nuestra zona.
No hemos podido enseñar a través de Zoom, Classroom u otras plataformas virtuales, pero sí hemos logrado establecer un exitoso sistema de entrega de actividades que posibilita la retroalimentación constante. Hemos creado un Sitio Web en el que se van almacenando sistemáticamente todas las fotos y archivos de las actividades realizadas por cada estudiante y todas las clases enviadas por cada docente, asimismo las planillas de devoluciones correspondientes. La metodología es quincenal a través de WhatsApp. Durante una semana, los estudiantes reciben en sus grupos de cada curso, las actividades a desarrollar (de todas las materias, de acuerdo a un cronograma estipulado), y en la semana siguiente reciben las devoluciones de cada actividad realizada, (también de acuerdo al mismo cronograma de materias). Es decir, hay un buen “ida y vuelta”, pues los estudiantes van enviando al equipo directivo las fotos de las actividades que van realizando, para ser corregidas por sus docentes y luego reciben las devoluciones y correcciones correspondientes. Asimismo, cuando tienen dudas o necesitan explicaciones extras, los docentes no tardan en enviar unas palabras, un audio o un video aclaratorio.
Cabe aclarar que no hemos utilizado los cuadernillos ofrecidos por el ministerio de Educación, sino que todo el material es producido por cada profesor, especialmente preparado, teniendo en cuenta su planificación (de acuerdo a los lineamientos curriculares de la provincia), y su grupo de alumnos.
Tenemos casos excepcionales de estudiantes a los cuales se les acerca el material impreso, pues no tienen celulares, y en algunos casos, ni luz eléctrica.
¿Cómo será volver a habitar la escuela? ¿Qué prácticas se reformularán post pandemia? ¿Qué habremos aprendido? Son muchos los interrogantes. Creo que todo este esfuerzo que vino en base a la innovación tecnológica no habrá sido en vano. Muchas cosas vinieron para quedarse.
La clase presencial es importantísima e irreemplazable, creo que tanto los estudiantes, docentes y padres nunca la habíamos valorado tanto hasta que fuimos impedidos de asistir. Aprendimos que desde la virtualidad podemos seguir haciendo escuela, pero no es lo mismo, los esfuerzos son más grandes y los logros más pequeños. Además, es lamentable, pero por más intentos de inclusión que hicimos, hubo estudiantes que vieron la cuesta muy alta y se nos quedaron en el camino. Muchos estudiantes se vieron desamparados, no ha sido fácil para ellos poder organizarse, hacer nuevos hábitos de estudio y cumplir con sus obligaciones. Aquí ha sido fundamental el papel de la familia, en su mayoría, los estudiantes exitosos fueron los que contaron con el apoyo y el acompañamiento familiar.
¡Pero qué lindo fue innovar nuestras prácticas! De un día para otro se nos cambió el escenario y tuvimos que investigar, crear, inventar nuevas estrategias para poder enseñar a la distancia. Creo que los medios digitales nos permitieron “salvar el año” dirían los chicos, y los valoramos mucho. Los estudiantes nos han sorprendido con tantas producciones espectaculares a través del celular. ¿Será que podremos seguir usándolo así en el aula? ¿Seguirán haciendo radio los docentes? ¿Continuarán los grupos de WhatsApp? Creo que, con un buen uso, los medios digitales pueden complementar, fortalecer y animar el proceso enseñanza-aprendizaje.
Me despido con unas palabras de Paulo Freire, quien en su particular prosa poética describe lo que es la escuela, y nos hace extrañar toda esa parte de camaradería y convivencia que nos hace tan felices, pero que este año no pudimos tener.
“La escuela es… el lugar donde se hacen amigos, no se trata sólo de edificios, aulas, salas, pizarras, programas, horarios, conceptos… Escuela es sobre todo, gente, gente que trabaja, que estudia, que se alegra, se conoce, se estima. El director es gente, el coordinador es gente, el profesor es gente, el alumno es gente, cada funcionario es gente. Y la escuela será cada vez mejor, en la medida en que cada uno se comporte como compañero, amigo, hermano… Importante en la escuela no es sólo estudiar, no es sólo trabajar, es también crear lazos de amistad, es crear un ambiente de camaradería, es convivir, es unirse. Ahora bien, es lógico… que en una escuela así sea fácil estudiar, trabajar, crecer, hacer amigos, educarse, ser feliz”.
*Escribe Griselda Marisa Mateo/ Rectora